Plan de Descontaminación Atmosférica de Quintero pone énfasis especial en compuestos volátiles derivados de hidrocarburos
Establecimientos que almacenan combustibles líquidos, solventes u otras sustancias similares deberán estimar de forma individualizada las emisiones de Benceno, Tolueno, Etil Benceno y Xileno (BTEX), el tipo de gases que aparecen como principales responsables de intoxicaciones en la zona. Se rediseñará red de monitoreo de calidad del aire para que también los mida.
La noche del miércoles 31 de octubre, en una edición extraordinaria del Diario Oficial, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) hizo público el anteproyecto del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica para las comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví, con lo que dio inicio a un proceso de consulta pública que se extenderá hasta el próximo 14 de diciembre.
En 27 páginas, el anteproyecto del plan establece una serie de medidas para disminuir la contaminación del aire en una zona de 92.621 habitantes, donde en los últimos meses se han registrado fuertes episodios de intoxicaciones masivas que han afectado ya a casi 1.700 personas -desde el primer episodio registrado el 21 de agosto pasado-, sin que hasta ahora se haya logrado establecer el origen de las emanaciones que causaron estos hechos.
El plan presentado por el MMA incluyó un capítulo especial para el control de compuestos orgánicos volátiles (COVs) provenientes del sector de procesamiento y almacenamiento de hidrocarburos, que se aplica a todos los establecimientos de la zona que contemplen instalaciones de carga, descarga y transferencia de estos, así como a los sistemas de residuos industriales líquidos y a los sistemas de control de emisiones.
Si bien en el plan original -que fue representado por Contraloría- ya se establecía que los establecimientos que almacenan combustibles líquidos, solventes u otras sustancias de naturaleza similar, en volúmenes iguales a 10 toneladas o 15 m3, que emitan COVs deberán realizar anualmente una estimación de sus emisiones de estos, en el nuevo plan presentado por el MMA se establece además que “de forma individualizada, deberán estimar las emisiones de Benceno, Tolueno, Etil Benceno y Xileno (BTEX)”. Son este tipo de gases, precisamente, los que aparecen como principales responsables de las intoxicaciones masivas registradas en la zona.
Este informe anual, que deberá realizarse mediante una metodología a determinar por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), deberá incluir todas las fuentes emisoras de COVs del establecimiento, las emisiones estimadas en estanques de almacenamiento, la capacidad de procesamiento anual de compuestos que tengan hidrocarburos y la información del balance de masas de las emisiones de toneladas anuales de COVs.
Adicionalmente, todos los depósitos de almacenamiento de líquidos o gases que emitan COVs deberán contar con sistemas de control de estos, todos los procesos de carga y descarga de hidrocarburos deberán tener sistemas de captura de emisiones de COVs, y se prohiben las operaciones de venteo forzados a las naves que realicen carga o descarga en los muelles de la bahía, entre otros.
Junto con ello, el plan contempla un plan de Gestión de Episodios Críticos (GEC) que, además de controlar episodios de material particulado, también busca evitar peaks de SO2 en períodos cortos de tiempo cuando haya mala ventilación, y el control de COVs. Este incorpora un sistema de seguimiento de calidad del aire y el informe de un pronóstico diario de ventilación elaborado por la Dirección Meteorológica de Chile. Respecto a la red de monitoreo de calidad del aire en la zona, esta será rediseñada para que también mida COVs como Benceno, Tolueno y Xileno, entre otros.
De acuerdo al plan, “el sector industrial que se asocia con el manejo y procesamiento de hidrocarburos es responsable de la mayor parte de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles en la zona, siendo las principales fuentes Refinería Aconcagua de ENAP, Gasmar, Copec, Oxiquim, GNL Quintero, ENAP Quintero y Enex“. Las emisiones de COVs serían de 698 toneladas anuales.
Metas a cinco años para las industrias
Más allá de estas medidas, el plan tiene por objetivo evitar la superación de la norma primaria de calidad ambiental para material particulado respirable MP10 y MP2,5, y recuperar los niveles de concentración anual para este último en un plazo de cinco años. Para ello, establece el congelamiento inmediato de las fuentes de emisiones de dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles (COVs), e iniciar su diminución progresiva en cinco años.
El plan se enfoca en las tres industrias que aparecen como los principales emisores de material particulado (MP), SO2 y NOx: Enap Aconcagua, Codelco Ventanas y AES Gener, que en conjunto representan el 75% de las emisiones de MP, el 99% de las emisiones de SO2 y el 81% de las emisiones de NOx.
En el caso de la División Ventanas de Codelco, esta deberá reducir sus emisiones de material particulado en un 95% en tres años (de 1.000 a 50 toneladas anuales) y de SO2 en un 35% en igual período (de 14.650 a 9.523 toneladas anuales). Para AES Gener, en tanto, se establece una disminución de un 75% en sus emisiones de MP (de 844 a 212 toneladas anuales), de un 40% en sus emisiones de SO2 (de 8.877 a 5.326 ton/año) y de un 32% en sus emisiones de NOx (de 11.096 a 7.523 ton/año) en un plazo de tres años. Finalmente, ENAP Aconcagua deberá reducir en un 75% sus emisiones de MP, para llegar a 230 toneladas anuales; disminuir en un 32% sus emisiones de NOx hasta alcanzar las 795 ton/año, y bajar en un 40% sus emisiones de SO2 (de 2.190 a 1.314 ton/año) en el mismo período de tres años.
Los costos asociados a la implementación del plan se estimaron en US$60,9 millones, mientras que los beneficios de la aplicación de sus medidas se estimaron en US$20,4 millones, principalmente asociados a beneficios en la salud y calidad de vida de las personas.