Santiago Rojas, director nacional de INDAP: “Esperamos que la agricultura familiar campesina salga favorecida en el Plan de Seguridad y Soberanía Alimentaria”
El Instituto de Desarrollo Agropecuario es uno de los organismos que participa de la recién conformada Comisión Nacional por la Seguridad y la Soberanía Alimentaria, de la cual emanará un plan nacional referido al tema, que intentará asegurar la disposición de insumos y alimentos en un contexto de crisis económica y climática a nivel global. En esta entrevista, Rojas Alessandri enumera el trabajo que viene realizando INDAP al respecto y cómo piensa que este plan fortalecerá las redes de las y los pequeños y medianos campesinos.
El pasado 25 de junio el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, presentó la Comisión Nacional por la Seguridad y la Soberanía Alimentaria ante las presidentas de las comisiones de Agricultura de ambas cámaras del Congreso, Carmen Gloria Aravena (Senado) y Consuelo Veloso (Cámara de Diputados). La dura contingencia que ha afectado la oferta global de alimentos en el país llevó al Gobierno del Presidente Gabriel Boric a tomar cartas en el asunto y crear esta comisión de la cual emanará un Plan Nacional de Seguridad y Soberanía Alimentaria.
En dicha comisión participan los actores públicos y privados de la cadena agroalimentaria del país, quienes definirán este plan que, en primera instancia, abordará las condiciones necesarias para disponer de insumos y alimentos en virtud del nivel de producción; asimismo, el objetivo es garantizar las condiciones del acceso físico y económico a alimentos inocuos y de calidad para los consumidores; y coordinar los procesos de gestión y transporte de insumos y alimentos desde el origen hasta el cliente final.
El Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) es una de las entidades que integrará la comisión y tendrá una participación relevante por la naturaleza de sus funciones. En esta entrevista con País Circular, su director nacional Santiago Rojas Alessandri, aborda los desafíos que implica la consecución de este plan y los efectos positivos que podría acarrear para la agricultura familiar campesina y la seguridad y soberanía alimentaria en un contexto de crisis mundial.
Ingeniero agrónomo con mención en gestión ambiental, diplomado en agricultura orgánica y magíster en medio ambiente y desarrollo sostenible, Rojas se ha especializado en el desarrollo de estrategias y proyectos de sustentabilidad y medio ambiente en el sector público y privado. Destacó su tarea en la Municipalidad de Providencia entre 2013 y 2016, donde se desempeñó como Asesor de Sustentabilidad para la Secretaría de Planificación, y luego como Jefe del Departamento de Medio Ambiente de dicho municipio. Además, fue parte del Comité de Expertos para el desarrollo de un marco legal institucional de Cambio Climático en Chile entre los años 2015 y 2016.
“Apoyar el trabajo del mundo rural y campesino con incentivos adecuados es un camino eficaz para enfrentar la contingencia, pero también para abordar el desafío a largo plazo de la seguridad y soberanía alimentaria”.
-¿Cuál será la participación de INDAP en esta Comisión de Seguridad y Soberanía Alimentaria impulsada por Minagri?
Desde INDAP estamos convencidos que la agricultura familiar campesina puede y debe jugar un rol fundamental para que no falten, bajo ninguna circunstancia, los alimentos en los hogares chilenos. Por lo mismo, hemos tenido una participación activa en la subcomisión de disponibilidad de insumos y alimentos, donde hemos puesto a disposición de este gran esfuerzo público-privado las capacidades de nuestra institución, con el objetivo de disminuir las brechas que dificultan el trabajo productivo de las y los campesinos, apicultores y crianceros del país.
-¿Cuáles diría usted que son las principales amenazas a la soberanía y seguridad alimentaria en Chile?
La pandemia de COVID-19 evidenció que en las últimas décadas creció la fragilidad de la agricultura familiar campesina frente a las vicisitudes de los mercados internacionales. Nuestro sector es altamente demandante de insumos de producción externos, por lo tanto, los golpes abruptos le repercuten con mayor fuerza. Ese fue el caso de lo que ocurrió con el alza mundial del precio de los fertilizantes convencionales a raíz de la guerra Rusia-Ucrania. A esto debemos sumar otros factores que ya no son fenómenos aislados, sino parte de la realidad del agro chileno, como la escasez hídrica, la pérdida de suelo agrícola o el envejecimiento de la población rural. A pesar de todo esto, la mantención de la intención de siembra dadas a conocer por el Ministerio de Agricultura hace unas semanas, demuestra que la agricultura familiar campesina chilena, con el apoyo proactivo del Gobierno, cuenta con buenas herramientas para sortear este tipo de situaciones.
-¿Qué medidas propone INDAP para garantizar la soberanía alimentaria y favorecer, por ejemplo, a las y los pequeños campesinos para que en el proceso de la cadena de distribución de los alimentos que producen hasta el cliente final, no se vean perjudicados como sucede hasta ahora?
La comisión está pronta a terminar la primera etapa de su trabajo, el que permitirá tener una primera batería de medidas para el corto plazo. En ese sentido, no corresponde adelantarse a las conclusiones que se entregarán a la ciudadanía y la opinión pública a fin de este mes. No obstante, podemos decir que hemos velado por apoyar y fortalecer a las productoras y productores del mundo campesino con incentivos concretos y con la adecuación de nuestra oferta programática a la realidad productiva actual. Esto, con el fin de hacer frente a problemáticas como el acceso a capital para la agricultura familiar; un mayor acceso a la información y asesorías especializadas; el mejoramiento de instrumentos estadísticos; el fortalecimiento de instrumentos de riego eficientes con el recurso hídrico y un énfasis en técnicas de producción sostenible, entre otros.
“Nuestro sector es altamente demandante de insumos de producción externos, por lo tanto, los golpes abruptos le repercuten con mayor fuerza”.
-¿Qué iniciativas está llevando a cabo INDAP para incentivar la producción local y evitar que productos básicos de la canasta alimentaria (las lentejas, por ejemplo) lleguen fruto de la importación? ¿Cuál es la estrategia que se está desarrollando?
Tal como dice el ministro Esteban Valenzuela, este es un camino que no persigue la autarquía. Tiene que ver con la preocupación por la producción de la agricultura familiar campesina en tiempos difíciles y con la contribución que hace el mundo campesino a la disponibilidad de alimentos saludables. Por eso, hablamos de seguridad y soberanía alimentaria, como elementos complementarios respecto a la alimentación de la población. A través del plan “Siembra por Chile” ya hemos destinado casi $14 mil millones para apoyar a las agricultoras y agricultores de INDAP con incentivos para paliar la escasez hídrica y para fomentar la producción de los cultivos tradicionales que sustentan la canasta alimentaria, como lo es el trigo, el maíz, el arroz y la papa. Esta es una estrategia que esperamos robustecer, y a la que se sumarán prontamente anuncios para el apoyo en la compra de fertilizantes y biofertilizantes. Cabe mencionar también que nuestros programas de asesoría técnica (Prodesal, Padis, SAT y PDTI) tienen un foco local que entrega apoyo para que las y los usuarios generen en sus territorios parte de los alimentos de la canasta básica.
-¿Qué esperaría usted de este Plan de Seguridad y Soberanía Alimentaria impulsado desde el Gobierno? ¿Cómo lo califica y qué efectos podría llegar a tener tanto a corto, mediano y largo plazo?
Como parte del Ministerio de Agricultura y del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, esperamos que el Plan de Seguridad y Soberanía Alimentaria que emanará prontamente de la comisión nos permita tener políticas más robustas de seguridad y soberanía alimentaria, donde la agricultura familiar campesina sea protagonista y salga fortalecida. Apoyar el trabajo del mundo rural y campesino con incentivos adecuados es un camino eficaz para enfrentar la contingencia, pero también para abordar el desafío a largo plazo de la seguridad y soberanía alimentaria.
-En particular, ¿desde qué línea de INDAP se trabaja con el tema de la grave megasequía que afecta al país y que pone en riesgo la seguridad alimentaria?
Estamos trabajando en una readecuación de los equipos de riego, porque entendemos las acciones que permiten enfrentar la crisis hídrica como una forma de garantizar la seguridad alimentaria. Esto forma parte de nuestros lineamientos estratégicos. Por otro lado, estamos potenciando a través de nuestros programas la acumulación de aguas lluvias; se modificó la normativa para incrementar los aportes a los riegos intraprediales de nueve a doce millones de pesos; se ha apoyado los sistemas de riego que utilicen fuentes de energía renovables y se están haciendo las readecuaciones necesarias en los programas de cara al nuevo Código de Agua vigente de abril del presente año.