Un total de 5.557 toneladas de envases reciclables se recolectaron directamente desde los departamentos de los vecinos de Providencia en los últimos 24 meses, en el marco de un programa piloto de recolección selectiva en domicilios que busca poner a prueba los sistemas de gestión que deberán financiar las empresas para cumplir con las metas de reciclaje establecidas por la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP).
Este piloto se inició en septiembre de 2019 en 2.145 edificios y 63 mil viviendas de Providencia, equivalente al 90% de las viviendas de la comuna. Fue desarrollado por el único sistema de gestión colectivo (GRANSIC) actualmente en tramitación legal, creado al alero del gremio AB Chile, que reúne a las principales empresas de alimentos y bebidas analcohólicas del país. Actualmente, este GRANSIC está conformado por 25 empresas de distintos rubros, entre ellas empresas de retail, aseo del hogar, cervezas y viñas, entre otras.
Los resultados del proyecto se dieron a conocer hoy en el marco del seminario “Resultados plan piloto de recolección domiciliaria en Providencia: la Ley REP en Marcha”, organizado por AB Chile y País Circular, y fueron presentados por el gerente del proyecto de GRANSIC en formación, Isidro Pereda.
Entre los principales objetivos de este ejercicio, señaló Isidro Pereda, estaban el posicionar a la Ley REP como impulsora de la economía circular; estudiar qué tipo de residuos se capturan desde los edificios, así como los costos de recolección, clasificación y precios de venta del material reciclado; porcentaje de participación ciudadana; prueba de antecedentes y calidad del servicio de los gestores recolectores; la inclusión de los recicladores de base; y el trabajo con el municipio en materia de educación ambiental.
Y aunque su ejecución fue atravesada por el estallido social y luego la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, sus resultados fueron ampliamente exitosos, no solo por el volumen de residuos recolectados. Previo a la pandemia, por ejemplo, se realizaron 1.596 charlas presenciales con vecinos para capacitar en el reciclaje, trabajo que posteriormente continuó en forma digital.
En cada edificio se instalaron dos tipos de contenedores distintos: uno exclusivo para vidrio, y otro para papeles, cartones y envases livianos (plásticos, cartón para bebidas, aluminios, etc.). Para la recolección, en tanto, se probaron camiones con distintas tecnologías. “La idea era testear y visualizar cuales son las opciones más costo eficientes para su posterior implementación en todo el país. Todos los camiones tenían GPS y se podía visualizar la ruta minuto a minuto, y chequear que pasa por la ruta definida, para que el vecino se acostumbre al día y hora en que el camión pasa a buscar los residuos”, explicó Pereda.