Políticas públicas y una fuerte presencia en discurso digital marcan el liderazgo de Chile en la economía circular en América Latina
Estudio realizado por la Fundación Konrad Adenauer y el CIEC en 20 países de Latinoamerica muestra a Chile como un promotor de la economía circular en la región. Se detectan 17 iniciativas públicas en esta materia, lejos de las 8 que posee Perú, el segundo en la lista. También un fuerte posicionamiento de las conversaciones sobre esta materia en redes sociales en habla hispana, donde concentra el 16% de estas, solo superado por España (55%) y por sobre México (12%) y Colombia. A nivel de la región, el gran déficit se encuentra en la investigación científica en economía circular, en comparación con el resto del mundo.
Periodista
¿Qué tan avanzada está la economía circular en Chile? A juicio del reciente estudio “Economía Circular y Políticas Públicas”, mucho. A nivel Latinoamericano, nuestro país es el que posee la mayor cantidad de iniciativas públicas en esta materia en la región, con 17, seguida de lejos por Perú (8), Ecuador (7) y Argentina (6), posee un ecosistema favorable para el emprendimiento y muestra una clara tendencia de liderazgo en la actividad en redes sociales sobre esta materia, lo que revela su presencia en la discusión pública.
Estas son algunas de las conclusiones que muestra el estudio realizado por la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y el Centro de Innovación y Economía Circular (CIEC), cuyo objetivo es dar cuenta del estado del arte del avance e implementación de la economía circular en los países de América Latina en cuanto a políticas públicas, ya sea en etapas de diseño o implementación.
Un trabajo que incluyó la realización de talleres en Lima, Bogotá y Chile con expertos en la materia, y que permitió identificar las diferentes iniciativas impulsadas por el sector público, los emprendimientos que más resaltan y descubrir el discurso digital en torno a esta temática en 20 países de la región.
Según explica Luis Martínez, investigador del CIEC y coordinador del proyecto, “este estudio recoge por primera vez las iniciativas gubernamentales en materia de economía circular en los distintos países de Latinoamérica. Es un comienzo de mapeo de iniciativas públicas, que es importante por dos cosas: porque es inédito, y porque versa sobre una temática muy atingente e innovadora en la transición de un economía lineal a una economía circular, donde los gobiernos son actores fundamentales”.
“Sirve como un primer instrumento para dar una imagen de como vamos en este tema en la región. A la vez, muestra que hay mucho por hacer y mucho potencial con respecto a políticas públicas necesarias para incentivar la economía circular en América Latina”, dice Nicole Stopfer, directora del Programa Regional Seguridad Energética y Cambio Climático en América Latina (EKLA), de KAS.
Para Nicolás Freire, director del Observatorio de Política y Redes Sociales de la U. Central y uno de los autores del estudio, este trabajo incorpora un enfoque multidimensional a partir del cual se pueden mirar los distintos procesos que involucran la economía circular.
“No solo es un proceso económico, industrial, no solo lo podemos apuntar desde el “pensar verde”, sino también es posible abordarla desde lo relacionado con la investigación académica o la comunicación política. La relevancia de este informe es que abre un poco el margen y nos permite tener una mirada más amplia de dónde está presente la economía circular”, señala.
Economía circular en el discurso público digital
Uno de los análisis que hace el estudio es determinar qué se habla -y quiénes hablan- de economía circular en la red social Twitter, en el entendido que estas plataformas han terminado por constituirse en canales indispensables para la comunicación política y pública, pero también para la sociedad civil organizada, el sector privado y la ciudadanía en general. Son, por tanto, canales que activan audiencias, mueven opiniones y permiten el despliegue de influenciadores sobre temáticas tan relevantes como aquellas relacionadas con la economía circular.
Para elo, analizaron las conversaciones en la red durante un año, entre junio de 2018 y mayo de 2019, que contenían el concepto “economía circular” en español, incorporando además variables como cantidad de veces que se escribió y zona geográfica, entre otras.
Durante ese período, se registraron 149.333 tuits sobre economía circular, en comparación con los 668.196 de ODS y los 541.511 relacionados al desarrollo sostenible. En el mismo período, se generaron cinco peaks de menciones: dos en España, dos en Chile (Foro de Economía Circular en diciembre y Seminario Corfo Tarapacá en mayo) y uno en Argentina.
“Uno de los objetivos que ha seguido la conversación en torno a la economía circular desde el punto de vista de los técnicos es el alejarse del concepto de residuos, pero en cambio nos damos cuenta que el concepto sigue presente y muy vinculado a la economía circular. Ahí hay desafíos importantes en términos de la transmisión de los conocimientos y de cambios de enfoques a la hora de comunicar”
De este análisis se desprende que responde a una temática más bien de nicho y no tan masiva, y que al momento de producirse peaks en las conversaciones estos bajan rápidamente, por lo que la conversación sobre economía circular no tiene aún la capacidad de manterse relativamente alta y estable en el tiempo.
Otro aspecto que mostró el análisis del comportamiento de la economía circular en Twitter es que las conversaciones se centran fuertemente en el concepto de residuos, lo que centraliza la mirada en un solo aspecto del modelo, aunque también aparecen asociados otros conceptos como innovación, tecnológica, y sostenibilidad.
“Uno de los objetivos que ha seguido la conversación en torno a la economía circular desde el punto de vista de los técnicos es el alejarse del concepto de residuos, pero en cambio nos damos cuenta que el concepto -cuando se hace investigación académica y cuando se observa la comunicación de redes sociales- sigue presente y muy vinculado a la economía circular. Ahí hay desafíos importantes en términos de la transmisión de los conocimientos y de cambios de enfoques a la hora de comunicar”, dice Nicolás Freire.
Y en cuanto a los temas relacionados con la economía circular en esta red social, un 22% dicen relación con la categoría público-institucional, la misma cifra para calidad de vida y medio ambiente, un 19% está relacionada con el área negocio-empresarial, un 10% con el área académica y un 7% con energía.
¿Dónde se generan estas conversaciones? Nuevamente nuestro país destaca a nivel Latinoamericano: el 55% se genera en España, el 16% en Chile, un 12% está en México, el 8% en Colombia, el 5% en Argentina y el 4% en el resto de los países.
De acuerdo al estudio, el gran desafío del “activismo digital” en materia de economía circular “es la capacidad de salir de las comunidades que hablan de economía circular, es ampliar el campo de acción y no solo hablarles a los convencidos, sino salir del nicho y tranformarla en conversaciones masivas”.
Además, señalan, se abre un espacio para que la política se incorpore a la discusión. “Los partidos políticos no movilizan o, al menos, no comunican su trabajo en temas de economía circular, no se visualiza un liderazgo político fuerte en la región. Es decir, la oportunidad de contar con una temática atractiva, muy contingente y con casi nulo rechazo en la sociedad, aún no es prioridad para la política. Este gap debe ser un llamado de atención a los sectore políticos”, señala el informe.
Políticas públicas y emprendimiento
En los últimos años, la economía circular ha centrado la atención de organismos internacionales, empresas y ong’s como un camino para avanzar hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental. Y también porque se han calculado en 4,5 trillones de dólares los beneficios ecnómicos que se podrían producir al año 2030 si se implementa como un modelo de negocios.
Y en esta materia, las políticas públicas son las únicas capaces de alinear y cambiar incentivos de los sectores académicos y empresariales con el objetivo de generar conocimiento aplicado, y que este sea utilizado por las empresas a nivel de pequeñas, medianas y grandes corporaciones.
“Chile sin duda es un país promotor. Fue uno de los primeros países en aprobar la normativa de bolsas plásticas, las conversaciones más frecuentes alrededor del tema en redes sociales vienen de Chile, tiene a Corfo como un actor importante y cuenta con más iniciativas públicas en comparación con la región. La creación de centros tecnológicos, si bien no son perfectos, ha ayudado a trasladar el tema de la ciencia a la generación de soluciones prácticas”.
De acuerdo al estudio, el liderazgo de Chile en esta materia es amplio en relación al resto de la región. De las 80 propuestas públicas encontradas por el investigadores en América Latina, 17 están en Chile. Como ya se ha señalado, le sigue de lejos Perú con 8, mientras que las grandes economías de la región, como Brasil y México, solo registran 3 y 2, respectivamente.
Entre estas iniciativas, a nivel nacional, se encuentran la le que prohibe la entrega de bolsas plásticas y los estudios realizados para avanzar hacia una Hoja de Ruta de la Economía Circular, ambos del Ministerio del Medio Ambiente; y la creación de un Centro Tecnológico en Economía Circular en Tarapacá, la convocatoria internacional para la creación de un “Instituto de Tecnologías Limpias”, la Iniciativa Huella y el programa “Súmate a la Economía Circular”, todos de Corfo.
Para Luis Martínez, del CIEC, además de las principales iniciativas desarrolladas en Chile en esta materia, “hay otras más pequeñas a nivel gubernamental, principalmente de Corfo con una batería de instrumentos que ha ido sacando y que nos han ido poniendo a la vanguardia en políticas de apoyo, financiamiento y difusión en materia de economía circular, particularmente en pymes”
“Chile sin duda es un país promotor”, dice Nicole Stopfer, de EKLA KAS. “Fue uno de los primeros países en aprobar la normativa de bolsas plásticas, las conversaciones más frecuentes alrededor del tema en redes sociales vienen de Chile, tiene a Corfo como un actor importante y cuenta con más iniciativas públicas en comparación con la región. La creación de centros tecnológicos, si bien no son perfectos, ha ayudado a trasladar el tema de la ciencia a la generación de soluciones prácticas”, agrega.
En cuanto a los emprendimientos en esta materia, si bien no existe un ranking ni un listado preciso de estos, se destaca a Chile como un país “que en los últimos años ha experimentado un auge en el espíritu empresarial. Parte de esto se pued eatribuir al apoyo de los medios de comunicación a emprendimiento, así como al apoyo considerablemente mejorado del sector público.
Entre los principales obstáculos para el desarrollo de emprendimientos circulares, en tanto, se identifica “una excesiva centralización y falta de financiamiento para emprendimientos sostenibles. Se reconoce el trabajo de algunas instituciones (principalmente Corfo), pero no se visibiliza apoyo más efectivo de otras instituciones públicas o a nivel de las regiones. No se visualiza impacto mayor que el de ‘nicho’ para algunos emprendimientos circulares”.
Al respecto, Nicolás Freire coincide en que “Chile es uno de los países que más ha avanzado en economía circular, y diría en Iberoamérica, y al mismo tiempo es uno de los países que presenta el mayor potencial en términos de todos aquellos procesos que pueden involucrarse en la economía circular, a partir de las energías renovables. En ese sentido, hay un posicionamiento”.
“Sin embargo -agrega- no puede dejarse de lado que hoy ciertamente los eventos contingentes que llevaron -por ejemplo- a que la COP se tuviese que cambiar de sede, significan pérdidas de terreno importantes que no nos podemos permitir, y por lo tanto requerimos tener un mayor nivel de atención en estos temas”.
Según explica Andree Henríquez, investigador del CIEC participante del estudio, uno de los objetivos del proyecto es mostrar el estado de avance de la economía circular en América Latina desde múltiples actores, “bajo el entendido de que para avanzar requiere una mirada multi-stakeholders de nivel latinoamericano, y sobre todo pensando en la articulación de estos”.
En ese sentido -agrega-, si bien los países de la región avanza de manera progresiva en implementar la economía circular como un camino a la sostenibilidad, “requerimos todavía una trabajo más articulado entre las empresas, las universidades, los gobiernos y la sociedad para que esto tenga éxito. El Estado va a tener un rol fundamental como un actor que es capaz de articular a todos los restantes stakeholders. Así que los desafíos todavía son mayores”.
Producción científica en economía circular, al debe
El estudio también analiza los avances de la investigación en materia de economía circular, revisando información recogida de Web of Science (WOS) de los últimos años. Esto considerando publicaciones que utilizan el concepto “economía circular”, lo que podría dejar fuera otras publicaciones relacionadas -por ejemplo- a soluciones tecnológicas cobre procesos productivos.
De acuerdo a este análisis, desde 2015 existe un incremento significativo del número de investigaciones científicas en publicaciones indexadas, con un promedio de crecimiento de 103% entre 2014 y 2018. China lidera este campo, con un 12,6% de las publicaciones entre 1995 y 2019, seguida de Inglaterra, Italia y España. En conjunto, estos cuatro países regitran el 40.46% de las publicaciones. Destacan también los países nórdicos (Suecia, Finlandia y Dinamarca) que agregados alcanzan un 11,6% de las publicaciones a nivel internacional.
América Latina, en cambio, posee una baja participación internacional en la producción científica de economía circular. Solo Brasil (con 77) tiene presencia en el listado de los 25 países con mayore producción en esta materia, y el resto de los países muestra un desempeño significativamente menor en este campo.
De hecho, Brasil concentra el 55,4% de las publicaciones científicas en América Latina, seguido de México (13,7% con 19 publicaciones), Chile (11,5% y 16 publicaciones) y Colombia (7,9% con 11 publicaciones).