La borra del café no solo da título a una extraordinaria novela de Mario Benedetti ni solo sirve para leer el futuro desde el fondo de la taza, según el acervo popular. También se usa como materia prima para fabricar jabones exfoliantes. Ese, al menos, ha sido el sello de Artisan Roast, la única tostaduría de café en el mundo que emplea el modelo de economía circular en la cadena productiva.
Con sede en Rengo, este inédito emprendimiento de café circular se comenzó a fraguar en la capital de Escocia, Edimburgo, hasta donde viajó en 2015 el matrimonio de Bernardita Mancilla y Alejandro Inostroza, y su hija Pascuala. Mientras él cuidaba a su pequeña en el país europeo, Bernardita estudiaba un magíster en economía ecológica, y en un curso de economía circular vio que podía materializar la idea que tenía grabada en la mente hacía mucho tiempo.
Juntos encontraron un complemento perfecto. Ambos eran agrónomos y conocían el valor de los suelos y el agua, de la sustentabilidad y del cuidado del planeta. “Me provocó un remezón grande conocer ese curso. Cada uno de nosotros salió de su zona de confort y nos dimos cuenta que la industria del café ha generado grandes impactos. Entonces con Alejandro, nos dijimos: ¿por qué no hacemos café circular?”, recuerda Bernardita, quien trabajó toda su vida como consultora en cambio climático, por lo que estaba a caballo con el tema.
En Edimburgo la pareja ganó un año de incubación en un laboratorio de ideas, y desde allí empezaron a recuperar la borra del café para producir unos kits de autocultivo de champiñones. Cuando estaban en proceso de validación del producto, cuenta Mancilla, conocieron a Gustavo Pardo, un chileno avecindado en la capital escocesa que resultó ser el dueño de Artisan Roast, una empresa reconocida en el Reino Unido por su café de especialidad. Pardo es hoy el tercer socio y trabaja desde Escocia, mientras que Bernardita y Alejandro mueven los hilos de la tostaduría en Rengo.
En la misma incubadora, Mancilla e Inostroza también habían diseñado un prototipo de envase de ecodiseño, dentro del cual introducían los champiñones hechos a partir de la borra de café. Pero al matrimonio le tocó volver a Chile. Y ese proyecto, finalmente, quedó listo para ser implementado en nuestro país. Ambos conversaron con Gustavo Pardo, y acordaron llevar el modelo a la práctica en Rengo, cuna de la familia de Alejandro.