Plus Industrial: empresa sureña confecciona EPP para la industria salmonera y el sector salud
La firma, nacida en Puerto Montt, logró reemplazar las pecheras plásticas usadas en la industria del salmón, y de la proteína en general, con unos equipos de protección personal reusables, lavables y confortables. El 2020, en plena crisis sanitaria, logró insertarse en el área de salud, diseñando otros EPP para el personal que trabaja arduamente en el combate a la pandemia. Estudios constataron que, al final de su ciclo de vida, la Capa Plus -como le llamaron a los productos- podría ser ocupada como materia prima en la industria de la construcción.
Nacida en Puerto Montt durante el cenit de la crisis asiática, el año 1998, Plus Industrial arrancó en el mercado exclusivamente como lavandería industrial. Siempre orientada hacia la búsqueda de la excelencia, el crecimiento de la empresa estuvo ligada a este servicio, hasta que en 2016, inspirado de algún modo por un cambio de casa, se produjo un giro hacia la innovación y la sustentabilidad.
Aunque hoy la empresa sigue concentrando su facturación en el servicio de lavandería, hace cinco años empezó a explorar en el área de confección industrial, haciendo ropa para la industria salmonera aledaña y, en general, a la industria de la proteína como pavos, pollos, cerdos, etcétera.
“Yo ya conocía las plantas de proceso, cuyos trabajadores usaban un delantal, una tela, una gabardina. Sobre esas prendas se colocan pecheras plásticas de un solo uso. Cada trabajador por turno se coloca entre seis y ocho pecheras plásticas, entonces ahí pensamos en cómo diseñar un modelo inteligente de equipos de protección personal (EPP) que se pusiera reusar, que tuviera una segunda vida útil, si teníamos todo un minilaboratorio para desarrollar algo”, recuerda Egon Kiessling, gerente general de Plus Industrial.
Era en la época en que el plástico se comenzó a eliminar del comercio y Kiessling se sintió llamado a incursionar en este rubro, pero “no te explico la cantidad de prueba y error que tuvimos”, agrega. En su minuto contó con el apoyo de dos o tres empresas salmoneras que aspiraban a ser más sustentables, y les prestaron sus dependencias para hacer las pruebas pilotos. “Después del modelo 50 entendimos cuál era la mejor composición de tela”, grafica el gerente general.
El EPP que desarrolla Plus Industrial desde 2016 se fabrica a partir de un polímero importado desde China. Kiessling viajó dos veces hasta el gigante asiático en busca de proveedores, hasta que dio con el indicado en alguna de las ferias importantes que allá se celebran. “Lo importante era encontrar una capa con la cual el trabajador se cubra, porque las pecheras plásticas cumplían esa función en la industria de la proteína, de evitar mojarse; para el cliente final que consume el alimento también es importante la inocuidad, es decir, que el trabajador no tenga contacto con el alimento. Esas dos funciones se cumplen, fue pensado para ello”, complementa la autoridad. A este proyecto de elementos de protección personal le llaman Capa Plus.
“Hace muy poco honestamente me percaté que siempre fuimos innovadores, pero recién desde 2016 fuimos innovadores conscientes, que fue cuando partimos con las capas”.
El salto a la salud
Tras patentar el producto en Inapi en 2019, Plus Industrial logró ingresar al área de salud gracias al concurso “Reto de Innovación COVID-19”, convocado por el Ministerio de Ciencia y Corfo, y que buscaba una oferta de EPP orientado al personal de salud que combatía la pandemia. “Dentro de las 13 empresas ganadoras del proyecto, nosotros éramos la única que tenía EPP como capa; las otras 12 eran caretas faciales y mascarillas”, dice Kiessling.
Con algunas modificaciones respecto de las capas usadas para la industria acuícola, Plus Industrial pudo incorporar sus EPP en personal de salud en recintos hospitalarios de la zona sur de Chile, específicamente Puerto Montt, Calbuco y Temuco. “Logramos nivel 3 y 4 que son los máximos que exige el ISP para el área de salud”, acota el fundador de la empresa, orgulloso de tener su producto estrellas en tres áreas distintas: salmonera, proteína en general y, ahora, salud.
Esta innovación, además, trajo de la mano un componente social muy importante. “Aparte de desarrollar un EPP potente que evita residuos plásticos, que evita la contaminación, pudimos suscribir un vínculo con el Ministerio de la Mujer para que nos contactaran con jefas de hogar con experiencia en costura para que trabajaran desde sus casas en la confección de las prendas. Con tantas peticiones, no nos alcanzaba la mano de obra y, al incorporar a estas mujeres a la compañía, logramos resolver eso. Le llamamos ZOOMAR y es interesante porque son mujeres que no tenían trabajo y lo hacen desde sus casas”, prosigue Kiessling.
Lo importante para ambos tipos de Capa Plus es que se trata de un producto reutilizable, desinfectable, impermeable, lavable (soporta hasta 200 ciclos de lavado), confortable y ergonómico. Cuando termina su vida útil, además, también está ideada una solución para completar la circularidad del producto. La empresa hizo un ensayo con el Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (CIPA), que determinó que, de acuerdo a las características de ligereza e impermeabilidad, las capas podrían ser utilizadas como materia prima secundaria como palmetas para la industria de la construcción, de manera que no irían a un vertedero.
“Es recién un primer desarrollo, podría perfectamente servir para otra cosa, los resultados de este ensayo datan de hace un par de meses. También creemos que el producto se puede peletizar”, subraya Kiessling, quien cuenta que han logrado evitar que 810 toneladas de polietileno -contenido en las pecheras plásticas- terminen en la basura. “Hace muy poco honestamente me percaté que siempre fuimos innovadores, pero recién desde 2016 fuimos innovadores conscientes, que fue cuando partimos con las capas”, reflexiona al final Kiessling, quien ahora aspira a exportar la idea a otros países.