Étnico Footwear: zapatos ecológicos que se inspiran en culturas ancestrales
La empresa creada por Érica Astorga creó un tipo de calzado femenino con base de madera cuya iconografía y diseño es realizada por artesanas y artesanos de diferentes pueblos originarios como el mapuche, el aymara y el rapa nui. La madera utilizada en sus zuecos ecológicos es de manejo forestal certificada, con tala controlada, y se reutilizan residuos de pescaderías como materia prima. “Trato de llevar lo ancestral a tierra nueva”, dice Astorga, ingeniera mecánica de profesión.


La ingeniera mecánica Érica Astorga aprendió mucho acerca de matrices y moldes de calzado en su experiencia en la empresa Adidas, entre 1990 y 1997. Cuando la multinacional alemana dejó de funcionar en Chile, ella se atrevió a incursionar en su propio proyecto para empezar a diseñar zapatos ecológicos con una importante base en los pueblos originarios, no solo de Chile, sino de otras partes del mundo.
Fue a partir de una conversación con la entonces directora de Corfo, Claudia Labbé, que Astorga se decidió a emprender un camino en solitario el año 2014. Con la trayectoria ganada en Adidas, más otra en la creación de su propia metalmecánica para una industria de alimentos, Érica fundó Étnico Footwear, una colección de calzado femenino con foco en sustentabilidad.
Este último elemento está dado porque este tipo de zuecos (que Astorga denomina ZU-ECO) cuentan con una plataforma de madera certificada, que incluye iconografía ancestral diseñada por artesanos de pueblos originarios de varios países, no solo Chile. Otro tanto proviene del “strap” o correas, que usan tintas orgánicas y materiales derivados de diferentes regiones de Chile.
Érica siempre tuvo en mente hacer un elemento “diferenciador” con sus zuecos. Y ese no fue otro que la iconografía de los pueblos originarios. En un desayuno, en el mismo 2014, conoció a una mujer mapuche que, de algún modo, la inspiró para conseguir ese propósito. “Siempre yo pensaba que los anfitriones debían ser protagonistas en el tema”, dice la empresaria, para graficar que son los mismos artesanos y artesanas indígenas quienes diseñan el calzado y proporcionan el material.
Acto seguido, en otra actividad con SOFOFA, en un foro con cerca de 700 delegados del mundo indígena, conoció a un líder rapanui, a quien le mostró unas plataformas mecanizadas y él, como respuesta, “me talló mi primer prototipo del zueco”, dice efusivamente la emprendedora, que suma a su haber varios premios por su trabajo, entre ellos el Premio Pyme Mujer de Chile.
La madera con que confecciona las plataformas de madera es certificada con manejo forestal FSC y, por ende, “responde a un régimen de talas programadas para que sea sustentable”, dice la fundadora de Étnico Footwear. Érica, además, tuvo la oportunidad de llegar a CMPC, empresa a la que sigue aliada, al punto de participar también en la Semana de la Madera, instancia organizada por Madera21.
Además, para obtener un calce perfecto, los zuecos étnicos son fabricados con vectores de anatomía y malla 3D del pie. Y en la planta incluye nanopartículas de cobre antimicrobiano que también incluyen diseños realizados por los artesanos. La planta también está reforzada con caucho de neumático granulado.

La influencia originaria
Astorga fundó su empresa siguiendo las líneas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), correspondientes a la Agenda 2030 de Naciones Unidas. “Pensando en la estrategia, pensé que los nodos debían estar alineados con la materia prima de la raíz natural de cada una de las regiones”, comenta ella.
La primera colección de calzado femenino fue a partir del mahute, una corteza de un árbol, muy abundante en Rapa Nui, cuya tela resultante fue enviada para que la trabajara Astorga en Santiago. La siguiente fue la comunidad aymara, con quien creó la otra colección. “Uno de los requisitos es que no usamos nada contaminantes, lo hacemos en cosas naturales o bien las tintas deben ser orgánicas. Las artesanas aymaras trabajan con la alpaca, esa es la textilería que uso y me la mandan”, explica la emprendedora.
También ha trabajado con artesanas mapuches, que envían lana textil natural de ovejas o teñidos orgánicos. Hace poco empezó a trabajar para su colección kawésqar: “Una artesana kawésqar me está mandando una textilería en cestería junquillo”, cuenta. A nivel internacional, Étnico Footwear está aliada con la red global indígena wibf.ca, lo que le permitió realizar valiosos intercambios de técnicas en tallado, como la cultura maorí y otras de Canadá. De hecho, el calzado del pueblo maorí ya está prototipado.
Para Astorga, esta es una “experiencia mayor”. Así define el hecho de trabajar con las culturas originarias, cuyos líderes “son adultos mayores”, según ella. “Lo que trato de hacer es llevar lo ancestral a tierra nueva”, complementa.
Otras materias primas utilizadas provienen de los residuos de las pescaderías de Pichilemu. “La actividad comienza con la recolección de esos desechos. Luego el cuero se lleva a casa y se limpia. Se le quitan las escamas (descamado) y los restos de carne (descarnado”), explica ella. También se han curtido cueros de cachamba y congrio. Y espera hacerlo también con atún de aleta amarilla, típico en las costas de Isla de Pascua, una especie que se consume bastante en el “ombligo del mundo”. Lo importante, según Astorga, es que los canales de venta del calzado son a través del canal online de www.etnicosfootwear.cl, pero también los propios artesanos tienen el suyo. “Ellos son dueños de sus diseños, el tallado no me lo regalan”, dice.
Además, Étnico Footwear sigue los principios de tendencia del mercado Brand Activism y Green Marketing. Los dos conceptos tienden a una evolución del marketing social al situarlo como intermediario entre los intereses individuales y el interés público. En ese sentido, aborda el interés de los consumidores de premiar mediante su compra a las marcas y productos que se comprometen con el medioambiente, que son perdurables en el tiempo y que promueven el comercio justo.