La sustentabilidad cobra cada vez más relevancia en el desarrollo de las actividades productivas y se ha instalado como un valor ineludible tanto para las empresas como para los organismos reguladores. Prueba de ello es que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) se encuentra trabajando en una nueva norma, que obligará a las empresas bajo su supervisión a informar periódicamente sobre su desempeño en las áreas Ambiental, Social y de Gobernanza (ASG, o ESG en inglés).
La normativa, que actualizará los requerimientos de información que ya deben cumplir los emisores de valores de oferta pública, fue puesta en consulta pública por primera vez en 2020. Tras recibir varias observaciones, la CMF dispuso una nueva versión en marzo de este año, cuyo periodo de consulta se cerró en abril.
Actualmente el organismo regulador se encuentra adecuando el contenido del texto de acuerdo a los planteamientos realizados por los distintos actores involucrados y se espera que el documento definitivo sea publicado en los próximos meses.
“Uno de los comentarios que surgieron de la consulta pública es el tema de transitoriedad. Estamos afinando esos aspectos y se va a dar a conocer en el último trimestre de este año”, adelantó la comisionada de la CMF Bernardita Piedrabuena durante un webinar realizado por la Bolsa de Santiago y el Stakeholders Sustainable Index (SSINDEX), el jueves 2 de septiembre.
Piedrabuena explicó que el reporte de variables ASG se ha incorporado en la normativa paulatinamente desde 2015. Desde ese año, a través de la Norma de Carácter General N°386, se comenzó a solicitar a las empresas que incorporaran en sus memorias anuales información sobre diversidad (género, nacionalidad y edad) tanto en los directorios como a nivel gerencial y en el resto de la organización. Asimismo, se pedía informar sobre la brecha salarial de género.
La norma que está pronta a ver la luz amplía la información a entregar por parte de las compañías, a través de una modificación de la NCG N°30. “Se profundiza y se hace un barrido más comprensivo de las métricas y políticas en relación a las materias ESG que las empresas emisoras de valores de oferta pública deben reportar. Esto se ha trabajado siguiendo los distintos estándares internacionales”, explicó la comisionada de la CMF.
A nivel mundial los mecanismos para reportar esta información son múltiples. De acuerdo a una encuesta realizada en 2020 por la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), hay al menos 12 estándares distintos que están siendo usados por las compañías para presentar sus variables ASG. El organismo regulador chileno se inclinaría por seguir las pautas de Task Force on Climate-related Financial Disclosure (TCFD), Sustainability Accounting Standards Board (SASB) y Global Reporting Initiative (GRI).
Los inversionistas
Los datos sobre la gestión de las empresas en materia ambiental, social y de gobernanza, constituyen un insumo de vital importancia para los inversionistas.
En el mundo actual los resultados y la información financiera de las compañías ya no son indicadores suficientes, por sí solos, para decidir si vale la pena invertir. Hoy, más que nunca, importa si las compañías mitigan sus emisiones, dialogan con las comunidades donde operan y tienen una estructura organizacional adecuada. El desarrollo sostenible es la columna vertebral de esta forma de concebir los negocios.
De acuerdo al estudio “ESG Investment Practices”, elaborado por SSINDEX Chile, el 90% de los inversionistas tiene una política ESG para invertir o está trabajando en ella, y el 95% de ellos visualiza un crecimiento de la inversión de fondos extranjeros en empresas chilenas con buen desempeño en estas variables. Además, un 23% señala que ha salido de empresas por mala gestión ASG, debido principalmente a temas de gobernanza, seguido por factores medioambientales. Especialmente en un contexto de Covid-19, un 51% prefiere invertir en empresas con un buen desempeño ASG, consideradas más adaptables y atractivas.