Cuando se comenzó a hablar de la necesidad de una Reactivación Sostenible para hacer frente a la difícil situación económica y social generada por las múltiples crisis que enfrenta el país, a fines de mayo, desde la iniciativa Escenarios Hídricos 2030 (EH2030) hicieron ver que era necesario incluir en ese esfuerzo una serie de medidas para abordar la grave crisis del agua, que amenaza tanto al consumo humano como a la actividad productiva y al medio ambiente.
Las alternativas propuestas por EH2030 están reunidas en cinco categorías: restauración y conservación de ecosistemas hídricos; plan de ahorro y eficiencia en el riego de la gran agricultura; reúso de aguas residuales urbanas que se descargan a través de emisarios submarinos; servicios ecosistémicos para la gestión sostenible; y desarrollo de sistemas de captación de aguas lluvia, infiltración y recarga de agua.
Son acciones de alto impacto para abordar la crisis del agua y caminar hacia la seguridad hídrica, han dicho desde EH2030. Asimismo, todas ellas significan inversión público-privada, empleos, beneficios económicos, sociales y ambientales, agregan.
“Cuando uno mira los países que son referente en materia de buena gestión del agua, hay ciertos denominadores comunes en las soluciones que han implementado. Es el caso de estas cinco medidas, que son fundamentales, son acciones sin arrepentimientos (no regrets)”, explica Ulrike Broschek, líder de EH2030, iniciativa coordinada por Fundación Chile, Fundación Futuro Latinoamericano y Fundación Avina.
“Se trata de soluciones que ya están muy exitosamente probadas en otros países, reconocidos por ser líderes en esta materia, como Singapur e Israel. Ahora Estados Unidos está empezando a aplicarlas, lo que implica un cambio en su tendencia hacia las grandes obras”.
¿Por qué señala que son medidas “sin arrepentimientos”?
Porque en otros casos uno puede tener incertidumbre, por ejemplo, respecto de una desaladora, un embalse, o sobre los beneficios de una carretera hídrica, pero en el caso de estas cinco medidas, siempre van a generar externalidades positivas y, por lo tanto, nunca nos vamos a arrepentir de haberlas hecho.
Esa es la base de nuestro planteamiento: si en Chile queremos comenzar a implementar soluciones a partir de la información que existe actualmente, debemos iniciar con estas cinco medidas que, sí o sí, van a generar beneficios, van a significar ahorro de agua y nuevas fuentes para abordar la falta de agua.
Otro factor importante es que son soluciones aceptadas y recomendadas ampliamente por todos sectores y en los diferentes niveles, entonces son proyectos que no se van a judicializar ni se van a entrampar en un estudio de impacto ambiental. Eso asegura que se pueden implementar en el corto plazo, a diferencia de otras soluciones como las obras más grandes que, además de ser demorosas en sí mismas (15 a 20 años), hoy se están tardando más por efecto de judicialización y objeciones sociales y ambientales.