De acuerdo a un estudio entregado en septiembre pasado por la Fundación Ellen MacArthur, incorporar la economía circular en la industria y la agricultura ayudaría a reducir en más de 9 mil millones de toneladas las emisiones de CO2 al año 2050, lo que ha empezado a poner en relieve el rol que tiene este nuevo modelo de economía en los esfuerzos de mitigación globales. Y por cierto de Chile, que en la última actualización de su NDC -actualmente en consulta pública- propone incorporar aspectos de la economía circular en sus compromisos de mitigación.
Los alcances del impacto de la economía circular en la mitigación de gases de efecto invernadero (GEI), y los caminos para avanzar en esta materia, fueron el eje central del cuarto conversatorio del ciclo de encuentros organizado por la Universidad Adolfo Ibáñez, Sofofa, Consejo Minero y País Circular con el objetivo de analizar el rol que cumplirán en la ruta de Chile hacia la carbono neutralidad los distintos sectores industriales, la academia y el Estado, así como los distintos actores de la sociedad.
Bajo el título “Mejor gestión de residuos: economía circular para disminuir emisiones de GEI”, este encuentro reunió en un panel de debate a Magdalena Balcells, gerenta general de la Asociación de Industriales del Plástico; Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente; José Luis Opazo, director del Centre for Business Sustainability (CBS), Escuela de Negocios UAI; y Leonel Sierralta, vicepresidente de Medio Ambiente y Permisos de Anglo American.
Para Rafael Palacios, director de Políticas Públicas de Sofofa, el incorporar el paradigma de la circularidad en la economía es uno de los temas más relevantes de la actualidad, y una tarea en la que el sector industrial está llamado a incorporar las nuevas formas de hacer negocios.
“Lo que estamos haciendo en Sofofa, o lo que consideramos que es el camino a seguir, son los desafíos colaborativos. La industria tiene que trabajar en conjunto con la sociedad civil, con la academia, para incorporar innovaciones que permitan hacer ese cambio en los sistemas productivos (…) Hay muchos espacios todavía donde este paradigma de economía circular debe ser incorporado, tanto para luchar contra el cambio climático como para hacer un modo de desarrollo más sostenible”, afirmó.
¿Cómo implementar la circularidad en los esfuerzos de mitigación del país? Para Guillermo González, uno de los hitos clave en esto es la incorporación de la economía circular en la nueva NDC de Chile, pese a que hasta hace muy poco no se había establecido de manera clara que es una parte esencial de la acción climática, y que va mucho más allá de la gestión de los residuos.
“Aquí no estamos hablando solamente de las emisiones de metano asociadas a la descomposición de residuos en rellenos sanitarios y vertederos, estamos hablando si somos capaces de producir todo con energías renovables, de movernos con energías limpias. Si todos los productos los seguimos produciendo de manera lineal, de producir para después botar, no nos estamos haciendo cargo de la totalidad del problema”, afirmó.