La alemana Rigk y la belga Valipac se unen para apoyar el desarrollo de un sistema de gestión no domiciliario en Chile
A juicio de ambas empresas, los desafíos en cuanto a las obligaciones que tendrá el sector industrial y comercial a nivel nacional, sumado a las características geográficas y productivas del país, no podrán ser resueltos por un solo modelo de sistema de gestión. En ese contexto, los dos operadores de sistemas de gestión no domiciliarios más grandes de Europa se unieron para apoyar con su experiencia la implementación de la Ley REP en Chile, y al mismo tiempo acelerar la instalación de la economía circular en nuestro país. Ya iniciaron conversaciones con distintos gremios productivos en el país.

Periodista

La Ley REP ya comienza a mover las acciones para el reciclaje, y también el mercado. Hasta ahora, el principal movimiento desde la industria estaba concentrado en la creación del primer sistema de gestión de residuos (SIG) al alero de la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile), encabezado por Isidro Pereda, que el jueves pasado dio inicio a su primer piloto de recolección domiciliaria de residuos para el reciclaje en la comuna de Providencia.
Según ha señalado Isidro Pereda, el SIG de AB Chile estará enfocado principalmente en el cumplimiento de las metas de recolección de residuos domiciliarios de sus 20 empresas socias, pero también tendrá un rol como SIG no domiciliario, a través del monitoreo del cumplimiento de metas en cuanto a los residuos industriales de estas mismas compañías.
Pero ya no serán los únicos. La alemana Rigk y la belga Valipac anunciaron que se unirán para apoyar el desarrollo de un sistema de gestión en el sector no domiciliario en Chile. Esto porque, a juicio de ambas empresas, los desafíos en cuanto a las obligaciones que tendrá el sector industrial y comercial a nivel nacional, sumado a las características geográficas y productivas del país, no podrán ser resueltos por un solo modelo de sistema de gestión.
Y es en ese contexto que los dos operadores de sistemas de gestión no domiciliarios más grandes de Europa se unieron para apoyar con su experiencia la implementación de la Ley REP en Chile y, al mismo tiempo, acelerar la instalación de la economía circular en nuestro país.
La principal diferencia entre los sistemas que operan Rigk y Valipac, es que el primero constituye un sistema operativo (de valorización) a partir de la entrega de residuos industriales por parte de los generadores/consumidores en un punto de recepción determinado. En tanto, para el caso de Valipac, su responsabilidad es de seguimiento y trazabilidad (monitoring), entregando incentivos a los generadores/consumidores para que sus residuos sean gestionados de forma correcta y así asegurar su valorización y el cumplimiento de las regulaciones por parte de los productores. La aplicación de las obligaciones que impone la Ley REP para el mundo no domiciliario requerirá, sin duda, de la combinación de ambos enfoques y experiencias, que es la gran novedad que nos trae esta alianza colaborativa de los modelos alemán y belga.
Para ello, esta semana iniciarán una serie de reunionescon distintos gremios productivos, ya que, por ley, son los mismos productores los únicos facultados para crear un sistema de gestión de residuos.
“El sistema de gestión es de los productores, y nuestra idea es actuar como operadores de ese sistema de gestión, donde se le reporta al directorio del SIG, que es el que tiene la facultad de seguir trabajando con este operador o cambiarlo. Hoy existe la necesidad de que la industria se organice y creemos que nosotros podemos contribuir en que esa organización inicial sea rápida y costo-efectiva”, explica Nesko Kuzmicic, gerente de operaciones de Rigk en Chile.
“Nosotros tenemos registro de 31 esquemas REP de envases y embalajes operando en el mundo, y tenemos un montón que aprender de esas experiencias, que en algunos casos llevan hasta 20 años funcionando, por lo tanto, debemos mirar las lecciones aprendidas en esos lugares (…) Puede ser interesante para las empresas tener más de una opción a la cual acudir, pero esa es una definición que tienen que hacer ellas”
Una opción que es bien vista por el sistema de gestión ya existente en AB Chile. “Yo creo que cualquier tipo de iniciativa respecto de los sistemas de gestión siempre es bienvenida. Nosotros nos adelantamos a ser el primero, pero sabemos que no vamos a ser el único. Sí queremos ser el más importante, y vamos a atender tanto el sector domiciliario como el no domiciliario, pero es muy bueno que se traiga experiencia internacional. Bienvenido sea, mientras más uno aprenda al respecto es muy positivo para el país”, afirmó el gerente general del sistema de gestión de residuos de AB Chile, Isidro Pereda.
Para el Ministerio del Medio Ambiente, en tanto, la aparición de un segundo actor en esta materia es parte de lo que se establece en la ley: que los productores se organicen en torno a un sistema de gestión, ya sea individual o colectivo.
“Lo que se ve en la experiencia internacional es que los sistemas se constituyan de manera colectiva, pero la ley no establece cuántos tienen que ser, sino que los privados deben organizarse de la forma que más les acomode para dar cumplimiento a sus obligaciones. En ese sentido, están todas las posibilidades para que los privados puedan desarrollar más de un sistema, y esa es una determinación que tienen que tomar ellos”, afirma el jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente, Guillermo González.
“Nosotros tenemos registro de 31 esquemas REP de envases y embalajes operando en el mundo -agrega González- y, tenemos un montón que aprender de esas experiencias, que en algunos casos llevan hasta 20 años funcionando, por lo tanto, debemos mirar las lecciones aprendidas en esos lugares (…) Puede ser interesante para las empresas tener más de una opción a la cual acudir, pero esa es una definición que tienen que hacer ellas”.
Experiencia Europea
En Europa, donde operan Rigk y Valipac, la estrategia actual para aumentar las tasas de valorización de Envases y Embalajes ha puesto dentro de sus prioridades la separación de los sistemas de recolección domiciliarios de los no domiciliarios, con el fin de conocer tanto el rendimiento diferenciado de ambos sectores, como de identificar claramente si los esfuerzos, obligaciones e incentivos realizados están bien dirigidos. Esto evita, al mismo tiempo, que las mayores tasas de recolección de residuos que registra el sector industrial subsidien el cumplimiento de las cuotas exigidas a los productores de envases y embalajes domiciliarios.
Este es el modelo que se está comenzando a aplicar en Chile de la mano de la Ley REP, pero en la Unión Europea no ocurre lo mismo. Hasta ahora, Bélgica es el único país del mundo que tiene metas separadas para envases y embalajes domiciliarios y no domiciliarios, y Chile será el segundo en adaptar este sistema a partir de 2022. En el caso de Bélgica, las metas de valorización para los residuos no domiciliarios a esa misma fecha serán de un 90% para papel, aluminio y madera, y de un 55% para plásticos. Esta última subirá a 65% al 2030.
En el caso de Alemania, aunque no existen metas para los residuos de envases y embalajes no domiciliarios, en la práctica sí se gestionan de forma separada ya que la industria, por sí misma, ha alcanzado altas tasas de valorización, que en 2017 llegaron a un 98,7% en reciclaje y valorización energética, y un 83,6% en reciclaje mecánico.
Y aunque las metas alcanzadas, tanto por Bélgica como por Alemania, son el resultado de más de 20 años de trabajo, las metas establecidas para el sector no domiciliario en Chile están a la par en ambición: Al año 2030 el 70% del metal, el 85% del papel y cartón, y el 55% del plástico deberán ser valorizados mecánicamente, según establece el decreto de metas para envases y embalajes del Ministerio del Medio Ambiente.
“Nuestra idea es trabajar desde la realidad nacional, armar un sistema de gestión que sirva para la industria en Chile, tomando lo mejor del sistema belga y del sistema alemán. Crear un sistema mixto para el país, con el beneficio para la industria de operar desde una plataforma que ya existe y adaptarla”
De ahí el desafío que enfrentan hoy las empresas en Chile, y por ello la decisión de Rigk y Valipac de asociarse y traer al país su experiencia internacional para ayudar a trazar este camino en un menor tiempo y con menores costos. Esto, aclaran, no significa que exista una receta para el éxito, ya que las condiciones estructurales y geográficas de Chile plantean un desafío que se debe abordar en conjunto.
“Nuestra idea es trabajar desde la realidad nacional, armar un sistema de gestión que sirva para la industria en Chile, tomando lo mejor del sistema belga y del sistema alemán. Crear un sistema mixto para el país, con el beneficio para la industria de operar desde una plataforma que ya existe y adaptarla. Rigk ya lleva cuatro años en Chile y hemos participado de cerca en el proceso de la Ley REP, tenemos experiencia acá y conocemos la realidad local”, dice Nesko Kuzmicic.
Diferencias entre lo domiciliario y no domiciliario
Una de las principales diferencias entre ambos sistemas de gestión es tanto el origen de los residuos -lo no domiciliario proviene de industrias y comercio-, como la materialidad. Mientras en las casas se recolectan principalmente cinco materiales (plástico, papel y cartón, metal, vidrio y cartón para bebidas), en las industrias priman tres categorías: metales, plásticos y papel y cartón.
Sin embargo, en la práctica, entre uno y otro sistema existen zonas grises donde su clasificación de pertinencia no es tan evidente, por lo que muchos países han establecido catálogos para discriminar si un envase y embalaje es domiciliario o no. Mientras en Alemania existe un catálogo de 417 productos que define a qué ámbito pertenecen, en Bélgica existe una Lista Gris para los casos complejos.
Lo mismo ocurre con los volúmenes valorizados en los países donde la REP ya funciona. En Chile se estima que el volumen de envases y embalajes puestos en el mercado tiene una relación de 3 a 2 entre domiciliario y no domiciliario. Sin embargo, el mayor grado de valorización que logran los sistemas de gestión del segundo es fundamental para el cumplimiento de las metas nacionales.
Otra diferencia es el precio. En los sistemas de gestión no domiciliarios estos son menores, ya que requieren de una logística menor para la recuperación de los residuos. En el caso de Bélgica, debido a que el sistema no incluye la gestión operativa, los precios se aproximan a los 15 euros por tonelada de cartón y metal, y 40 euros por tonelada para los residuos plásticos. En Alemania, donde el sistema sí tiene responsabilidad operativa, éstos bordean los 100 euros por tonelada de plástico, lo que representa un cuarto del costo por tonelada de los sistemas de gestión domiciliarios de dicho país.
En ese escenario, uno de los principales desafíos que enfrentará el sistema, es que el bajo costo alternativo de un relleno sanitario puede ser un desincentivo para la separación y valorización de los residuos de envases y embalajes no domiciliarios, aún cuando en general los productores han mostrado un alto interés en el cumplimiento de las metas de reciclaje.