Estudio señala que Chile necesita consolidar el marco regulatorio para un mayor desarrollo de su Mercado de Productos Financieros Sostenibles
El reporte, presentado la semana pasada, fue elaborado por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI) con la colaboración de varias entidades. “En las subregiones de Los Andes y el Cono Sur el desarrollo de estos temas es similar, aunque hay algunos países más adelantados, como Colombia y Paraguay”, comentó durante el lanzamiento la representante en Chile de UNEP FI, Carolina López.


El jueves pasado fue presentado en Santiago el estudio “Mercados de Productos Financieros Sostenibles: Lecciones aprendidas de España y América Latina y el Caribe (ALC)”, elaborado por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), con la colaboración de la Asociación Española de Banca (AEB), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la consultora NINT Group y la Universidad Finis Terrae.
El informe, que se realizó analizando políticas, planes nacionales, legislación o normativa, iniciativas sectoriales, y diez casos exitosos de bancos (5 de España y 5 de América Latina), fue presentado por Carolina López García, representante en Chile y coordinadora a nivel mundial de Capacitaciones de los Principios de Banca Responsable de UNEP FI.
Para comenzar, explicó que los productos y servicios financieros sostenibles (PFS) son aquellos productos y servicios -como capital de trabajo, financiamiento de equipos y maquinaria, inversión en infraestructura, entre otros- ofrecidos por las instituciones financieras (IF) que, además de contribuir al cumplimiento regulatorio, generan un impacto ambiental y/o social positivo. Entonces, añadió, el objetivo del estudio era “analizar el contexto de diferentes mercados e identificar sus razones y lecciones aprendidas para trazar una hoja de ruta para aquellos países e instituciones financieras menos desarrolladas en PFS, para que igualmente puedan beneficiarse de dichos mecanismos”.
Agregó que el análisis evidenció que las entidades financieras presentan diferentes avances en materia de desarrollo de este tipo de mercados, debido a la influencia de factores como los marcos internacionales, la región económica en la que están ubicadas, las normativas nacionales y las iniciativas sectoriales del gremio bancario. “Vemos que el contexto influye en el fortalecimiento de este tipo de mercados y en las capacidades de las instituciones para aprovechar dichas oportunidades”, sostuvo López.
Niveles de desarrollo
El enfoque del estudio fue evaluar el desarrollo de los Mercados de Productos Financieros Sostenibles bajo tres prismas: los habilitantes externos, es decir, regulación, incentivos, iniciativas; las capacidades internas de las entidades financieras locales, como la estructura de gobierno corporativo, la estrategia en temas de sostenibilidad y la gestión de los riesgos y oportunidades ambientales y sociales; y el mercado de productos financieros sostenibles, es decir, el portafolio de estos productos en cada país. En este último punto, se analizaron las características de estos mercados viendo la existencia o no de los productos, el alcance, variedad, la madurez y el alineamiento con las mejores prácticas internacionales.
Para cada una de esas tres dimensiones se identificó una serie de indicadores que permitieron parametrizar el avance de los mercados en cada país, creando un índice que marca el grado de desarrollo del mercado de productos financieros sostenibles. Se establecieron cuatro niveles, cada uno de los cuales puede tener diversos grados: consolidado, en desarrollo, incipiente, inexistente.
Luego, tanto con los análisis como con los estudios de caso, se observó en cual de esos niveles de desarrollo se encontraban los distintos países estudiados. En este marco, se establecieron asimismo los siguientes países o grupos de países (subregiones): España, Brasil, Los Andes, México, Cono Sur, Centroamérica y el Caribe.
Chile, en la subregión Cono Sur, se encuentra en un nivel “en desarrollo”, y los investigadores detectaron que uno de los aspectos que se requieren en el país para tener un MPFS consolidado es fortalecer el marco regulatorio en finanzas sostenibles.
“El sistema financiero tiene un rol fundamental en la recuperación realmente sostenible, y uno de los ejes de actuación debería ser la creación e implementación de productos financieros y la emisión de bonos sostenibles”.

Panorama por países
Con base en el estudio, en España el Mercado de Productos Financieros Sostenibles está consolidado. “Lo que podemos ver es que la sostenibilidad en la gobernanza es un elemento fundamental en la banca que se proyecta hacia el futuro. En los bancos analizados podemos ver que el Consejo de Administración es el responsable de aprobar e impulsar la estrategia y política de sostenibilidad”, dijo López.
Asimismo, en España se observa una gran cantidad de oferta de productos sostenibles estandarizados con condiciones bien definidas en cuanto a tasas de interés, plazos, etc., para poder atender el segmento de consumo y pymes, por una parte, y productos a la medida para la banca mayorista, por otra parte. Las entidades financieras españolas suelen ser capaces de identificar los riesgos, de gestionarlos e identificar las oportunidades, y ahí es donde crean los productos financieros sostenibles, explicó la representante de UNEP FI. Factores que influyen, dijo, es la alta demanda por un consumo sostenible, mayor concientización y un marco regulatorio a nivel nacional y de la Unión Europea. Sobre los sectores que se abordan con los PFS, son bastante diversificados y la tendencia es que se vayan volviendo más complejos para tecnologías de frontera.
En Brasil también se observa un Mercado de Productos Financieros Sostenibles consolidado y es el país más avanzado de la región. Entre otros factores destaca la existencia, desde 2020, de una taxonomía de finanzas sostenibles creada por la Federación Brasileña de Bancos (Febraban), así como una regulación financiera en temas de sostenibilidad bastante consolidada. “Vemos que las instituciones financieras locales cada vez van buscando soluciones más a la medida para los clientes de los diferentes segmentos bancarios, y van más allá de la minimización de los riesgos ambientales y sociales”, destacó López.
En la subregión de Los Andes, que incluye Colombia, Ecuador y Perú, el Mercado de Productos Financieros Sostenibles está en desarrollo, con una demanda consolidada de este tipo de productos en los tres países. El país más avanzado de esta subregión y también de toda América Latina es Colombia, que tiene una oferta significativa de productos sostenibles tanto para la banca minorista como mayorista; las instituciones financieras tienen bien integrado los temas ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza); hay demandas de iniciativas y regulaciones formales que van surgiendo, así como una taxonomía que surgió hace unos meses.
El MPFS de México está en desarrollo, y para ello la cooperación internacional ha sido muy relevantes, según se observó en la investigación, aunque “también tiene un gran grado de capacidad de actuar también con sus propios recursos, a diferencia de otros países de la región”. México, junto a Brasil y Chile son mencionados en el estudio como los tres mercados más relevantes en cuanto a emisiones de bonos temáticos.
En cuanto a la subregión del Cono Sur, en este caso formada por Paraguay, Chile, Argentina “también es un ecosistema que está en desarrollo” indicó López. Agregó, no obstante, que Paraguay destaca en materia de regulación, pues cuenta con una regulación de riesgos ambientales y sociales para la banca; hace unos años se creó con la banca una Mesa de Finanzas Sostenibles que comenzó con un enfoque de gestión de riesgos sociales, pero va evolucionando hacia otras oportunidades de los productos y servicios sostenibles; y recientemente se creó la alianza público-privada de Finanzas sostenibles en el país.
Respecto a Chile, dijo la representante de UNEP FI, “también viene avanzando en materia de finanzas sostenibles, tienen un mercado de este tipo de productos que se va a consolidando y hay algunas instituciones financieras más experimentadas en el tema”. Sin embargo, agregó, “es necesario el consolidar el marco regulatorio en finanzas sostenibles y reforzar las iniciativas locales”.
El informe destaca que en Chile los bancos están creando productos financieros sostenibles innovadores para una serie de sectores. Por ejemplo para la agricultura, los bancos ofrecen PFS orientados al uso eficiente de los recursos; es el sector inmobiliario hay productos de financiamiento o refinanciamiento de la construcción con enfoque sostenible; también en el sector seguros, productos con coberturas para inundaciones, voladura de techumbres u otras consecuencias similares relacionadas con eventos climáticos extremos. Mención aparte tuvo el transporte limpio: “En Chile hay una apuesta por el transporte bajo en carbono y por ello se está trabajando mucho en estrategias y políticas para vehículos eléctricos, infraestructura de carga, incluso transporte a hidrógeno verde”.
Y finalmente, Centroamérica y el Caribe es la subregión con menos avance en ALC y posee un MPFS incipiente. En el Caribe, debido a su exposición a eventos climáticos extremos existen productos financieros sostenibles relacionado con seguros, es decir, son poco diversos, enfocados en ciertos sectores y poco respaldados por estrategias, políticas y prácticas de parte de los bancos.
Conclusiones y lecciones aprendidas
Una de las principales conclusiones es que “hay una disparidad considerable entre el nivel de Mercados Financiero Sostenibles en ALC en relación con los productos, así como la actuación de las Instituciones Financieras en cada país y la existencia de retos y oportunidades”. Asimismo, en ALC existe una oferta importante de productos financieros, con enfoque en temas sociales, como disminución de la pobreza, la reducción de la brecha de género, algo que no ocurre en España, que no ha tenido este foco porque posee un Estado de bienestar.
En cuanto a las lecciones aprendidas y recomendaciones, López destacó “la relevancia que tienen los reguladores de emitir unas señales claras a las entidades financieras de trabajar en conjunto, no solo con las entidades financieras, sino los otros actores relevantes: el sector corporativo, la sociedad civil, las ONGs, los entes académicos, etc., y que pueda haber lineamientos claros, normativas, regulaciones, en consonancia con las discusiones que se tengan”.
También de releva la importancia de los fondos internacionales y de los inversionista en el proceso que ha permitido crear productos financieros sostenibles, así como el rol de organismos multilaterales han apoyado a través de guías de sensibilización, de capacitación, con metodologías, etc. Se valora el impulso proveniente de las asociaciones gremiales, asociaciones de bancos, en especial en aquellos países donde están más avanzados en la materia.
La representante de UNEP FI señaló que “vemos que el sistema financiero tiene un rol fundamental en la recuperación realmente sostenible, y uno de los ejes de actuación debería ser la creación e implementación de productos financieros y la emisión de bonos sostenibles”.
Además, al final de su exposición subrayó que “se espera que los beneficios cualitativos (por ejemplo, atracción de nuevos clientes, mejora de relación con clientes existentes, exposición a proyectos de menor riesgo, impacto positivo en la reputación, entre otros) y cualitativos (como mejor retorno ajustado al riesgo, menores costos de fondeo, etc.) se puedan evidenciar y que la disponibilidad de estos grupos de datos sea más frecuente, ya que esto es fundamental para el avance de este tipo de mercados.