Desde vidrio hasta aceite usado: Núcleo Verde gestiona residuos por todo el Gran Valparaíso
Hace cinco años nació en Viña del Mar este emprendimiento que empezó a reciclar vidrios y a tejer convenios con distintas instituciones. Recién con el inicio de la pandemia comenzaron a trabajar con otra clase de residuos, tales como plásticos, papel, cartón y hasta aceite reciclado, en comunas como Viña, Valparaíso, Concón, Villa Alemana y Quilpué. Actualmente tienen una planta de 700 metros cuadrados, donde segregan el material y lo envían a distintas empresas valorizadoras de reciclaje.
Hace 20 años Tamara Durán trabajaba en una empresa que hacía gestión de residuos en los cruceros que llegaban a Chile. Llegaban con todo el material segregado a puerto, listo para que fuera reciclado; el problema era que en nuestro país, hace dos decenios, no había ningún tipo de infraestructura de reciclaje y el concepto no estaba masificado.
“Ellos venían con normativas europeas, traían toda una conciencia en el tema ambiental, pero al final llegando a Chile todo el material se iba a vertederos”, recuerda Durán, a quien esta experiencia la marcó al punto de empezar a capacitarse en términos de reciclaje, residuos, economía circular y proyectos sostenibles.
El giro total llegó hace cinco años cuando Durán se independizó y fundó su empresa Núcleo Verde, con sede en su natal Viña del Mar. “Empecé a postular a concursos, a hacer pasantías, a viajar a congresos, todo relativo a reciclaje. A leer mucho, hasta que salió la Ley REP y me empezó a gustar”, añade la emprendedora, cuyo residuo principal que procesó fue el vidrio que luego iba a parar a Cristalerías Chile fruto de un convenio con esa empresa.
Una persona clave en adquirir esta pasión y gusto por trabajar como empresa gestora de reciclaje de residuos fue el fallecido ex dirigente de los recicladores de base de Chile, Exequiel Estay. “Me mostró un mundo distinto, me sirvió mucho juntarme con él, porque empecé a crecer”, dice Tamara Durán.
Tras acumular experiencia en el reciclaje de vidrio en Viña, Tamara se atrevió a dar pasos aun más sustantivos y comenzó a postular a una licitación que conjugaba esfuerzos entre Cristalerías Chile y Coaniquem. Esta alianza disponía de campanas de vidrio en diferentes sectores para traducir ese reciclaje en apoyo para la institución que trabaja con niños y niñas afectadas por quemaduras. Después de varios intentos, Núcleo Verde se adjudicó la licitación, y hoy Durán coordina la campaña de Coaniquem y Cristalerías Chile.
“Hay un camión pluma que recoge esas campanas, traemos el vidrio a nuestro galpón, donde es segregado y llevado a Santiago durante la semana”, explica Durán.
Además, a través de un trabajo mancomunado con el Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Viña, que se prolonga por varios años, Núcleo Verde ha logrado hacerse un nombre dentro de la comuna. “Yo le recibo material al municipio y además empezamos a hacer cápsulas de educación ambiental en Chile, y creo que esto es la parte principal del asunto”, asegura la fundadora de Núcleo Verde.
“Recibo lo que viene del municipio de Viña del Mar, porque llevar los residuos a Santiago a ellos se les encarece. Nosotros en la planta separamos, segregamos. Lo que sí pedimos que por ejemplo los tetra pak vengan limpios, al igual que las latas de bebida y de conserva: tienen que venir lavadas y limpias”.
Del “primer hijo” al “chiche”
Si bien Tamara Durán concibe al vidrio como su “primer hijo”, por ser el primer residuo que empezó a reciclar, con el tiempo la parrilla de residuos con los que trabajan ha aumentado. Este escenario se labró en plena pandemia, cuando, conversando con otros municipios del Gran Valparaíso, descubrió cuál era la necesidad de éstos en temas de reciclaje.
“Entonces me cambié a un galpón grande de 700 metros cuadrados, que tiene resolución sanitaria, con todo lo que exige la Ley REP para pasar de reciclador y gestor. Yo ya trabajaba con Cristalerías Chile, pero empezamos a incorporar otro tipo de residuos”, describe la fundadora de Núcleo Verde.
De esta manera, actualmente Núcleo Verde no solo recibe vidrio, sino también despliega diferentes servicios, tanto a nivel domiciliario como industrial, como gestión de papel, cartón, latas de aluminio y otras. Además, realizan compostaje y, últimamente, reciclan aceite usado en la cocina, que se ha convertido en el “chiche” de la empresa, según cuenta Tamara Durán.
“Me empecé a ampliar y estamos potenciando harto el aceite post consumo, que luego lo llevamos a una empresa que fabrica biodiésel”, acota Durán, quien actualmente trabaja con los municipios de Viña, Valparaíso, Concón, Quilpué y Villa Alemana.
La empresa comparte la labor de ir a buscar los residuos o, por el contrario, recibir los residuos que llegan a la planta ubicada en el sector de Camino Internacional, en la Ciudad Jardín. “Recibo lo que viene del municipio de Viña del Mar, porque llevar los residuos a Santiago a ellos se les encarece. Nosotros en la planta separamos, segregamos. Lo que sí pedimos que por ejemplo los tetra pak vengan limpios, al igual que las latas de bebida y de conserva: tienen que venir lavadas y limpias”, agrega.
Casi todo el material que recibe Núcleo Verde se traslada a distintas plantas valorizadoras según el tipo de residuo, requisito sine qua non para tener acreditación de parte de la Seremi de Salud. En total, Durán lleva el cálculo de lo que han podido reciclar de vidrio: aproximadamente 150 toneladas mensuales de este material.
Por último, Tamara Durán narra lo difícil que ha sido abrirse camino siendo mujer en un mundo dominado por hombres. “Me ha pasado que estar a cargo de una empresa ha costado mucho solo porque eres mujer. Es un tema agotador. Cuando por ejemplo nos llaman y les digo a una persona que no recibimos tal residuo, me piden hablar con mi jefe hombre. Y yo soy la jefa”, cierra.