Año a año, las emisiones globales de gases de efecto invernadero baten récords y se empinan ya por sobre las 30 mil millones de toneladas de CO2. La urgencia por enfrentar este problema quedo de manifiesto en la última Cumbre por el Clima realizada en Naciones Unidas, pero el mundo está lejos aún de alcanzar las metas de reducción planteadas por la ciencia. Un cambio a las energías renovables puede abordar el 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero ¿qué pasa con el otro 45%? Un reciente estudio liberado esta semana en Nueva York por la Fundación Ellen MacArthur en el marco de la cumbre climática afirma que la respuesta está en la economía circular.
Según el reporte “Completing the Picture: How the Circular Economy Tackles Climate Change”, este 45% de emisiones es el más complejo de reducir, y surge principalmente de la gestión de la tierra -principalmente para agricultura- y la producción de edificios, vehículos, productos electrónicos, ropa, alimentos y envases, entre otros. En resumen, del consumo de bienes y servicios.
Y de acuerdo a lo señalado por el reporte, aplicar la economía circular y cambiar la forma en que diseñamos, producimos y usamos los bienes permitiría eliminar casi la mitad de las emisiones provenientes de la producción de bienes -9.300 millones de toneladas de CO2 en 2050-, lo que equivale a reducir las emisiones actuales de todo el transporte global a cero.
¿Cómo hacerlo? Hoy la industria es responsable del 21% de las emisiones globales de CO2, y la producción de cuatro materiales (cemento, plástico, acero y aluminio) representa el 60% de estas emisiones. Aplicando los principios de la economía circular a la producción de estos materiales, dice el reporte, se podrían reducir 3.700 millones de toneladas de CO2 en 2050.
Y si se aplican estos mismos principios a la forma en que producimos y gestionamos los recursos alimentarios, se podrían reducir 5.600 millones de toneladas de CO2, casi la mitad de las emisiones proyectadas para este sector en 2050, afirma la Fundación.
Para alcanzar estas metas, agrega, se requiere un cambio fundamental en la forma que se fabrican y se usan los productos para alcanzar los objetivos climáticos. Alcanzar el objetivo propuesto por la ciencia de un incremento máximo de la temperatura en 1,5ºC requerirá una tasa de descarbonización del 11.3%, que es siete veces la tasa actual.
Por ello, la industria y el sistema alimentario juegan un rol clave en alcanzar esta meta, más aún considerando que para 2050 la demanda mundial de materiales industriales como el acero, el cemento, el aluminio y los plásticos aumentará de dos a cuatro veces, mientras que se estima que la demanda mundial de alimentos aumentará en un 42%.