“Construir de manera sostenible no es solo una responsabilidad con el medio ambiente, sino que también es un buen negocio”
Juanita Álvarez, jefa regional de la Red de Consejos de Construcción Verde de las Américas del World Green Building Council, explica que levantar edificaciones sostenibles tiene retornos en la inversión desde distintos ámbitos. Asimismo, señala que actualmente las construcciones son responsables del 39% de las emisiones de carbono en su operación y del 11% en su proceso constructivo, por lo que el esfuerzo del sector es indispensable para mitigar los efectos del cambio climático. Álvarez será una de las oradoras del “International Summit: Construcción Sustentable para mitigar el Cambio Climático”, que se realizará en Santiago este 10 de octubre, organizado por Chile Green Building Council.
Frente al desafío mundial de reducir los gases de efecto invernadero (GEI), hay algunos sectores de la economía que tienen la oportunidad de ser determinantes en esta tarea y contribuir sustancialmente a mitigar las consecuencias del cambio climático. Es el caso de la construcción, debido a que a lo largo de su ciclo de vida las edificaciones son responsables del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), según señala Juanita Álvarez, jefa regional de la Red de Consejos de Construcción Verde de las Américas de World Green Building Council, entidad que promueve la sostenibilidad en el diseño, construcción y funcionamiento de los edificios.
“Si sumamos las emisiones de GEI de las operaciones de los edificios, que representan el 39%, más el 11% de todo el proceso constructivo, nos damos cuenta que las edificaciones tienen una oportunidad y una responsabilidad gigantesca frente a poder mitigar el impacto en el cambio climático que estamos generando, y realmente ser una solución en pro del medio ambiente de las futuras generaciones”, subraya Álvarez, quien expondrá este jueves 10 de octubre en el “International Summit: Construcción Sustentable para mitigar el Cambio Climático”.
En el encuentro, organizado por Chile Green Building Council, la representante del World GBC hablará sobre “Estrategias y Objetivos para la Construcción Sostenible 2030-2050”.
¿En qué consisten, en líneas generales, las Estrategias y Objetivos 2030-2050?
Para el World GBC, como movimiento global, cuando hablamos de estrategias efectivas para 2030-2050 estamos teniendo como horizonte los compromisos adquiridos en los acuerdos de París, donde la meta es que para 2030 todas las nuevas edificaciones deben ser neto cero carbono, y para 2050 todas las nuevas edificaciones y las existentes deben cumplir con esta misma característica. Entendiendo el contexto latinoamericano sabemos que por el crecimiento y el nivel de desarrollo en el cual está el mercado, necesitamos empezar a hablar de eficiencia energética y generar esas líneas bases antes de dar ese paso y ese impulso más ambicioso a edificaciones neto cero carbono. Es por esto que con el programa de eficiencia energética para edificaciones llamado BEA (por su nombre en inglés Building Efficiency Accelerator) estamos en ese proceso y caminando esa etapa, generando conciencia, recursos, capacitación y desarrollo normativo para logra edificaciones altamente eficientes y que dupliquen los ahorros de las líneas bases actuales, para ir demostrando que esto es una realidad y es posible hacerla, que no genera mayores incrementos en los costos y que por el contrario trae un número muy alto de beneficios en distintos sentidos, desde lo financiero hasta la salud y la calidad de vida para las personas.
¿Cuál es la situación a nivel regional respecto a la Construcción Sostenible?
En Latinoamérica la construcción sostenible y el movimiento de empresas y organizaciones que se están sumando a la transformación de la industria de la construcción cada vez tiene más fuerza, más casos de éxito y demostraciones del porqué construir de manera sostenible no solo es una responsabilidad que tenemos todos con el medio ambiente y con las futuras generaciones, sino también es un buen negocio. Construir de manera sostenible tiene retornos en la inversión desde distintos frentes, incluyendo retención de talentos, ahorros en las cuentas por servicios de energía, de agua, de recursos y, sobre todo, lo que se ha visto a nivel regional es un incremento en el compromiso del sector privado en promover edificaciones sostenibles no solo certificadas, sino que también apliquen para distintos rangos de edificios, incluyendo viviendas de interés social, de interés prioritario, y otro tipo de edificaciones.
A nivel de Latinoamérica los países que están más avanzados en estos temas son Brasil, Colombia, México y Chile. Son países donde el número de edificaciones certificadas cada vez se está incrementando mucho más, ya sobrepasan los 300 o más edificios certificados o registrados para certificación, incluyendo no solo plataformas como la certificación LEED, sino también como el Referencial CASA en Colombia y en Brasil, o el sistema Net Zero para edificaciones neto carbono de Brasil.
“Para nosotros, la construcción sostenible debería ser el principio y el estándar clave, la línea base de todas las construcciones y no solo una tendencia o unos pocos edificios certificados. La construcción sostenible tiene que ser la nueva norma para todos, y eso se está viendo en Latinoamérica”
¿Cómo está Chile en ese contexto?
En el caso específico de Chile, se están viendo a nivel local muchas iniciativas y esfuerzos, incluyendo el sistema de certificación local CES (certificación edificio sustentable), donde se está generando no solo educación sobre el área técnica, los desarrollos, el diseño que se necesita para poder construir estas edificaciones, sino también una dinámica de mercado, donde hay mayor oferta y demanda de soluciones en pro de la sostenibilidad. Esto, inevitablemente, llama a la innovación, a las nuevas tecnologías y a encontrar soluciones donde, a nivel Latinoamérica, hemos podido encontrar plataformas de intercambio de mejores prácticas y replicabilidad de modelos exitosos, como el programa de eficiencia energética para edificaciones BEA. En este caso, en Latinoamérica ya tenemos más de 15 ciudades y estados que están generando alianzas público-privadas para establecer normas, códigos o políticas de ahorro en eficiencia energética. Estamos logrando que estos estándares sean una nueva línea base, tanto para nuevas edificaciones como para la renovación de edificaciones existentes.
Para nosotros, la construcción sostenible debería ser el principio y el estándar clave, la línea base de todas las construcciones y no solo una tendencia o unos pocos edificios certificados. La construcción sostenible tiene que ser la nueva norma para todos, y eso se está viendo en Latinoamérica.
Cuatro líneas de acción
¿Qué acciones se deben realizar a corto plazo para mejorar la resiliencia de nuestras ciudades?
Estas acciones deben empezar por tener realmente una amplia comprensión del entorno donde estamos construyendo nuestras ciudades. Y, sobre todo, se debe tener a las personas como el centro de la ecuación para este desarrollo estratégico de pensamiento y de diseño de ciudades. Lo primero es entender dónde estamos en materia de ciudad, para quién estamos construyendo y por qué lo estamos haciendo, y sobre eso buscar diseños integrales que sean óptimos y efectivos. Esto incluye pensar en cómo podemos mitigar el impacto que tienen las edificaciones en nuestro ambiente. Sabemos que las edificaciones -en su operación- son responsables del 39% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, de manera que todas las estrategias que podamos implementar para generar edificaciones neto cero carbono, o altamente eficientes en los recursos, van a ser un aporte significativo.
La construcción sostenible es un modelo y un movimiento que implica toda la cadena del ciclo constructivo y todas las etapas, de manera que para cada una de las instancias donde estamos pensando el desarrollo de nuestras ciudades hay conceptos que debemos tener en cuenta para que sean ciudades resilientes, eficaces, amables con las personas y, especialmente, que estén en armonía y en coherencia con nuestro medio ambiente y entorno, con el uso exitoso y responsable de todos los recursos, en especial los recursos naturales, incluyendo agua, luz, el manejo de las basuras y otros.
¿Qué medidas se debieran adoptar de forma rápida para reducir el impacto de la construcción en el medio ambiente, especialmente en cuanto a emisiones de GEI, contaminación del agua y residuos sólidos?
Como World GBC, con los más de 70 Consejos de Construcción Sostenible del mundo estamos promoviendo la iniciativa de lograr los objetivos 2030-2050: que las nuevas edificaciones primero, y luego las ya existentes sean neto cero carbono. Eso quiere decir que generen su energía in situ a partir de energías renovables y que sean altamente eficientes, sin generar emisiones de carbono. A partir de este proyecto -que como World GBC hemos llamado Advancing Net Zero- se han desarrollado cuatro líneas específicas para alcanzar este objetivo. La primera línea es la educación, donde capacitación y entrenamiento son clave para que las personas entiendan cómo desarrollar este tipo de edificaciones, cuáles son las técnicas, las estrategias y las metodologías de implementación. La segunda son las políticas públicas, es decir, incentivar a los gobiernos a incluir estas características como parte de la normatividad para el desarrollo de nuevas edificaciones e, incluso, en la renovación de las existentes. La tercera está alineada a los sistemas de certificación; hemos visto que logran un impulso muy significativo en el mercado, por ejemplo en Latinoamérica Brasil y Guatemala ya lanzaron sus sistemas de certificación para edificaciones neto cero carbono, y estamos invitando a que todas las compañías y todas las ciudades se sumen a este propósito. Por último, el año pasado el World GBC lanzó el Compromiso de edificaciones neto cero carbono donde, al día de hoy ya tenemos más de 60 organizaciones, ciudades, estados y compañías que han firmado este compromiso de conseguir las metas del 2030 y el 2050 en su portafolio de edificaciones. Tenemos ciudades muy comprometidas, incluyendo grandes ciudades como Nueva York, Londres, San Francisco, entre otras, también estados como Yucatán en México o la ciudad de Medellín en Colombia.
“Las edificaciones son responsables del 39% de las emisiones de carbono en su operación y el 11% de las emisiones en su proceso constructivo, de manera que tenemos una responsabilidad muy grande. Si logramos disminuir ese porcentaje, nuestro sector hará una transformación significativa y, sobre todo, ambiciosa, pues vamos a poder hacer un aporte muy importante en materia de cambio climático”
Rompiendo el mito
¿De qué manera la innovación contribuye con el logro de estos objetivos?
La innovación es un concepto clave en materia de construcción sostenible, porque necesitamos generar nuevas soluciones que atiendan las diferentes necesidades de los mercados. Para un movimiento global, incluso si lo vemos desde un solo país, podemos tener diferentes zonas climáticas y para cada una vamos a necesitar soluciones distintas en los edificios, sobre todo si estamos hablando de energía; por ejemplo, en algunos lugares vamos a necesitar aire acondicionado, en otros calefacción, en otros ninguno de los dos.
En los últimos diez años hemos visto que se ha generado una dinámica de mercado muy activa, donde no solo hay más soluciones, sino que esas alternativas en productos, en servicios, en diseños, logran tener muy altos estándares de calidad, pero disminuyendo los costos. Esto lo que nos ha permitido es romper el mito de que las construcciones sostenibles son más costosas en el proceso constructivo, porque la realidad es que ese no es necesariamente el caso. Se puede construir de manera sostenible con los mismos recursos que un edificio normal, pero aplicando estrategias de diseño integral que aportan desde la bioclimática, la iluminación natural, el manejo de la posición del edificio, etc.
¿Cuál puede ser el impacto de todas estas acciones para mitigar el cambio climático?
Las edificaciones son responsables del 39% de las emisiones de carbono en su operación y el 11% de las emisiones en su proceso constructivo, de manera que tenemos una responsabilidad muy grande. Si logramos disminuir ese porcentaje, nuestro sector hará una transformación significativa y, sobre todo, ambiciosa, pues vamos a poder hacer un aporte muy importante en materia de cambio climático.
Se estima que para 2060 la población global va a aumentar a los 10 mil millones, es decir, que se va a duplicar el portafolio de edificaciones existentes, de manera que lo que construyamos hoy tiene la oportunidad de generar un impacto positivo para ese futuro. Por eso son tan importantes todas las decisiones que tomemos ahora para lograr una transformación real, contundente y efectiva ante un escenario como el que estamos enfrentando, que es de una crisis climática.