La segunda versión del Foro de Economía Circular de las Américas que se inició hoy en Santiago reunió a expertos, emprendedores, agentes públicos y privados en torno a reflexionar sobre la economía circular, cómo alcanzar una definición común y de que forma se puede incrementar su impulso en nuestro continente, adaptada a sus propias realidades.
Allí se entregaron distintas aproximaciones a los problemas, se compartieron casos de éxito y se reflexionó sobre las distintas miradas y enfoques respecto de la economía circular. Aquí, tres expertos mundiales nos entregan su mirada sobre esta materia.
“El desafío más grande es la inercia”
Mark Dorfman es químico de biomimetismo y director de Biomimicry 3.8, una Empresa B con base en Estados Unidos que aplica los principios de diseño de las estrategias químicas de la naturaleza para desarrollar soluciones innovadoras a los desafíos químicos y materiales tóxicos del siglo XXI. Ha trabajado con clientes como Estee Lauder, Colgate, Natura, Johnson y Johnson, WD-40, Coca-Cola, Levi’s, Conoco-Philips, Kimberly-Clark, Patagonia y la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., entre otros.
¿Cómo define usted la economía circular?
La economía circular es donde no tienes un esquema respecto a qué haces con los desperdicios, por lo que tienes que ir constantemente a extraer recursos desde las fuentes naturales porque no tienes un sistema de usar y reusar, tal como lo hace la naturaleza. Tú no ves que en un bosque todos sus organismos tengan que ir a otro bosque para extraer sus recursos, ni que del otro lado haya solamente un terreno vacío. Nuestra sociedad puede, al igual que un bosque u otros ecosistemas, circular nuestros recursos para reconstruir productos y otros materiales.
¿Cuáles son los principales desafíos que presenta un sistema circular?
Creo que el desafío más grande es la inercia en nuestra sociedad, donde los consumidores, las industrias y el gobierno han estado haciendo las cosas de cierta manera, y es bastante difícil hacer que las personas cambien.