DD.HH y empresa: La creciente relevancia que adquieren como parte de las normas ESG
La invitación es que antes de que las regulaciones lleguen, las empresas puedan asumir estos desafíos de manera voluntaria, proactiva y en línea con lo que todos los stakeholders esperan de ellas. Así, mantendrán a salvo la reputación de su marca, alejándolas de posibles manchas de café que alteren su crecimiento.
Hace pocos días, nuevamente una cadena internacional de cafeterías que cotiza en el NASDAQ fue demandada por un grupo de defensa de los consumidores por promocionar su compromiso con el abastecimiento ético mientras sus proveedores cometen abusos laborales y de derechos humanos que “estarían documentados”, según NBC News.
Hechos como estos, escuchamos o leemos a menudo de grandes empresas internacionales desde comienzos de los 2000, con denuncias de trabajos casi esclavistas en Asia y cuyos proveedores fabrican vestuario y zapatillas a grandes marcas internacionales. Eso ya no es posible. Es más, es un imposible, si una marca quiere sobrevivir en el mediano plazo.
Sobrevivir es no dejar eslabones abiertos en el cumplimiento irrestricto de las normas ESG. Estas, no se pueden abordar como silos separados. No puedes ser súper medioambiental y definir que los temas sociales, comunitarios o de derechos laborales lo abordarás en 5 años más como parte de una estrategia de largo plazo. No, el tema se aborda en conjunto, siendo hoy, el corazón de una estrategia empresarial moderna.
En esta materia, existe un avance silencioso de marcos normativos muy fuertes en Europa que comienza a ramificarse a todos los rincones del mundo incluidos mercados más esquivos como China, USA y Latinoamérica. Y es que desde 2011 las Naciones Unidas viene impulsado la idea de que las empresas se hiciesen cargo y mirasen su negocio desde una óptica del respeto y cuidado de los DDHH, siendo la primera recomendación el que tengan un “compromiso público” en estas materias.
Y para Chile, el 2024 trae importantes novedades. Hay señales de que la agenda de DDHH, específicamente los procesos de debida diligencia se impulsarán con fuerza a nivel empresarial, siguiendo la misma senda del viejo continente, incluso a través de un proyecto de ley – que ya inició su fase de borrador inicial- y que debiera ser presentado al Congreso este año.
La invitación es que antes de que las regulaciones lleguen, las empresas puedan asumir estos desafíos de manera voluntaria, proactiva y en línea con lo que todos los stakeholders esperan de ellas. Así, mantendrán a salvo la reputación de su marca, alejándolas de posibles manchas de café que alteren su crecimiento.