Marcela Godoy, presidenta de AdC Circular: “Será imposible implementar la Ley REP si no se educa a la población”
La fundadora de la Asociación de Consumidores Sustentables de Chile (AdC Circular) valora el plan piloto que comenzó el lunes en Providencia, ya que permitirá extraer información necesaria antes de que comiencen a regir las obligaciones de recolección y valorización de la Ley REP en 2022. Sin embargo, ella no comulga con la petición de mayor gradualidad que solicita la industria en este punto. “Los estudios han dicho que sí es posible aumentar las metas desde 2024, no ha lugar la crítica de la industria”, dice.
Para Marcela Godoy, presidenta de la Asociación de Consumidores Sustentables de Chile (AdC Circular), la palabra “corresponsabilidad” es indispensable en la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP). Esto implica que “no solo el Estado o las empresas deben emprender acciones hacia una economía circular, sino que los consumidores deben tener un rol activo y tomar conciencia del concepto”, cuenta.
En ese sentido, Godoy, cuya asociación participa del Comité Operativo Ampliado (COA) que trabajó en el decreto de metas para el sector envases y embalajes, valora el plan piloto que comenzó a regir este lunes en la comuna de Providencia, ya que servirá como ensayo general de la aplicación real de la Ley de Reciclaje. “Está bien que comience en esa comuna porque marca tendencia en este tema, y porque tiene un trabajo súper avanzado de sensibilización”, plantea.
¿No hubiera sido mejor partir en una comuna con menos avances?
Es que igual está bien que el piloto se implemente en otras comunas como Quilicura y Colina. Hubiera sido más complicado comenzar en otra comuna que no tiene el trabajo de Providencia. Aquí sirve empezar porque hay un trabajo educativo; en las otras comunas, además, hay que educar. La Ley REP será imposible de implementar si no se educa a la población. O sea, si nosotros los consumidores no separamos los residuos de forma correcta, si no los entregamos limpios y compactados, no será posible.
¿Qué deberíamos sacar en limpio de este piloto?
Servirá para testear cómo funciona el sistema y para extraer información sobre cuáles son los puntos críticos y dónde incentivas la educación. Porque si una persona no reconoce los tipos de materiales, las campañas deberían enfocarse por ese lado. Si la gente no sabe que hay que limpiar los residuos, hay que intensificar la sensibilización por ahí. Y hay que limpiar los residuos por un tema sanitario y porque hay otras personas involucradas en la cadena de valor del reciclaje. Hay que saber diferenciar qué son los envases retornables y los reutilizables. Para eso son los pilotos. Está bien que se haga esto antes de tirar toda la carne a la parrilla, para poder hacerlo más redondo.
“Está bien que el piloto se implemente en otras comunas como Quilicura y Colina. Igual hubiera sido más complicado comenzar en otra comuna que no tiene el trabajo de sensibilización de Providencia”.
El piloto en Providencia avanzará también a eliminar los puntos limpios…
Es que si no tienes una persona que cuide los puntos limpios, la gente los confunde con basureros. El otro problema que producen es que creen que todo se puede reciclar. El punto limpio en la ley se mantendrá en las regiones; acá en la Región Metropolitana se irá eliminando el punto limpio.
¿Concuerdan con la solicitud de la industria de pedir mayor gradualidad en las metas del sector envases y embalajes por falta de infraestructura en Chile?
La industria siempre ha dicho que no estamos listos. Es una postergación permanente, no de los gobiernos, sino de la industria. De la Ley REP se viene hablando desde 2010, han pasado tres gobiernos. Entonces no ha lugar la crítica. Se realizaron estudios y lo que propone el anteproyecto de ley del Ministerio del Medio Ambiente es que se pueden aumentar las metas desde 2024 de forma exponencial. Lo decimos desde un movimiento concientizado, y entendemos que es posible hacerlo. A esa altura deberíamos andar súper bien en el proceso de tránsito hacia la economía circular.
Una de las cosas que también se plantean es que no toda la gente querrá reciclar…
Es que es todo un proceso, un cambio cultural. En Europa ha tomado 30 años y nosotros lo tenemos que hacer en menos tiempo. Claramente va a haber un porcentaje de población que no va a reciclar, pero lo tendrá que hacer porque todo el mundo lo está haciendo. Finalmente los seres humanos funcionamos así, por la ola. Por eso es importante hacer una campaña intensiva comunicacional, con líderes de opinión, con gente con la cual uno se identifique. Porque esto es transversal, no discrimina niveles socioeconómicos ni edades. Para llegar a un consumidor del sector socioeconómico alto, habrá que colocar a un representante con el cual se identifiquen esas personas, y lo mismo con los niños.
“El reciclaje es un cambio cultural. En Europa ha tomado 30 años y nosotros lo tenemos que hacer en menos tiempo. Claramente va a haber un porcentaje de población que no va a reciclar, pero lo tendrá que hacer porque todo el mundo lo está haciendo. Finalmente los seres humanos funcionamos así, por la ola”
¿Qué estrategias se deberían seguir para que esto funcione?
Es multisistémico y multifactorial, no puede ser de otra manera, como cualquier cambio cultural. Hay temas de marketing, de educación ambiental. No basta solo con hacer juguetes a partir de residuos. Es un tema transversal que debe estar enfocado en la prevención. Eso tiene que entrar en los jardines infantiles, en los colegios y hasta en las universidades. Lo que hay son acciones aisladas. Por eso los pilotos sirven para ir preparándose con miras al escenario futuro. Hay que cambiar las mallas curriculares, porque no hay otra opción, es un cambio que va a ocurrir. En 10 años más nadie se preguntará por qué hay que reciclar. Será lo mismo que la ley que prohíbe fumar en los espacios públicos; hoy incluso los fumadores lo agradecen. Al principio fue difícil: la gente reclamó, se creó un riesgo al decir que el público de los bares iba a disminuir. Pero todo funcionó bien y el mundo no se acabó. Es importante contar con la arista del bien común, donde no hay dinero involucrado. El incentivo es pensar no solo en las generaciones futuras, sino en las actuales y en nuestra vejez. No estamos hablando de monetarizar, no hay un valor económico en términos de dinero. Hay otro valor asociado: calidad de vida, la mejora de los espacios públicos, la disminución del agotamiento de los recursos. Después vendrá el tema del cambio de cultura con respecto a los residuos orgánicos. Yo creo que deberíamos haber empezado por ahí.
¿Qué le parece lo que plantean las ordenanzas municipales como complemento a la educación ambiental, en el sentido de obligar a reciclar, de multar si no se recicla?
Sí, nosotros funcionamos mucho con incentivos y castigos. Chile es una sociedad súper legalista. Siempre estamos esperando que nos prohíban las cosas para dejar de hacerlas. Y el otro problema es que los municipios no tienen la capacidad de fiscalización, entonces, es un saludo a la bandera. Si el sistema de gestión tiene la capacidad de hacer una especie de inventariado entre quienes separan bien y quien no, sería maravilloso para transmitirlo a la municipalidad, pero ésta no será capaz de fiscalizar.
“Nos parece bien lo de las ordenanzas municipales. En Chile funcionamos mucho con incentivos y castigos. Somos una sociedad súper legalista. Siempre estamos esperando que nos prohíban las cosas para dejar de hacerlas”.
-Sabiendo que además hay una disparidad en los recursos…
-Sí, obvio. En la misma ley de bolsas plásticas les dicen a los municipios que tienen que fiscalizar eso. Y los municipios no tienen idea. Entonces hay un tema de comunicación, de falta de equidad en los recursos, se les carga a los municipios un montón de acciones que no pueden hacer porque no dan abasto y no pueden responder, en el fondo.
¿Siente que la COP25 es una buena instancia para posicionar estos temas?
No sé si es el mejor escenario, pero puede marcar un hito en términos del rol de Chile. Pero no va a ser suficiente para nada, es un evento. Sin embargo, en la COP25 ojalá que estén todos los medios de comunicación hablando de esto y se instale un relato que llegue a diferentes niveles de la sociedad, pero no sé si será así. Yo no me confiaría.