Pese a que en enero de este año el gobierno anunció que se le pondría suma urgencia en el Congreso, el proyecto de reforma al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), que busca agilizar la tramitación de proyectos de inversión, se mantiene desde hace dos años prácticamente congelado en la Cámara de Diputados, ante el bajo consenso que concitaron las propuestas de modificación impulsadas por el Ejecutivo.
Se trata de una reforma ampliamente esperada para un sistema que cumple ya casi 25 años, más aún en el contexto actual en que, frente a la crisis económica causadas por la pandemia del coronavirus, se requiere de agilizar la tramitación de proyectos en busca de una reactivación económica que se asume urgente, sin descuidar la protección del medio ambiente y enfrentar -además- el nuevo escenario de crisis social en el país.
Para abordar este desafío, País Circular y el estudio Elías Abogados convocaron al seminario “El SEIA en el marco de la reactivación sostenible”, que forma parte de el ciclo de conversatorios “A 25 años de la institucionalidad ambiental, una revisión necesaria”, donde los avances y necesidades de esta reforma fueron abordados por Paula Elías, socia fundadora de Elías Abogados; Javier Naranjo, subsecretario del Medio Ambiente; Claudio Seebach, presidente ejecutivo de Generadoras de Chile; y Jaime Solari, presidente ejecutivo de la consultora ambiental SGA.
“La idea es generar estos espacios de reflexión y análisis de nuestra institucionalidad ambiental, y que esta sea tratada por sus protagonistas. Esto nos permite identificar en el corto y mediano plazo los espacios de mejora que nos lleven a enfrentar la próxima década con los ajustes adecuados que se requieren”, planteó Paula Elías.
“Hoy abordamos una de las materias más sensibles, por cuanto impacta directamente la calidad de vida de las personas, nuestro entorno, los territorios y la economía del país. Hablamos del SEIA y la institución que lo administra, el SEA (…) Nos encontramos frente a desafíos de gran relevancia para nuestra institucionalidad ambiental y para el país. Afortunadamente hay un diagnóstico compartido frente a los principales desafíos que se presentan frente a la evaluación ambiental de proyectos, por lo que la tarea urgente parece estar enfocada en jerarquizar e identificar los niveles o ámbitos en que se deben introducir las reformas”, agregó.
Al respecto, el subsecretario del Medio Ambiente, Javier Naranjo, inició la conversación afirmando que “yo soy un defensor del SEIA, creo que ha estado muy vilipendiado y eso obedece a distintas razones. Lo que no quiere decir que es perfecto”, afirmando que es necesario entender el objetivo para el que fue creado.
Esto, dijo, porque el SEIA es un instrumento de gestión ambiental denominado “de tercer orden”, lo que implica que para su adecuado funcionamiento se requiere que instrumentos de segundo orden -como la planificación territorial y la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), por ejemplo- estén funcionando adecuadamente, al igual que los de primer orden, como la política pública, que cubre todo el espectro asociado a la normativa ambiental.
“Cuando tienes una política pública robusta, instrumentos de segundo nivel robustos, el tercer nivel por lo gravedad finalmente va a funcionar bien. Hoy lo que sucede es que los instrumentos de segundo orden no son suficientes, porque muchos son muy antiguos y requieren mejorarse, y eso hace que existan vacíos de segundo orden que permean lamentablemente el SEIA; y con eso se tienden a ‘seizar’ los problemas”, afirmó.
“Eso implica -agregó” que para hacerse cargo de los vacíos de los instrumentos de segundo orden, se impongan como condiciones a la evaluación de impacto ambiental de los proyectos, cuando el objetivo del SEIA no es hacerse cargo, sino que su objetivo es incorporar la variable ambiental a los proyectos de inversión públicos o privados. Lamentablemente, se intenta solucionar la política pública en los proyectos de inversión, en el SEIA -para proyectos públicos o privados-, y eso ha generado que hoy existan problemas en el sistema de evaluación de impacto ambiental”.
Respecto de uno de los aspectos más criticados del sistema, la participación ciudadana, Naranjo afirmó que probablemente en Chile no exista ningún instrumento con mayor participación que el SEIA, lo que se grafica -ejemplificó- en que un proyecto inmobiliario puede llegar a tener 10.000 observaciones ciudadanas.