Reviste: la vertiente social de la empresa que recupera madera de la construcción para revestimientos
Nacido en plena pandemia, este emprendimiento fabrica revestimientos sostenibles a partir de madera recuperada de los residuos de la construcción que se multiplican por montañas en la industria. Y lo hacen con una impronta de reinserción laboral: los internos del Centro de Educación y Trabajo (CET) de Gendarmería en Valparaíso confeccionan las piezas. Un reciente acuerdo con la organización Espacio Mandela les permitirá llevar el modelo a otros recintos penitenciarios de Chile para seguir fabricando los productos.


En su cargo de director de Medio Ambiente de la empresa Viconsa, Joaquín Cuevas notaba que, entre los residuos de la construcción (RCD), la madera era el más abundante. Si se acepta que un 34 por ciento de los residuos del país provienen de dicha industria, se calcula que unos 7 millones de toneladas de madera, entre otros desechos, terminan en botaderos ilegales, una cifra exorbitante.
De ahí que, en 2020, año de inicio de la pandemia, Cuevas se trazó como objetivo hacer algo con la madera, ya que ésta era muy heterogénea en su materialidad y colores. Vio la opción de convertir este residuo en un recurso. En ese minuto llamó a su tocayo y amigo, Joaquín Acevedo, para fraguar alguna idea en conjunto. Siendo Cuevas ingeniero de diseño de productos, y Acevedo diseñador industrial, unieron fuerzas para cofundar la empresa Reviste.
Reviste es una empresa con casi dos años de vida, COVID entremedio, que recupera esa madera desechada por la industria de la construcción y la convierte en revestimientos de madera que se vuelven a usar en las mismas estructuras constructivas. Alojada por ahora en la Región de Valparaíso, Reviste se encuentra en una fase de escalabilidad a producción masiva, liderada por el otro socio, Hugo Peirano.
“Las dos soluciones, tanto que nos llegue la madera ya separada como separarla nosotros, tienen que coexistir. Tiene que haber empresas que separen en el origen y soluciones como Revaloriza que hagan el trabajo de segregación. Necesitamos madera limpia, es lo ideal, pero por ejemplo el otro día una persona nos llamó de Quillota porque estaba desarmando sus naves de tomates y tenía cerros de madera. Nosotros la agarramos y vamos a hacer un prototipo de edición limitada. Igual que madera de demolición. Nos vamos adaptando mucho dependiendo del residuo”, explica Joaquín Cuevas, quien, en el futuro, pretende ocupar otros RCD como áridos reciclados.
En estos años de funcionamiento, Reviste ha logrado recuperar unos 17 mil metros cúbicos de madera que han sido ocupada como revestimiento en 200 metros cuadrados en proyectos inmobiliarios de la misma empresa Viconsa, ya sea para ser usada en los halls de acceso, terrazas, quinchos y otros. Cabe señalar que, aproximadamente, los revestimientos consideran un 5 por ciento de la inversión en un proyecto inmobiliario. “Nuestro sueño es que todos los edificios de Chile ocupen nuestros revestimientos”, apunta Joaquín Cuevas, cofundador de Reviste.
El otro aliado importante del proyecto es la empresa viñamarina Revaloriza, que recientemente inauguró la primera planta de residuos de la construcción de Chile y de América Latina, que les proporciona madera ya segregada para empezar a trabajar en dichos revestimientos.

“Los internos del CET de Valparaíso hacen todo el proceso: sacan los clavos de la madera, las limpian, ocupan las sierras, y luego en una matriz arman los módulos. Cada 9 palmetas, es un lote, que representa un metro cuadrado. Nuestra acción social pasa por dar trabajo; acá no hay donaciones. Ellos tienen un trabajo y están aprendiendo un oficio”.
La reinserción social
La clave del éxito del emprendimiento no descansa solamente en su positivo impacto medioambiental, al reducir el perjuicio producido por los residuos de la construcción, que van a parar a vertederos ilegales ubicados en las quebradas de la región. Lo es, sobre todo, por el trabajo social que desarrollan en conjunto con Gendarmería de Chile y los internos de una de las unidades del Centro de Educación y Trabajo (CET) ubicado en el Barrio O’Higgins de Valparaíso.
Todo fue así: un día el seremi de Justicia de entonces les preguntó cómo pensaban manufacturar los revestimientos y si habían acudido al CET. Ni Cuevas ni Acevedo sabían qué era el CET. Cuando lo supieron, dijeron de inmediato que sí y sabían que, al hacerlo, estaban realizando una enorme contribución a la reinserción social y laboral de los internos de estos centros dependientes de Gendarmería, cuya misión es albergar a un grupo de personas privadas de libertad que trabajan y cumplen su condena en un lugar segmentado, sea dentro o fuera de los recintos penales.
“Los internos del CET de Valparaíso hacen todo el proceso: sacan los clavos de la madera, las limpian, ocupan las sierras, y luego en una matriz arman los módulos. Cada 9 palmetas, es un lote, que representa un metro cuadrado. Nuestra acción social pasa por dar trabajo; acá no hay donaciones. Ellos tienen un trabajo y están aprendiendo un oficio”, cuenta Joaquín Cuevas, quien comenta que el 40 por ciento del valor de la venta de los revestimientos se dirige justamente al CET. Sin embargo, pese a lo loable de la misión, Cuevas reconoce que ha sido un poco compleja la tarea de trabajar con los internos.
“No ha sido fácil porque los internos no tienen mucha disciplina, no están acostumbrados a ciertos horarios. De a poco en coordinación con Gendarmería nos hemos ido acoplando”, admite Cuevas.
Hace unas semanas, sin embargo, Reviste recibió una visita que, quizás, les permitiría ampliar el rango y llegar a muchos más recintos penitenciarios de todo el país, para así escalar la producción. La institución que conoció su labor fue Espacio Mandela, una institución que aboga por el proceso de reinserción de personas de alto compromiso delictual que están privadas de libertad en distintos recintos penitenciarios del país.
Este contacto, por ahora, les permitirá llegar al Complejo Penitenciario Valparaíso, el recinto penal más grande de la región, ubicado en el Camino La Pólvora de la ciudad puerto, donde podrían contar con 40 personas más. “Espacio Mandela es especialista en reinserción en recintos penitenciarios. Tienen otras herramientas, por ejemplo, capacitaciones de Sence. Tienen sede en La Serena, en Santiago, y de la mano de ellos queremos expandir este modelo a otras ciudades del país. Necesitamos ampliar estos centros de trabajo, porque nos dimos cuenta de que cuando les exigimos mucho, baja la calidad. Hay un punto de equilibrio que necesitamos contemplar”, narra Cuevas, quien trabaja actualmente con 7 personas del CET de Valparaíso en el proyecto.
“Les hemos enseñado el valor de los residuos para que posteriormente sean agentes de cambio, puedan estudiar. Por cada persona que se reinserta a la sociedad, el Estado recibe 37 millones de personas”, cierra Cuevas.