Kim Echeverría, coordinador de libro sobre los Tribunales Ambientales: “Quisimos mostrar los avances, dificultades y desafíos de esta judicatura”
Hace una semana el Primer Tribunal Ambiental dio a conocer la publicación del libro “Tribunales Ambientales en Chile. A más de 10 años de la Ley Nº 20.600”, compuesto por ocho artículos escritos por nueve destacadas académicas y académicos. La tarea de coordinar la ejecución de esta obra de divulgación recayó en el Relator y Jefe (S) de la Unidad de Estudios del tribunal con sede en Antofagasta, Kim Echeverría. En esta entrevista con País Circular, el abogado cuenta cómo se materializó la idea del libro y reflexiona que “la complejidad y diversidad de temas relacionados con los tribunales ambientales son múltiples y cada uno presenta un sinfín de aristas, las cuales por sí solas darían para ser el tema central de obras completas”.
En el engranaje de la joven institucionalidad ambiental chilena hay una pieza clave, cuyas funciones se han ido consolidando de una manera un poco distinta a lo que estaba previsto, y cuyas competencias crecen a medida que se avanza en nuevas leyes para habilitar un desarrollo sostenible. Se trata de los Tribunales Ambientales, creados mediante la Ley 20.600, promulgada en junio 2012.
Los Tribunales Ambientales son una judicatura especial, no solo por los temas que abordan, sino también por su composición, que incluye ministros abogados y ministros científicos, lo que les ha permitido resolver conforme a derecho y conforme a elementos científico-técnicos.
La ley dispuso la constitución de tres tribunales ambientales, correspondientes a las macrozonas norte (Arica y Parinacota hasta Coquimbo); centro (Valparaíso hasta Maule); y sur (Biobío hasta Magallanes y la Antártica Chilena). Así, el Primer Tribunal (1TA) tiene sede en Antofagasta, el Segundo (2TA) en Santiago, y el Tercero (3TA) en Valdivia.
Se les asignó tres competencias principales, relacionadas con reclamaciones de ilegalidad (causas contra la Administración del Estado), demandas por daño ambiental, y solicitudes o reclamos vinculados con la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA). De ese modo, han dictado cientos de sentencias -algunas polémicas- o llegado a conciliaciones en causas donde los principales actores han sido tanto comunidades como empresas y/o el Estado.
Al cumplirse una década de la dictación de aquella ley, y de que comenzaran -paulatinamente- a funcionar estos tribunales especiales, en el Primer Tribunal Ambiental surgió la idea de generar un producto en el marco de ese hito. Fue así como, luego de un intenso proceso, publicaron el libro Tribunales Ambientales en Chile. A más de 10 años de la Ley Nº 20.600.
El encargado de coordinar esta publicación fue el abogado experto en derecho administrativo, ambiental y aguas Kim Echeverría Riquelme, Relator y Jefe (S) de la Unidad de Estudios del Primer Tribunal Ambiental. Según cuenta el profesional a País Circular, fue una tarea desafiante, especialmente la planificación, coordinación y comunicación permanente con los nueve destacados académicos y académicas que escribirían los artículos que conforman el libro: Rosa Fernanda Gómez, Ricardo Irarrázaval Sánchez, Gladys Camacho Cépeda, Raúl Tavolari Oliveros, Pilar Moraga Sariego, José Luis Lara, Gaspar Jenkins Peña y Lillo, Iñigo Sanz Rubiales, y Pía Moscoso Restovic.
Esta publicación, “al combinar el análisis jurídico con la experiencia y conocimientos prácticos de los académicos, proporcionará una herramienta valiosa para estudiantes, profesionales del derecho y quienes se interesen en la evolución de los tribunales ambientales en nuestro país”, señala Kim Echeverría, quien, además de sus funciones en el 1TA -al que pertenece desde 2018- es docente en las asignaturas de Derecho Ambiental y Derecho Administrativo en diversas casas de estudios.
La publicación consta de ocho artículos, entre ellos, por ejemplo, “Justicia Ambiental a nivel europeo y español”, “La consideración del cambio climático a la luz de un caso concreto”, “Litigación Internacional y Daño Ambiental Transfronterizo”, por mencionar algunos. Sobre el contenido del libro, sobre su génesis, algunas conclusiones y otros detalles, conversamos en esta entrevista con Kim Echeverría Riquelme.
-¿Cómo se originó la idea de hacer el libro?, ¿cuál fue el objetivo principal?
Desde el inicio de sus funciones, el Primer Tribunal Ambiental ha considerado como uno de sus pilares estratégicos generar espacios e insumos que favorezcan el conocimiento de su rol y funcionamiento, así como de las materias de su competencia tanto desde el plano jurídico como de las ciencias naturales.
Como parte de su compromiso de vinculación con la sociedad, se le ha encomendado a la Unidad de Estudios liderar este proceso, proponiendo y desarrollando una batería de productos que permitan gestionar el conocimiento en sus múltiples dimensiones, priorizando una perspectiva centrada en los usuarios, tanto de la comunidad civil como de los operadores del sistema judicial. Un ejemplo de este trabajo fue el lanzamiento del Buscador Ambiental realizado en 2023 y que constituye una plataforma gratuita que pretende facilitar el acceso a la jurisprudencia y doctrina ambiental.
En ese contexto, durante 2022, en el marco de los 10 años de la Ley N° 20.600, surgió la idea de generar un producto que plasmara las distintas visiones sobre el actuar que han tenido los tribunales ambientales desde su creación y cómo ha evolucionado su jurisprudencia. Se analizaron las ideas del equipo y finalmente se concretó el desafío de trabajar en una publicación que, con la participación de destacados y destacadas académicos y académicas, respondiera dichas interrogantes.
De esta forma, el objetivo del libro Tribunales Ambientales. A más de 10 años de la Ley N° 20.600, consistió en mostrar -desde una mirada académica- los avances, las dificultades y los desafíos que esta judicatura ha enfrentado y tendrá. Esperamos haber cumplido el desafío.
-¿Cómo se eligieron los temas y las autoras y autores?
La complejidad y diversidad de temas relacionados con los tribunales ambientales son múltiples y cada uno presenta un sinfín de aristas, las cuales por sí solas darían para ser el tema central de obras completas. Esta realidad nos impuso la tarea de efectuar un levantamiento de algunas de las cuestiones más relevantes que han sido discutidas en los más de diez años de vigencia de la Ley N° 20.600.
A ello se sumó la búsqueda de especialistas de universidades que permitieran dar una visión integral a la obra. De ahí vino un trabajo conjunto con cada académico y académica para analizar las temáticas específicas que cada uno quisiese abordar, tomando en cuenta sus líneas de investigación, experiencias y conocimientos.
Para esta última tarea, se buscó integrar las competencias y procedimientos que se ventilan ante los tribunales en relación con los órganos que componen la institucionalidad ambiental, recoger aspectos procesales de la tramitación y regulaciones comparadas, así como nuevos desafíos que están o estarán presentes en los conflictos ambientales, como, por ejemplo, el cambio climático y la responsabilidad por daños transfronterizos.
“Los tribunales ambientales han significado un notable avance para la justicia ambiental en Chile, efectuando un control judicial intenso al actuar de los órganos de la Administración del Estado e incorporando una justificación técnico-jurídica en sus decisiones”.
-Como coordinador, ¿cuáles fueron los principales desafíos de realizar este libro y cómo calificaría el resultado?
El desafío central que asumimos como tribunal fue lograr materializar esta publicación colectiva, con el fin de realizar un aporte al conocimiento de los tribunales ambientales y su evolución.
También hubo otros desafíos: el primero, contar con una planificación detallada que permitiese establecer plazos, generar reuniones y coordinar toda la labor editorial, cuestiones claves para cumplir con la tarea asignada. En segundo lugar, y primordial para la ejecución de la iniciativa, fue mantener una comunicación constante con todos los participantes de la obra. Esto, sin lugar a dudas, fue facilitado por la disposición y generosidad de cada una de las académicas y académicos que siempre estuvieron llanos a avanzar en sus manuscritos y materializar así una obra sólida y con un alto estándar científico.
Ahora que ha finalizado el proceso y se ha materializada la obra, calificaría el resultado de este esfuerzo colaborativo como exitoso, lo que para el tribunal y también para mi en lo personal es muy satisfactorio.
Es importante destacar que este proyecto, al combinar el análisis jurídico con la experiencia y conocimientos prácticos de los académicos, proporcionará una herramienta valiosa para estudiantes, profesionales del derecho y quienes se interesen en la evolución de los tribunales ambientales en nuestro país. Serán ellos quienes, finalmente, tendrán la tarea de evaluar la iniciativa desarrollada por el Primer Tribunal Ambiental.
-¿Es posible identificar algunas conclusiones sobre lo que han significado los tribunales ambientales para el país, sus avances y dificultades?
Sin adelantarnos a la lectura que efectuará cada lector, es posible mencionar que los diferentes autores destacan el rol que han tenido los tribunales ambientales en Chile, lo que se ve reflejado en el significativo aporte que la jurisprudencia ha generado para la resolución de los conflictos ambientales.
Los tribunales ambientales han significado un notable avance para la justicia ambiental en Chile, efectuando un control judicial intenso al actuar de los órganos de la Administración del Estado e incorporando una justificación técnico-jurídica en sus decisiones, lo que ha significado incorporar una perspectiva especializada y un enfoque multidisciplinario requerido para la resolución este tipo de casos. Ejemplo de ello, es la incorporación de la evidencia científica vinculada al cambio climático para la resolución de controversias.
En definitiva, estos tribunales han permitido el fortalecimiento del acceso a la justicia y son un ejemplo de modelo en nuestra región.
“Se buscó integrar las competencias y procedimientos que se ventilan ante los tribunales en relación con los órganos que componen la institucionalidad ambiental, recoger aspectos procesales de la tramitación y regulaciones comparadas, así como nuevos desafíos que están o estarán presentes en los conflictos ambientales”.
-¿Qué desafíos se vislumbran para los próximos años?
Los desafíos que enfrentarán los tribunales ambientales en los próximos años abarcan una variedad de áreas críticas, fundamentalmente por la incorporación de nuevas regulaciones al campo de sus competencias, y la evolución del estado del medio ambiente.
En primer lugar, la inclusión del cambio climático en la revisión judicial y los demás instrumentos contenidos en la Ley N° 21.455, los cuales demandarán una comprensión profunda de los impactos y las implicaciones legales de este fenómeno en los conflictos.
En segundo lugar, tal como ocurrió con la Ley N° 21.202 que protege los humedales urbanos, el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas incorpora un catálogo intenso de actos que serán impugnables ante los tribunales ambientales, lo que implicará un aumento en la judicialización de los conflictos relacionados a tales materias.
En tercer lugar, la creciente importancia del daño ambiental en nuestro país será un desafío para la justicia ambiental, no solo en términos del ejercicio de la jurisdicción sino también en cuanto a la cooperación y la implementación de medidas efectivas para prevenir y reparar estos daños.
Finalmente, todos estos desafíos, así como otros a los que se enfrentarán los tribunales ambientales, suponen una tarea conjunta con otros actores, como la academia, la que desde su vereda aportará en el análisis crítico de la regulación y al actuar de la judicatura ambiental.
-¿Se incluyen algunos casos específicos o emblemáticos que hayan pasado por los tribunales?
En el desarrollo de las diversas temáticas abordadas se consideran sentencias dictadas por los tres tribunales ambientales, así como por la Excelentísima Corte Suprema, de las cuales los autores extraen sus criterios y efectúan un análisis crítico de ellas. Esto hace que sea una publicación plenamente vigente para las temáticas que aborda.
A modo ejemplar y sin efectuar una calificación de “casos emblemáticos”, se analizan sentencias que abordan materias de gran interés en la actualidad, como la consideración de la variable de cambio climático en el contexto de la evaluación ambiental, previo a la dictación de la Ley N° 21.455. También, el alcance de las potestades de los tribunales ambientales en el contexto del contencioso-administrativo en relación con la sustitución de la decisión de la Administración del Estado; así como aquellos fallos que se vinculan con los actos que son reclamables en el marco del control judicial de las resoluciones de la Superintendencia del Medio Ambiente.
Esos casos, como otros mencionados en la obra, tienen relación con temáticas que están presentes cotidianamente en los tribunales, las que son discutidas e interpretadas por parte de esta justicia especializada.
-¿Se aborda el tema de los cuestionamientos al sistema de nombramiento de los ministros?
Aspectos orgánicos como el sistema de nombramiento de los ministros que integran los tribunales ambientales no fueron abordados en esta publicación, toda vez que los temas que se desarrollaron están centrados, principalmente, en aspectos sustantivos de la regulación ambiental en relación con el rol que estos órganos jurisdiccionales han desempeñado desde su funcionamiento.
El libro se puede adquirir en Tirant editorial (https://editorial.tirant.com/cl/). En octubre, con el fin de facilitar el acceso a la obra digital, el Primer Tribunal Ambiental la pondrá a disposición de los interesados.