¿Cómo transita Chile hacia una economía circular?
“La economía circular implica crear una red de empresas de productos y servicios nuevos, lo que genera empleos y agrega valor al sistema económico, permitiendo diseñar sistemas de producción con criterios sostenibles y ecológicos, en donde la idea es imitar a los sistemas naturales, que transforman los residuos en materias útiles para otros procesos naturales y no se genera en el tiempo lo que conocemos como basura o desperdicios”.


Actualmente el sistema económico productivo nacional está basado en una economía lineal, que en palabras simples consiste en producir, usar y tirar. Este sistema, que es de tipo abierto, genera una gran cantidad de desechos, lo que ha sido abordado en otros países de la Unión Europea y Japón, que están migrando hacia un sistema semicerrado denominado economía circular, en donde los desechos de un sistema productivo se transforman en materias primas de otro, disminuyendo drásticamente la cantidad de desechos a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos.
La economía circular implica crear una red de empresas de productos y servicios nuevos, lo que genera empleos y agrega valor al sistema económico, permitiendo diseñar sistemas de producción con criterios sostenibles y ecológicos, en donde la idea es imitar a los sistemas naturales, que transforman los residuos en materias útiles para otros procesos naturales y no se genera en el tiempo lo que conocemos como basura o desperdicios, que en el caso de los residuos de la economía lineal son difíciles de degradar naturalmente y asocian costos de manejo.
En el año 2015, la Unión Europea adoptó un plan de acción para transitar hacia una economía circular, con el beneficio incluido de generar nuevos puestos de trabajo y bajo un esquema de desarrollo sostenible. Este plan de acción consideró 54 medidas relacionadas el ciclo de vida de los productos. El plan consideró cinco sectores prioritarios para acelerar la transición a lo largo de sus cadenas de valor: 1) Plásticos, 2) Residuos alimentarios, 3) Materias primas críticas, 4) Construcción y demolición y 5) Biomasa y biomateriales. Para poder materializar este tipo de planes la UE cuenta con fondos necesarios para presupuestar e implementar los planes de acciones a desarrollar. Cabe mencionar, que la mayoría de estos fondos se administran a través de entidades estatales en cada país.
En la actualidad, Chile no tiene un plan de acción para transitar hacia una economía circular, como es el caso de la Unión Europea, China y Japón. Sin embargo, tenemos como base para empezar a construir la Ley N°29.920, “Marco para la Gestión de Residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje”, que tiene asociado un reglamento que entró en vigencia el 14 de marzo de 2017. Cabe destacar, que en el artículo N°3 de dicho reglamento, se menciona los instrumentos destinados a prevenir la generación de residuos, entre los que están: ecodiseño, certificación, rotulación y etiquetado de uno o más productos, sistemas de depósitos y reembolsos, mecanismos de separación en origen y recolección selectiva de residuos y mecanismos para asegurar un manejo ambiental racional de residuos.
La Comisión de Medio Ambiente del Colegio de Ingenieros de Chile AG promueve el diálogo permanente con empresas que investigan la mejora de los mecanismos de separación en origen y recolección selectiva de residuos, al igual que con empresas relacionadas al ecodiseño. En forma conjunta, con estas empresas, dicha comisión está desarrollando actividades respecto de la COP25 durante diciembre y continuará durante el año 2020 fomentando y promoviendo el avance en la instauración de la economía circular con todos los actores relevantes en la temática.
*Ronald Mac-Ginty G. es presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Colegio de Ingenieros de Chile A.G.