Industria de residuos orgánicos convoca a los actores de la cadena a formar la primera asociación gremial del país en esta materia
Un grupo de 15 empresas de la cadena de valor de los residuos orgánicos, más dos abogados, trabaja arduamente en la formalización de una entidad representativa que integre al resto de los actores que trabajan bajo el concepto “de la tierra a la tierra”. Dentro de ese grupo se encuentra la empresa TriCiclos. La convocatoria de la naciente agrupación está abierta y con ella pretenden incidir en la elaboración de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO) del Ministerio del Medio Ambiente. En la cartera ven con buenos ojos la comunión de esfuerzos de la nueva asociación.
Alcanzaron a tener una reunión presencial antes de la pandemia. Tras la explosión del virus, sin embargo, los encuentros han sido únicamente mediante la plataforma Zoom. Lo importante es que las conversaciones avanzan, dice Paula Commentz, una de las impulsoras de una futura agrupación que pretende reunir a todos los actores de la cadena de valorización de los residuos orgánicos.
Commentz es fundadora y gerenta general de Materiactiva (@materiactiva), una empresa que impulsa el ecodiseño con materiales compostables de todo tipo. Desde su emprendimiento intentó formular una “mesa del compost” para recoger las diferentes inquietudes del sector. Uno de los principales déficit, justamente, era la falta de articulación de los diferentes eslabones de la cadena en lo que respecta al compostaje de los residuos orgánicos, cuyos integrantes funcionaban de forma aislada.
“Llamé a amigos que sabía que trabajaban en alguna parte del ecosistema: los que hacían composteras, los que transportaban el compost a las plantas, los que hacían maquinarias. Desde la pandemia, esto fue tomando harta forma. Nadie se conocía mucho o cada uno estaba impulsando el compost por su cuenta. Nos dimos cuenta de que había muy pocas políticas públicas en cuanto al rotulado para el compost”, agrega Paula Commentz.
A medida que fue surgiendo esa necesidad de aunar esfuerzos, en tanto los residuos orgánicos representan más del 50 por ciento de lo que la gente bota a la basura, se llegó a la conclusión de conformar una asociación gremial. Esta no está aún formalizada, pero el proceso está en camino. Por ahora cuentan con 15 empresas que representan a algún eslabón de la cadena de valor de los residuos orgánicos, más dos abogados, pero la idea es convocar al resto de los actores que más bien están operando de forma dispersa.
“Nos hacemos llamar una mesa, tenemos cierta estructura, pero queremos enfatizar que esto es una convocatoria abierta y transversal. Acá no hay nada cerrado. Vamos a convocar a todos los actores del sistema que aporten en el desarrollo y mejoramiento de regulaciones, políticas e incentivos, ajustados a la realidad económica y social del país. Queremos representar a toda la cadena de gestión para el manejo sustentable de los residuos orgánicos”, apunta Thomas Graell, fundador de la empresa Cyclo Vivo, y uno de los integrantes de la futura asociación.
Graell, quien será ungido como presidente de la futura asociación gremial, asegura que la mesa está subdividida en generadores de residuos orgánicos, transportistas, creadores de políticas públicas, educadores, fabricantes de productos compostables, laboratorios de análisis, maquinarias, soluciones, compostaje industrial y asesores. No obstante, “falta un montón de actores relevantes y aquí cabe hasta la persona que hace compostaje en su propia casa”, añade Graell.
Dentro de las empresas y personas comprometidas y fundadoras de este grupo se encuentran Rudimenta (@rudimenta.cl), de Rodolfo Campos, quien será el vicepresidente de la entidad; Biombillas (@biombillas), de Ángeles Ibaibarriaga (junto con Paula Commentz serán directoras); y TriCiclos, aquella empresa emblemática de ingeniería en gestión de residuos que ahora se involucrará de forma más prominente en los residuos orgánicos. “Creemos que la valorización de los residuos orgánicos y la utilización de compost son fundamentales para crear suelos saludables, aire y agua limpias, un clima estable y una sociedad sostenible”, opina Rodolfo Campos.
“Queremos apoyar a la articulación y correcta ejecución de la gestión de residuos orgánicos. La solución está en el entendimiento de los ciclos naturales. Vivimos tiempos que exigen cambios inmediatos. Convertirnos en ciudades más resilientes y gestionar eficientemente los residuos orgánicos, no sólo disminuye la cantidad de residuos, también es un proceso de restitución ecológica al suelo que contribuye a un desarrollo sostenible”, comenta Ibaibarriaga.
“TriCiclos lleva mucho tiempo operando puntos limpios, 11 años exactamente, siempre con un foco en materiales inorgánicos. Pero nos ha tocado prestar consultorías con respecto a compostabilidad de envases, a nutrientes biológicos, al mundo del agro, a la alimentación, a empresas de consumo masivo. Por la Ley REP algunas empresas están haciendo la transición de los plásticos de un solo uso a envases compostables. Ante eso, quisimos investigar y ver cómo podíamos ser un aporte y ver qué oportunidad de proyectos había en los residuos orgánicos”, dice por su parte Agustín Correa, gerente de nuevos negocios de TriCiclos.
“Nos hacemos llamar una mesa, tenemos cierta estructura, pero queremos enfatizar que esto es una convocatoria abierta y transversal. Acá no hay nada cerrado. Vamos a convocar a todos los actores del sistema que aporten en el desarrollo y mejoramiento de regulaciones, políticas e incentivos, ajustados a la realidad económica y social del país”.
“De la tierra a la tierra”: el nexo con el MMA
Para Paula Commentz, la importancia de reunir a todo el ecosistema de los residuos orgánicos es generar “conciencia y responsabilidad” de promover un modelo de consumo “de la tierra a la tierra” y que sea consecuente. Este modelo, según ella, “es distinto al reciclaje”, porque “parte de algo biológico y muere en la tierra, a diferencia del reciclaje que sigue en la superficie”.
Según los impulsores de la iniciativa, es clave tender puentes con el Ministerio del Medio Ambiente para diseñar políticas públicas al respecto. En estos momentos el MMA se encuentra afinando los detalles de su Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO), un instrumento que pretende valorizar los residuos orgánicos a nivel nacional. Según los datos que se manejan, un 58 por ciento de todos los residuos que van a parar a la bolsa de basura son de esta naturaleza y podrían ser aprovechados.
Si bien Agustín Correa, de TriCiclos, dice que han trabajado de forma muy cercana con el Ministerio y que han sido invitados a participar de las mesas de trabajo, no ocurre lo mismo con el Comité Estratégico que elabora la estrategia. Según Thomas Graell, futuro presidente del organismo gremial, “tenemos cerradas las puertas del comité estratégico y eso nos pone muy tristes. No es posible que la fracción de los residuos orgánicos esté en un tercer plano. Nos falta ver en el comité a alguien que tenga la coherencia de meter las manos en el barro”.
No obstante lo anterior, Graell valora la invitación que le extendió Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular del MMA, a participar de las mesas. Desde el Ministerio, al menos, “vemos con muy buenos ojos que surjan nuevas agrupaciones que tengan como objetivo potenciar la valorización de los residuos orgánicos. Como Ministerio del Medio Ambiente nos encontramos trabajando en establecer una Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos y, para que sea exitosa, requerimos del esfuerzo de la mayor cantidad de actores por impulsar este tipo de reciclaje”, expresa González.
Para el MMA cobra relevancia el tratamiento de los residuos orgánicos, no incluidos como productos prioritarios en la Ley REP, en tanto representan un porcentaje significativo dentro del total de residuos.
“Sabemos que, como país, tenemos un desafío tremendo: más del 58% de los residuos de una casa promedio corresponden a los orgánicos, pero su valorización es menos del 1%. Por eso es muy importante que todos nos pongamos a trabajar en avanzar una mayor valorización de estos residuos”, agrega Guillermo González.
Sin embargo, Paula Commentz extraña una mayor aceleración en la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos, ya que debido al confinamiento la gente está generando una cantidad sideral de residuos de esta naturaleza en los domicilios. “Este tema debería agilizarse en el Ministerio del Medio Ambiente y esperamos que esta futura asociación ayude a impulsar que la estrategia se mueva más rápido. Me hubiese gustado que los residuos orgánicos fuesen considerados desde un principio, pero al mismo tiempo entiendo que los primeros pasos del MMA hayan sido por otra línea, porque los materiales compostables cobraron importancia desde hace poco tiempo”, comenta la fundadora de Materiaviva.
De cualquier forma, el Ministerio iniciará pronto el proceso de participación ciudadana de su Estrategia de Residuos Orgánicos -que contempla compostaje domiciliario, comunitario e industrial- y “nos interesa recoger todas las visiones y aportes que nos puedan hacer, por lo que invitamos a esta agrupación –y a todos los actores interesados- a sumarse a esta construcción de la ENRO y ser activos en la consulta pública”.
Para Thomas Graell el nexo con el MMA resulta central ya que los residuos orgánicos, en su incorrecto acopio, “no esperan para emitir gases de efecto invernadero: se fugan del suelo y no vuelve”. Lo mismo cree Agustín Correa, de TriCiclos, para quien “es urgente acelerar la Estrategia del MMA, proveer evidencia y empujar a que haya más competencia con los rellenos sanitarios y ver qué cosas se pueden extraer: biogás, regenerar suelos, agua. La única forma de hacerlo es ponernos todos de acuerdo y alinear a las personas y marcas para tener las mejores herramientas”.