Reciclaje de plásticos en Chile: avances y brechas de una industria clave para una implementación exitosa de la Ley REP
Asipla y la ASCC darán a conocer hoy un estudio de diagnóstico y propuestas para potenciar la demanda de resinas plásticas recicladas en el país en el marco de un APL impulsado por ambas entidades, con el objetivo de generar nuevas iniciativas y aplicaciones que sean capaces de absorber la enorme oferta que generarán los grandes volúmenes de material reciclado provenientes de los domicilios cuando entre en vigencia la Ley REP en envases y embalajes. Entre los avances: ya más del 50% de las empresas de la industria del plástico usa material reciclado en sus procesos, al tiempo que las importaciones de plástico reciclado van ostensiblemente a la baja dando prioridad al producto recolectado en Chile. Los desafíos están marcados por la falta de un estándar y adecuada trazabilidad del material reciclado, lo que lleva a que menos del 4% provenga de posconsumo domiciliario debido a su baja calidad y presencia de contaminantes, a lo que se suma que aún existen prejuicios respecto de la calidad de los productos que usan resinas recicladas.
Periodista
A fines de octubre pasado, la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) iniciaron el trabajo para la creación de un Acuerdo de Producción Limpia (APL) que ayude a potenciar la demanda de resinas recicladas por parte de grandes sectores productivos como la construcción, minería, pesca y agricultura. El principal objetivo es generar iniciativas y nuevas aplicaciones que sean capaces de reemplazar total o parcialmente la resina plástica virgen por material reciclado, para absorber la nueva oferta que se generará a partir de residuos domiciliarios e industriales producto de la implementación del Decreto de Envases y Embalajes de la Ley REP, que acaba de entrar en vigencia.
En esa tarea, Asipla y la ASCC darán a conocer hoy el informe “Diagnóstico y Propuesta de APL, Potenciando la demanda de Resinas Plásticas Recicladas”, que levanta valiosa información respecto de las tendencias internacionales en esta materia, realiza un análisis a nivel nacional de las aplicaciones plásticas elaboradas en Chile cuya fabricación demanda volúmenes significativos de plásticos vírgenes y reciclados, actualiza información estadística e identifica brechas y oportunidades para el reciclaje de plásticos a nivel nacional. Y al mismo tiempo, entrega una primera propuesta de objetivos para la implementación del APL.
“El trabajo del Acuerdo de Producción Limpia, en su etapa de implementación, va a tener un fuerte foco en lograr una caracterización y buena trazabilidad del origen de las materias primas recicladas, con parámetros e indicadores definidos para este propósito, de manera de poder entregar información clara a los demandantes de esta materia prima reciclada para que puedan saber cuál es el alcance o el tipo de aplicaciones en las cuales lo pueden incorporar”, dice Magdalena Balcells, gerenta general de Asipla.
“En ese sentido -agrega-, va a ser clave la participación de todas las partes de esta cadena, ya que desde la recolección hasta la valorización misma es importante entender cada proceso en detalle”.
Para Giovanni Calderón, director ejecutivo de la ASCC, “el diagnóstico identificó que el mercado de las resinas recicladas es aún limitado y orientado a algunos sectores industriales, principalmente construcción, agricultura y envases y embalajes. Además, que las empresas del rubro están concentradas principalmente en la Región Metropolitana. El principal desafío para la competitividad del sector se relaciona con la potencial demanda de resina reciclada y su precio en el mercado en relación con la resina virgen”.
Lo primero que hace el informe es consolidar la información existente, y ahí surgen algunas cifras interesantes que dan cuenta de avances incipientes. Por ejemplo, que mientras en 2018 se importaron a Chile más de 7.700 toneladas de resinas plásticas recicladas (81% de ellas PET reciclado, o RPET), en 2019 esta cifra se redujo a 1.558 toneladas (93% RPET). La explicación de esta baja, señala el informe, “se debió a un impulso realizado por la industria para cubrir la demanda de estas resinas con material reciclado a nivel nacional, en función de los avances de la Ley REP”.
En cuanto a la valorización, las cifras indican que en 2018 un total de 86.12 toneladas de plásticos se enviaron a reciclaje, generando 83.680 toneladas de resina reciclada, con una merma del 3%. Y de ello, el 83% proviene de los desechos de las propias industrias y solo un 17% de los residuos domiciliarios, que es donde estará puesto el foco de la Ley REP. ¿Qué ocurrió con esas resinas recicladas? Un 11,7% (9,8 mil toneladas) fue exportada y la cantidad restante (73.880 toneladas) cubrió casi el 10% del consumo local de materia prima.
La industria del plástico en Chile la componen 432 empresas, incluidos productores y comercializadores de materia prima, transformadores de plástico, recicladores, comercializadores de maquinaria, gestores de residuos, empresas de logística y otros servicios especializados. El grupo más relevante son los transformadores de plástico, cerca de 340 empresas, que producen todo tipo de aplicaciones a partir de resinas vírgenes y recicladas, generando más de 22 mil empleos directos.
Respecto de los envases, en 2018 se destinaron 50.500 toneladas de envases a reciclaje, los que produjeron 49.000 toneladas de resinas recicladas. Y de ellas, 31.900 toneladas se derivaron a la fabricación de nuevos envases y 17.100 toneladas se reciclaron en productos de menor valor.
“Dentro del balance se estableció que sólo un 63% del material recuperado para reciclaje desde residuos de envases se valoriza hacia un destino similar (nuevos envases, pero no del mismo tipo que le dio origen ya que se estima que actualmente dicha opción es prácticamente nula) , un 34% se recicla en productos de menor valor (downcycling o cascada) y un 3% corresponde a pérdidas del proceso. Actualmente la principal vía de reciclaje hacia nuevos envases corresponde al reciclaje de PET que se transforman en envases del tipo clamshells o similares”, señala el reporte.
Los desafíos para cumplir las metas de la Ley REP
El estudio también realiza una proyección respecto de la generación y valorización de residuos plásticos en base a las metas exigidas por la Ley REP. De acuerdo a las proyecciones del Ministerio del Medio Ambiente, señala, al año cinco de implementación del decreto de envases y embalajes (2028) debería haberse enviado a reciclaje 297 mil toneladas de residuos de envases, casi seis veces la cantidad reciclada informada en 2018. “Para llegar a los valores establecidos en la regulación -dice el informe-, el crecimiento del reciclaje de residuos de envases domiciliarios debe bordear entre un 17% y un 18% anual desde 2019, y para los residuos de envases no domiciliarios debe ser entre un 20% y un 21% anual. Pero el crecimiento de 2019 y 2010 lo más probable es que haya sido mucho menor”.
Para cumplir las metas, agrega, se requeriría que el año 2021 el reciclaje domiciliario aumentase la producción de reciclado en un 10% y luego fuera aumentando hasta 20%-25% por año. En el caso del reciclaje no domiciliario, se debería llegar a un aumento máximo de 30-35% anual los primeros años de la REP para luego reducir en forma importante sus tasas de crecimiento. “De acuerdo con lo anterior, se requiere un aumento sustancial de la capacidad de reciclaje en el corto plazo para lograr las metas impuestas”, afirma.
Respecto de este análisis, dice Magdalena Balcells, “lo interesante que encontramos es que en los números, al menos durante los primeros años, no pareciera haber una limitación para poder cumplir con las metas en lo que se refiere a la capacidad instalada e infraestructura para el reciclaje y valorización del plástico”.
“La gran duda surge -agrega- con respecto a si vamos a ser capaces de recolectar el material necesario para cumplir esa meta, lo que a su vez tiene una segunda lectura y es que efectivamente, hasta el momento, el desarrollo que ha habido en la industria del reciclaje de plástico obedece principalmente a oportunidades aisladas que han sido empujadas de manera independiente por las empresas y emprendimientos, los cuales han decidido desarrollar este mercado. Esto nos permite aventurar que, probablemente, con la Ley REP y con este APL andando, y con más industrias demandando este material, sin lugar a dudas será un impulso que aceleraría la instalación de la economía circular del plástico en Chile”.
Respecto de lo que están haciendo hoy las empresas del plástico en materia de reciclaje, el estudio encuestó 34 empresas transformadoras y recicladoras. Y uno de los principales hallazgos es que hoy el 57% de las empresas transformadoras consultadas utiliza tanto resina virgen como reciclada en sus procesos, aunque hoy dan prioridad al uso de sus propias mermas y luego a resina adquirida de origen industrial. No obstante, un alto porcentaje de las empresas (sobre 70%) indica que es totalmente factible aumentar los porcentajes de resina reciclada en sus productos, pero siempre considerando que para algunas aplicaciones existen limitaciones.
Más del 86% de las empresas del sector plásticos se concentra en la Región Metropolitana, y el nivel de ventas de la industria del plástico al año 2018 fue de 2.658 millones de dólares, representando el 0,89% del PIB nacional.
Avances y brechas: la necesidad de crear un estándar
Del total de empresas encuestadas, las transformadoras informaron una producción de 273 mil toneladas anuales al año 2018, mientras que para las empresas relacionadas solo al reciclaje (un 20% de la muestra) su producción al mismo año superó las 8.300 toneladas, con un crecimiento del 1% en 2019 y 2020. Hoy gran parte de las empresas transformadoras del sector plásticos son receptores directos y valorizadores del material recuperado, el cual reciclan e incorporan en nuevos productos, en porcentajes variables.
Sin embargo, hoy una de las principales complejidades, de cara a la implementación del decreto de envases y embalajes, es el origen de esos plásticos reciclados. En el caso de las empresas transformadoras, el 54% de este proviene del post consumo industrial y otro 42% de las mermas de su propio proceso productivo. Solo un 4% del plástico reciclado proviene de los domicilios. Y en el caso de las empresas recicladoras, la cifra es aún más baja: un 1% corresponde a posconsumo domiciliario, y su principal insumo son los residuos de los procesos industriales, con un 94% de su materia prima.
A partir de las cifras, el estudio detecta una serie de avances, y también de brechas, existentes actualemente en la industria. Respecto de los primero, además del importante número de empresas que ya usan resinas recicladas en sus procesos, está el hecho de que todas desarrollan gestión de residuos plásticos para su recuperación y reciclaje, y que el porcentaje de eliminación a relleno no supera el 7%; que parte importante de las empresas que usan resinas recicladas cuentan con personal capacitado para ello (sobre 75%); y que muchas de ellas ya tienen avances iniciales con empresas que están trabajando con sus clientes para la mejora de sus productos en cuanto a circularidad y Ley REP.
Y en cuanto a las brechas, una de las primeras que surge es la calidad de la resina reciclada, en particular con la que se origina en el posconsumo domiciliario debido a la presencia de contaminación por problemas de segregación y limpieza, entre otros. “Se plantea que no se han implementado estándares de calidad del material en el mercado, por lo cual, las empresas prefieren usar sus propias mermas, y material que sea de origen industrial”, señala el informe.
A esto se agrega que en muchos casos se desconoce el origen de la resina reciclada puesta en el mercado (domiciliario, no domiciliario, o mezcla), “destacando la falta de trazabilidad en los flujos de estos materiales, lo que genera una brecha que se plantea abordar dentro del APL con la generación de un sistema de información que permita clarificar las cantidades reales de residuos según origen, a fin de establecer metas de recuperación acordes a la realidad del sector”.
Para Magdalena Balcells, de Asipla, se trata de un tema que se ha planteado en múltiples oportunidades. “Una brecha muy relevante tiene que ver con las condiciones en las que se recolecta la materia prima desde los hogares para generar, a partir de ella, resina plástica reciclada, cualquiera sea el tipo de plásticos”, afirma.
Las principales actividades económicas que demandan aplicaciones plásticas son envases y embalajes (48%), construcción (21%), retail (8%), minería (8%), agricultura y pesca (8%) y otros usos (7%). El consumo aparente al año 2019 fue de 1.004.431 toneladas , con un crecimiento del 0,8% respecto al año 2018, lo que da un consumo per cápita cercano a 53 kg/habitante.
“Este desafío -agrega Balcells- se compone de dos elementos básicos: por un lado, necesitamos reforzar fuertemente la logística y la infraestructura de recolección, bien sea a través de puntos limpios o recolección segregada en cada hogar. Por otro lado, es fundamental que la ciudadanía se haga partícipe de forma activa en términos de informarse y educarse sobre las condiciones deseables en las que se deben entregar los residuos para su recolección. Lo anterior cobra importancia dado que las etapas de pretratamiento de residuos, como el lavado, encarecen el proceso y podría resultar en que el material deja de ser competitivo”.
Esto es clave, señala el estudio, ya que si bien existe un nivel adecuado de capacidades en las empresas en general, igual se observa falta de procedimientos y estándares de calidad. Esto podría remediarse, por ejemplo, con el desarrollo de fichas técnicas que estandaricen la calidad de las resinas recicladas. De hecho, una parte importante de las empresas transformadoras dice que es posible incorporar e incluso aumentar el contenido de material reciclado en algunos de sus productos, pero para ello se requiere tener claro la calidad de dicho material.
Otro problema detectado es que en los potenciales demandantes de estas resinas (en particular, quienes deciden las compras), se observa que falta información de los desarrollos actuales en relación al uso de material reciclado en productos de calidad, el cual se ve frenado por el prejuicio de que el producto sea menos durable o de menor calidad. Una situación que será clave de resolver de cara a la necesidad de darle salida a los grandes volúmenes de material reciclado que generará la Ley REP.
Todos estos desafíos son los que deberá abordar el APL que busca potenciar la demanda de resinas recicladas en el país. Por ahora, ya se proponen en el mismo estudio algunas metas a alcanzar, entre ellas generar información base sobre el origen y caracterización de las resinas recicladas a través de reportes periódicos; la implementación de estándares de calidad del plástico reciclado y su trazabilidad, para incrementar su uso en productos; generar acciones de promoción, difusión y sensibilización sobre los beneficios del uso de productos que contengan material reciclado; e incrementar las capacidades de la industria para aumentar el uso de resinas recicladas en sus productos. Todas metas cuyo cumplimiento será fundamental para una industria clave en el éxito de la Ley REP, así como la incorporación de estos materiales en los grandes sectores industriales del país.
“Las principales actividades económicas que demandan aplicaciones plásticas son minería, construcción, agricultura, pesca y envases y embalajes. De acuerdo a las cifras sectoriales de Asipla, un 43% del consumo de plástico en Chile se destina a la industria de envases y embalajes, la cual abastece a todo el sector exportador frutícola y acuícola, lo que genera una exportación indirecta de diversos tipos de envases plásticos producidos en Chile. Desde la agencia hemos estado desarrollando un trabajo muy valioso con la industria de envases y embalajes, a través de dos APL, por lo que se puede incorporar este sector al futuro trabajo que se realice con el sector del plástico. Así también, motivando a otros sectores a preferir la demanda de resinas plásticas recicladas”, dice Giovanni Calderón.