Enel participa en colaboración público-privada para habilitar segunda vida de módulos fotovoltaicos en Antofagasta
La iniciativa “Generación de estándares técnicos y económicos para habilitar la segunda vida de módulos fotovoltaicos” es una colaboración público-privada que se enmarca en la línea de “Bienes Públicos de Corfo”, mandatado por la Subsecretaria de Energía, en el cual participan también el Centro de Economía Circular en Procesos Industriales y el Centro de Desarrollo Energético de la Universidad de Antofagasta, entre otras instituciones.
La región de Antofagasta se ha consolidado como el territorio con mayor presencia de parques de generación fotovoltaica de Chile con 2.389 MW de capacidad instalada a marzo de 2022; sin embargo, este rápido crecimiento en la zona supone también un gran desafío de mediano y largo plazo: avanzar en procesos más circulares y sostenibles para millones de paneles solares que cumplirán su vida útil en el futuro.
En el marco de este propósito, Enel forma parte del primer proyecto en Chile que elaborará protocolos y estándares técnicos y económicos que permitirán habilitar la industria de segunda vida de módulos fotovoltaicos. La iniciativa “Generación de estándares técnicos y económicos para habilitar la segunda vida de módulos fotovoltaicos” es una colaboración público-privada que se enmarca en la línea de “Bienes Públicos de Corfo”, mandatado por la Subsecretaria de Energía, en el cual participan también el Centro de Economía Circular en Procesos Industriales y el Centro de Desarrollo Energético de la Universidad de Antofagasta, entre otras instituciones.
“La energía fotovoltaica es un aporte sustancial para el avance de una economía más circular en Chile, por proveer de un insumo renovable a la industria nacional y contribuir a la descarbonización; sin embargo, tenemos también el gran desafío de hacer más sostenible y circular toda la cadena de valor que permite la generación solar, desde el diseño de paneles y equipamientos, la construcción de centrales, su operación y finalmente cuando concluyen su vida útil. Este proyecto es único en Chile y en el mundo, porque permitirá integrar el conocimiento y datos reales de entidades públicas y privadas presentes en una de las regiones más prolíficas del mundo en generación fotovoltaica para dar un nuevo ciclo de vida a millones de módulos”, explica Daniel Manríquez, Project Manager Innovation de Enel Green Power.
Por su parte, Ingrid Jamett, directora del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Antofagasta, detalló que “proponemos la generación de protocolos y estándares técnicos y económicos para habilitar el mercado de segunda de vida de estos módulos. Con ese objetivo, trabajaremos con las entidades públicas encargadas de implementar las regulaciones en materias de disposición final y seguridad”.
Bienes públicos para la economía circular
Los estudios para clasificar los usos finales, pruebas de laboratorio y pilotajes permitirán desarrollar estándares técnicos y económicos que serán considerados bienes públicos.
Entre los potenciales beneficiarios de la reutilización de los paneles en su segunda vida se encuentran comunidades con acceso deficiente a energía eléctrica, viviendas sociales, predios agropecuarios y el rubro de la construcción.
Para lograrlo, se han considerado entre las etapas de desarrollo, el lanzamiento de cuatro mesas de trabajo que se realizarán durante los meses de abril y mayo con diversos actores y expertos nacionales en materias de revisión protocolos de prueba, estado del arte respecto a segundos usos de módulos funcionales y no funcionales, recuperación de componentes y levantamiento de barreras regulatorias para el segundo uso.
“La colaboración público-privada es clave para avanzar más rápidamente hacia un desarrollo sostenible, por eso estamos muy contentos de este trabajo conjunto al que se irán sumando más actores. Esperamos que la iniciativa se pueda replicar en otros grandes desafíos de economía circular del sector energético, por ejemplo, en el ámbito de las baterías, permitiendo impulsar nuevos mercados secundarios, que requerirán nuevas capacidades y generarán nuevas fuentes de trabajo, a la vez que vamos replanteando nuestra relación con el planeta y sus recursos”, detalla Natalia Correa, Responsable del Área de Economía Circular de Enel Chile.
También es importante destacar el aporte de este proyecto a la descentralización y al posicionamiento de la Región de Antofagasta como polo de innovación y desarrollo de energías renovables a nivel mundial, a la vez que contribuye a construir capital económico, social y ambiental para sus ciudadanos.