Ganadores de Circular Awards 2023, un ejemplo de innovación sustentable para enfrentar los desafíos del país
El reconocimiento, organizado por Fundación Desafío Circular y presentado por Enel Chile, tiene como objetivo destacar a las organizaciones sociales, pymes y grandes empresas que están implementando estrategias de economía circular con impacto directo en cinco desafíos clave para el desarrollo sustentable: Energía, Agua, Valorización, Emisiones y Social. En esta primera versión postularon más de 170 iniciativas, de las cuales fueron premiadas 18, las que recibieron su galardón en una ceremonia realizada el 9 de agosto. En este artículo destacamos algunos de los proyectos ganadores, que constituyen un aporte para hacer frente a situaciones como la crisis hídrica, la mitigación del cambio climático, el desarrollo de la economía local y la integración social, por mencionar solo algunas.
Todo un éxito fue la convocatoria para los Circular Awards 2023, con más 170 proyectos de economía circular que postulaban en las distintas categorías de los cinco ejes de acción: Energía, Agua, Valorización, Emisiones y Social. La gran cantidad de iniciativas y su alta calidad hicieron muy difícil el trabajo de los 25 jurados, expertos nacionales e internacionales de diversas áreas vinculadas al modelo circular y el desarrollo sostenible, que finalmente eligieron a 12 ganadores y 6 reconocimientos extraordinarios. Así fue destacado en la ceremonia de premiación, realizada el 9 de agosto en el restorán La Mesa, encabezada por Fundación Desafío Circular, organizadora de los premios, y por Enel Chile, auspiciador principal de los Circular Awards 2023.
Al inicio de la ceremonia, el presidente de la Fundación, Humberto Salinas, destacó que “nuestro objetivo fue reconocer y premiar a las empresas, pymes y organizaciones sociales líderes en Chile, que están impulsando iniciativas concretas e innovadoras en el ámbito de la economía circular y el modelo de desarrollo sustentable”. Asimismo, agradeció el apoyo de Enel Chile “por confiar en nosotros, porque fueron los primeros en creer”.
A su vez, la gerenta de Sostenibilidad y Relacionamiento Comunitario de Enel Chile, Montserrat Palomar, agradeció a todos los participantes y comentó que “no importa cuánto esfuerzo y logros se tengan en materia de sustentabilidad, siempre hay que preguntarse ¿qué más podemos hacer? Y en esa pregunta surgió la oportunidad de sumarnos para que este premio exista, un premio que valida el esfuerzo que ustedes han puesto, porque lo que ustedes están haciendo vale la pena, tiene valor para Chile y para el planeta”.
Los premiados en los cinco desafíos fueron: Calagro, Ecological, Empresas Iansa, Enerlink, Fundación Chile, Fundación Nonos, Fundación Tedoy, Imeko SPA, Kyklos, Mochacó, Movener, Walmart S.A. Además, la organización del galardón decidió entregar un reconocimiento a la Acción Circular por alto impacto, que fue otorgado a CIC, Matter of Trust, Owo, Rembre, T-Phite, Unibag.
Para conocer más sobre las iniciativas premiadas, País Circular conversó con algunos de los ganadores.
Desafío Agua: Ecological
En la categoría pymes, Ecological fue premiada por su proyecto “Mi vivienda hídrica”, de reúso de aguas grises tratadas mediante humedales depuradores en Petorca.
Las socias fundadoras de Ecological Pilar Beltrán y Soledad Squella, y el colaborador Rubén Méndez, explican que la iniciativa consiste en el desarrollo completo de un modelo de reúso de aguas grises, aplicado en viviendas sociales de la comuna de Petorca (región de Valparaíso), en virtud de un desafío de innovación del Serviu, financiado por Corfo. “Las aguas grises son las que se generan luego del uso en el lavamanos, ducha, lavadora; las tratamos en base a humedales depuradores y las inyectamos para la descarga en el WC y para riego de árboles frutales, áreas verdes y un mini invernadero productivo para las mismas familias”, señala Squella.
Añade que, si bien los humedales depuradores son una Solución basada en la Naturaleza (SbN) conocida y muy usada, la innovación de Ecological es el desarrollo de la tecnología para hacerlos prefabricados y como una solución modular, características propias de un diseño circular. En este sentido, Méndez cree que uno de los atributos importantes del proyecto es su escalabilidad y la posibilidad de conectarlo con las estrategias públicas.
Beltrán sostiene que uno de los aportes “es darnos cuenta de que al cambiar las infraestructuras, los edificios que habitamos, vamos cambiando nuestros hábitos. Las familias, al cambiar el alcantarillado de su vivienda, se dan cuenta de que el hábito diario de lavarse las manos va a tener un impacto totalmente distinto; esa agua ya no va a terminar en una fosa séptica, sino que en un jardín y, antes, va a pasar por un humedal que está lleno de plantas. Entonces, el impacto de las sustentabilidad se ve reflejado en el espacio, en la belleza, en lo que nos rodea, y eso provoca un cambio en la conciencia a nivel muy profundo”.
Feliz con el premio, Pilar Beltrán lo considera un “tremendo reconocimiento, nos dan ganas de seguir adelante y seguir replicando este proyecto, es un impulso para ir más allá”.
Desafío Agua: Fundación Chile
En la categoría organizaciones sin fines de lucro, se reconoció el trabajo de Fundación Chile, por implementar sistemas de reúso de aguas residuales en la región de Coquimbo.
El líder de Iniciativas de Nuevas Fuentes de Agua en Fundación Chile (FCh), Gerardo Díaz Moya, explicó que en cinco comunidades rurales de Coquimbo fueron implementados “sistemas de reúso de aguas residuales tratadas que aprovechan efluentes sanitarios descargados por las plantas de tratamiento rurales” que pueden reemplazar el agua potable para riego de áreas verdes, modelos de negocio como la producción de plantas ornamentales regadas con aguas residuales tratadas, por mencionar algunas.
Además, ayudan a la protección de la comunidad frente a eventos extremos, pues se refuerzan pretiles de quebradas con árboles nativos plantados y regados con esta nueva fuente de agua; asimismo, se crean humedales artificiales para asistir el saneamiento rural y eliminar malos olores. “Buscamos transformar la escasez de agua en una oportunidad de progreso, cerrando el ciclo del agua de manera circular y sostenible, mitigando la escasez y promoviendo la resiliencia en comunidades vulnerables”, sostiene Díaz.
El proyecto, que beneficia a las comunas de Illapel, Monte Patria, La Serena y Vicuña, fue financiado por el gobierno regional de Coquimbo y ejecutado por Escenarios Hídricos 2030, de Fundación Chile.
“Estamos transformando aguas residuales tratadas, consideradas como residuos, en una fuente valiosa de agua limpia, generando impacto positivo directo en la calidad de vida de las personas al revitalizar entornos más saludables para comunidades rurales. Estamos orgullosos de ser parte de un movimiento que impulsa la economía circular y transforma desafíos en oportunidades reales para las personas y el medio ambiente”, subrayó Gerardo. Asimismo, destacó que este premio es un reconocimiento a cerca de 10 años de trabajo del equipo de Aguas de FCh, y “representa una responsabilidad para redoblar nuestros esfuerzos”.
Desafío Emisiones: Movener
En la categoría pymes, Movener obtuvo el premio por desarrollar un dispositivo que permite la transición de camiones a combustión hacia la electromovilidad.
Movener se enfoca en el rubro transporte, principalmente camiones, comercializando un kit que permite hacer la transición desde los vehículos a combustión hacia la electromovilidad. El fundador de esta pyme, Gonzalo Pacheco, explica que “actualmente transformar una flota a 100% eléctrico es muy caro, y no nos podemos quedar de brazos cruzados esperando que los precios bajen. Por eso inventamos un equipo que se llama Kit E-Power, que convierte los camiones tradicionales de combustión a camiones híbridos. Eso permite que a un camión de cualquier marca, cualquier año, cualquier modelo, se le puedan entregar algunas bondades iniciales de electromovilidad”.
Respecto a la forma en que esta innovación contribuye a mitigar el cambio climático, el emprendedor señala que “a un camión que fue concebido de fábrica como combustión, nosotros le damos esa mejora, como camión híbrido, y eso hace que podamos reducir el consumo de diésel, de combustible, podamos reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y material particulado. Además, extiende la vida útil del camión, porque va a tener un motor eléctrico que lo va a ayudar”.
La meta estimada de Movener es reducir entre 8 y 12% de emisiones de GEI, y su objetivo es “exportar desde Chile hacia el mundo nuestros kits, con foco en diferentes países que tienen políticas que fomentan la electromovilidad, por ejemplo California en Estados Unidos, Colombia y México en Latinoamérica” .
Es un “tremendo logro”, dice Gonzalo en relación al premio recibido. “Creo que es un espaldarazo a nuestro equipo de trabajo, porque detrás mío hay un equipo de ingenieros, técnicos, que hacen esto realidad. También es creerse el cuento que desde Chile sí podemos generar disrupción y tecnología hacia el mundo (…) Una validación de que nuestras creaciones tienen alto valor”.
Desafío Energía: Enerlink
Dentro de la categoría grandes empresas, Enerlink fue premiada por crear un software que facilita el tránsito a la electromovilidad y otras soluciones de eficiencia energética.
Sebastián Luque, gerente general y fundador de Enerlink, explica que son “entregan tecnología para que las empresas puedan hacer una gestión más inteligente, más activa y sustentable de su energía”. Tienen distintos servicios; por ejemplo, uno que está orientado al uso más eficiente la energía a través de la medición inteligente; uno para que la empresa pueda comprar energía renovable; y otro para ayudar a las compañías a acelerar la transición hacia la electromovilidad.
“Es básicamente un software para reducir los ‘dolores’ que se producen cuando las empresas quieren implementar vehículos eléctricos y tienen que cargarlos. A través de la inteligencia de software para los cargadores ayudamos a que todo ese proceso sea más fácil, que funcione bien, que el costo de la carga sea más barato, que no tengan problemas con los cargadores, etcétera. Entonces, hacemos que sea más más fluido y que sea desde el comienzo una buena experiencia ir adoptando la electromovilidad”.
Sebastián agrega que con el Desafío Energía “se buscaba empresas que estuvieran promoviendo la reducción del uso de combustibles fósiles y, sin duda, lo que hacemos nosotros aporta en ese sentido, porque estamos ayudando a la opción de la electromovilidad y de un uso más eficiente de energía”. Se trata, dicen desde el jurado, de una contribución al uso más circular de un recurso base, como la energía, para las actividades y operaciones de personas y empresas.
“Estamos muy felices, muy orgullosos, porque finalmente uno trabaja todos los días -ya llevamos casi seis años- y es bonito llegar un punto donde se reconoce el trabajo que uno está haciendo como empresa, como equipo, y el enfoque que le estamos dando las cosas”, comenta con relación al reconocimiento de Circular Awards.
Desafío Social: Tedoy Chile
En la categoría organizaciones sin fines de lucro, la Fundación Tedoy Chile ganó por crear una red de “consumo colaborativo desprendido”
El presidente de Fundación Tedoy Chile, Phelippe Muzz, explica que “promovemos el desarrollo de un nuevo modelo de economía consciente, y para eso estamos impulsando el ‘consumo colaborativo desprendido’. Es una propuesta que nosotros desarrollamos y para eso creamos comunidades conscientes y sostenibles, a partir de lo cual existe la red Tedoy, Un Mundo Para Compartir, que es la primera red de economía circular y consumo colaborativo desprendido del país y la comunidad más grande de Latinoamérica”.
Agrega que son cerca de 300.000 personas las que ya están en la red, donde “pueden liberar o solicitar productos en desuso sin tener que pagar ni entregar nada a cambio”. Es una forma, señala, de movilizar recursos que están estancados en las casas, que no se están ocupando, para que cualquier persona le pueda dar una utilidad nueva, sin la necesidad de intercambiar dinero. Se organizan por grupos comunales -usan principalmente por Facebook-, y ya hay 85 comunas a lo largo del país. “Invitamos a la gente a desprenderse de lo material, a liberar los productos para que otra persona le dé la utilidad que quiera”.
Phelippe cree que la masividad que ha alcanzado Tedoy Chile es un factor clave en la evaluación de esta iniciativa premiada en el Desafío Social de los Circular Awards. “Hemos generado esta gran comunidad y lo hemos hecho en base a pura colaboración. Ha sido un trabajo enorme y queremos invitar a otras organizaciones a que se sumen”. Por eso, “ha sido maravilloso” recibir este reconocimiento, dice. “Nos permite mostrar nuestro trabajo, hacerlo visible, lo que nos puede llevar a muchos más lugares, que es lo que queremos, porque mientras más se reutilice es mejor para todos”.
Desafío Social: Mochacó
Dentro de la categoría pymes, Mochacó fue premiada por el trabajo que realiza con artesanas rurales para fabricar productos de moda con residuos de industrias.
“Revalorizamos los desechos de diversas industrias a través de la moda, con confección artesanal de artículos -ropa, zapatos, bolsos, etc.- hechos por mujeres de zonas rurales”, resume el director ejecutivo de Mochacó, Gonzalo Rojas.
“Empezamos con la revalorización de redes, haciendo bolsos, por eso nuestro primer nombre fue Mochacó Bags, pero nos dimos cuenta de que podíamos trabajar con otros residuos y ampliar el tipo de productos. Ahora, por ejemplo, nos están pidiendo reciclar salvavidas, uniformes, muchos textiles. (…) Las salmoneras tienen hartos pontones, que son como casas flotantes, donde tienen mucha ropa de cama que requieren una segunda vida. Así que estamos haciendo reciclaje de residuos textiles en alianza con Ecocitex”.
Las confecciones son hechas de modo artesanal, utilizando las técnicas ancestrales de los lugares donde Mochacó busca la mano de obra; esos lugares se eligen sobre la base de lo que los clientes -empresas- solicitan a la pyme. “En el caso de los salmoneros, que tienen una operación cerca del Estuario de Reloncaví, en la zona de Aysén y Magallanes, nos han pedido hacer proyectos con artesanas de esas localidades”.
“Cuando empezamos un proyecto, nos acercamos a la comunidad para conocer a las artesanas, sus costumbres, su historia, su cultura, y así desarrollar un producto que sea basado en las técnicas que ellas conocen. No se trata de enseñarles algo distinto, sino que algo que facilite la producción y con la historia de ellas”, señala Gonzalo. Agrega que llevan dos años trabajando sobre la base de cuatro pilares: economía circular, comercio justo y transparente, inspiración y trabajo con artesanos.
Ganar un Circular Awards es muy importante para Mochacó porque, si bien han sido galardonados internacionalmente -como en la Bienal Iberoamericana de Diseño, en España- se trata del primer premio obtenido en Chile.
Desafío Valorización: Fundación Nonos
En la categoría organizaciones sin fines de lucro, la Fundación Nonos obtuvo el premio por su valorización de residuos textiles empleando a personas vulnerables.
Desde hace unos siete años que Fundación Nonos trabaja reciclando residuos textiles para fabricar diversos artículos, especialmente sus característicos muñecos Nonos, para lo cual cuenta con un equipo de 21 costureras que trabajan en sus casas de las comunas de Cerro Navia, Pudahuel, la Granja, La Pintana y Renca. Además, para la labor previa de preparación de las telas, dan empleo a “personas con discapacidad intelectual de un centro que queda en Renca; ellos desarman las prendas, les sacan todo lo que no es textil, como botones, cierres, etc.”, cuenta la fundadora de Nonos, Paulina Gaete.
“Somos una fundación de resiliencia”, señala Paulina. Explica que se busca hacer una especie de símil entre una persona abandonada y una prenda o textil abandonado, con el cual se fabrican productos nuevos. “La idea es mostrar que una prenda abandonada se convierte en algo hermoso, lindo, nuevo. Es decir, algo que se iba a botar tiene un valor. Ese es el valor que queremos mostrar, que nadie es igual a otro, somos todos diferentes y hermosos”. Por esa razón, añade, los muñecos Nonos tienen formas especiales -con ojos, piernas o brazos asimétricos-, para “demostrar que nadie es perfecto y así queremos abordar el tema del bullying, los trastornos alimenticios y otras situaciones que viven los jóvenes”.
La fundación se encarga de la venta de los productos y también hacen talleres en colegios, hospitales, asilos de ancianos, donde cada persona hace su propio muñeco, en un proceso de elaboración con un fuerte componente emocional.
Paulina subraya que no pierden nada de material, porque todos los pedacitos de tela que van quedando se los envían a una empresa -EcoAmbiente-, que los pica muy finito y con eso rellenan los muñecos, camas para perros, cojines, etc.
Recibir este premio la enorgullece enormemente. “Hemos trabajado mucho tiempo y nos han postulado a premios, pero es primera vez que ganamos. Entonces, estamos súper contentos y nuestras costureras están muy orgullosas”.