La jefa de cuadrilla de la corporación Cultiva pone el grito en el cielo cuando una voluntaria, vestida con overol azul como todo el resto, no coloca el pie en la pala cuando excava sobre la zanja donde plantará el árbol. “Eso es lo que no se debe hacer”, grita ella, mientras quienes escuchan alrededor las instrucciones se ríen casi al unísono.
Sobre una pequeña loma del Parque Mahuida, la representante de Cultiva entierra la pala y le da un empujoncito con su pie derecho. “Si ven tierra mojada significa que el suelo no está degradado”, explica, con vocación pedagógica. Es cerca del mediodía en el parque precordillerano y el sol golpea inmisericorde sobre los rostros de los trabajadores, por lo que el uso de bloqueador es obligatorio. Abajo, en tanto, el Costanera Center resalta entre la capa de humo que cubre Santiago, aun en época primaveral.
Si hay tantos jóvenes con chuzo, pala y picota en mano es gracias al impulso de HuellaChile, programa gratuito que fomenta la gestión de emisiones de las organizaciones en el país. El pasado jueves, la iniciativa nacida del Ministerio del Medio Ambiente en 2015 lideró una masiva forestación en el citado parque, a modo de premio para las empresas y otras entidades que se han comprometido a gestionar sus emisiones de carbono. Por cada sello obtenido en 2018, HuellaChile decidió plantar dos árboles nativos. Como el año pasado hubo 100 organizaciones que obtuvieron certificación, el programa realizó 200 plantaciones, y agregó 50 más: 250 árboles en total.
HuellaChile entrega cuatro sellos de certificación, en orden ascendente de compromiso en gestión de emisiones: cuantificación (medir la huella de carbono), reducción (adoptar políticas para reducir emisiones), neutralización (fortalecer esas políticas para tender a neutralizar las emisiones) y finalmente excelencia (que es cuando cumplen las tres condiciones anteriores). En total, el programa cuenta con 850 organizaciones registradas, pero solo se han entregado 218 sellos, de los cuales 100 fueron en 2018. El registro lo puede hacer la propia empresa u otra externa; lo importante es que debe ser verificada por un tercero que demuestre que la información entregada es fidedigna. Eso es lo único que tiene un costo asociado: el sello se entrega gratuitamente cuando se cumplen las condiciones.