A fines de octubre pasado, la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) iniciaron el trabajo para la creación de un Acuerdo de Producción Limpia (APL) que ayude a potenciar la demanda de resinas recicladas por parte de grandes sectores productivos como la construcción, minería, pesca y agricultura. El principal objetivo es generar iniciativas y nuevas aplicaciones que sean capaces de reemplazar total o parcialmente la resina plástica virgen por material reciclado, para absorber la nueva oferta que se generará a partir de residuos domiciliarios e industriales producto de la implementación del Decreto de Envases y Embalajes de la Ley REP, que acaba de entrar en vigencia.
En esa tarea, Asipla y la ASCC darán a conocer hoy el informe “Diagnóstico y Propuesta de APL, Potenciando la demanda de Resinas Plásticas Recicladas”, que levanta valiosa información respecto de las tendencias internacionales en esta materia, realiza un análisis a nivel nacional de las aplicaciones plásticas elaboradas en Chile cuya fabricación demanda volúmenes significativos de plásticos vírgenes y reciclados, actualiza información estadística e identifica brechas y oportunidades para el reciclaje de plásticos a nivel nacional. Y al mismo tiempo, entrega una primera propuesta de objetivos para la implementación del APL.
“El trabajo del Acuerdo de Producción Limpia, en su etapa de implementación, va a tener un fuerte foco en lograr una caracterización y buena trazabilidad del origen de las materias primas recicladas, con parámetros e indicadores definidos para este propósito, de manera de poder entregar información clara a los demandantes de esta materia prima reciclada para que puedan saber cuál es el alcance o el tipo de aplicaciones en las cuales lo pueden incorporar”, dice Magdalena Balcells, gerenta general de Asipla.
“En ese sentido -agrega-, va a ser clave la participación de todas las partes de esta cadena, ya que desde la recolección hasta la valorización misma es importante entender cada proceso en detalle”.
Para Giovanni Calderón, director ejecutivo de la ASCC, “el diagnóstico identificó que el mercado de las resinas recicladas es aún limitado y orientado a algunos sectores industriales, principalmente construcción, agricultura y envases y embalajes. Además, que las empresas del rubro están concentradas principalmente en la Región Metropolitana. El principal desafío para la competitividad del sector se relaciona con la potencial demanda de resina reciclada y su precio en el mercado en relación con la resina virgen”.
Lo primero que hace el informe es consolidar la información existente, y ahí surgen algunas cifras interesantes que dan cuenta de avances incipientes. Por ejemplo, que mientras en 2018 se importaron a Chile más de 7.700 toneladas de resinas plásticas recicladas (81% de ellas PET reciclado, o RPET), en 2019 esta cifra se redujo a 1.558 toneladas (93% RPET). La explicación de esta baja, señala el informe, “se debió a un impulso realizado por la industria para cubrir la demanda de estas resinas con material reciclado a nivel nacional, en función de los avances de la Ley REP”.
En cuanto a la valorización, las cifras indican que en 2018 un total de 86.12 toneladas de plásticos se enviaron a reciclaje, generando 83.680 toneladas de resina reciclada, con una merma del 3%. Y de ello, el 83% proviene de los desechos de las propias industrias y solo un 17% de los residuos domiciliarios, que es donde estará puesto el foco de la Ley REP. ¿Qué ocurrió con esas resinas recicladas? Un 11,7% (9,8 mil toneladas) fue exportada y la cantidad restante (73.880 toneladas) cubrió casi el 10% del consumo local de materia prima.