EcoCarga lleva su exitoso modelo de negocios circular a la COP26
Nacida hace tres años, la empresa chilena que promueve el uso de envases reutilizables en la comercialización de productos de limpieza ha tenido un crecimiento exponencial gracias a la adopción de un sistema de franquicias que le ha permitido expandirse a otras localidades más apartadas, inducir al ahorro de los clientes y producir un gran beneficio medioambiental. Han logrado, además, instalar máquinas dispensadoras más sencillas y ampliar el portafolio de productos de limpieza a ofrecer. Su ejemplo los llevó a ser invitados a exponer representando a Chile en la cumbre climática.
Cuando EcoCarga estaba cerrando a fines de 2019 su primer año formal en el mercado, contaba con 10 tiendas que ofrecían productos de limpieza a través de envases reutilizables y tenía a su haber 26 mil clientes. En cambio, en la actualidad, la empresa cuenta con 40 puntos de venta y ya suma 98 mil clientes.
“Eso habla del crecimiento exponencial que hemos tenido como EcoCarga”, manifiesta Carolina Carrera, gerenta de experiencia clientes de la empresa, quien detalla a qué se debe este meteórico escalamiento de esta startup nacida en la Región de Valparaíso, que partió con un piloto en Viña del Mar.
Entre los cambios que ha experimentado la empresa desde su origen, Carrera indica uno que le parece medular para entender por qué se ha convertido en un referente en la industria del reúso: el cambio de modelo de negocios. Explica que, merced a la solicitud de algunos clientes habituales de EcoCarga, resolvieron adoptar un modelo de franquicia que empezaron a pilotear en 2020, y que consiste en que “nosotros somos los responsables del local, le entregamos la tienda con las máquinas instaladas, el franquiciado paga un monto para vender los productos en la tienda por cuatro años y gana una comisión sobre la venta del producto”, indica la representante de la firma.
“Esto nos permitió escalar mucho más rápido, en el cliente había un interés natural en tener puntos de EcoCarga: en Quilpué, Villa Alemana y otros sectores del interior de la región. Entre el estallido social y la pandemia, aunque eran momentos complejos para abrir, era una oportunidad para incursionar en un nuevo negocio”, agrega Carrera.
Actualmente EcoCarga cuenta con 25 puntos de venta física (solo una tiene atención automática; todas las demás es con personal detrás del mesón), de las cuales 20 son franquiciadas y 5 propias. A eso se suma la implementación de 15 dispensadores de productos de limpieza más pequeños, automáticos, lo que también para Carrera encarna otra de las razones que explican el rotundo éxito de la empresa.
“Esa es la otra vertiente que nos ha permitido escalar. Estamos probando otra manera de hacer llegar el servicio a los clientes, y ahí entra en juego las máquinas dispensadoras, que no implica tener nuestra clásica tienda física de 40 metros cuadrados”, narra Carrera. En la actualidad, entre las tiendas físicas y las dispensadoras, EcoCarga está presente en 15 comunas, repartidas entre la Región de Valparaíso y la Región Metropolitana.
La otra clave del éxito obedece a la ampliación del portafolio de productos a ofrecer. En principio contaban con cuatro productos de limpieza: detergente, lavalozas, suavizante de ropa y limpiador multiuso. Sin embargo, actualmente se están expandiendo a otros más, tales como antigrasa profesional, limpiador de baño y limpiador para piso flotante, con lo cual “cubrimos gran parte de las necesidades del hogar”.
Como cada envase tiene un código QR, existe un gran plan de trazabilidad que permite hacer un certero seguimiento acerca del consumo de cada cliente y del ahorro de plásticos que se consigue con el uso de EcoCarga. Se calcula que un consumidor promedio de la empresa deja de utilizar 25 envases de plástico al año con la adopción del modelo de negocios de EcoCarga.
Es algo a todas luces significativo si se piensa que los cuatro principales productos de limpieza ofrecidos por la pyme generan un total de 240 millones de envases plásticos al año, provocando un daño irreversible al medioambiente. Además, las familias del grupo socioeconómico C3D gastan aproximadamente 15 a 16 mil pesos mensuales en comprar cada uno de estos productos, por lo que la venta en envases reutilizables también representa un ahorro económico.
“Todo el mundo tiene clara la importancia de la industria del reúso, pero los proyectos y empresas se cuentan con los dedos de la mano. Cada regulación y legislación varía según el país. Pero hoy existen tecnologías para ir quitando las barreras e introducir conceptos de modelos de reúso”.
La invitación a la COP26
En los últimos días, EcoCarga recibió una invitación que los pondrá a la vanguardia en la industria del reúso a nivel mundial. La empresa chilena será la única latinoamericana entre tres europeas en exponer su caso de éxito ante la comunidad internacional en la COP26 que por estos días se desarrolla en Glasgow, Escocia, y que representa quizás la última oportunidad para frenar con inusitada fuerza la crisis del clima.
“Nos llena de orgullo esta invitación. Aparte de exponer sobre nosotros en Glasgow, trataremos de entregar un mensaje sobre la importancia de flexibilizar las regulaciones en los países para potenciar la industria del reúso. La economía circular y los modelos de reúso todavía son un tema pequeño por las barreras que imponen los países, sabiendo que estos son una solución clara para aspirar a cumplir las metas de carbono neutralidad trazadas por la comunidad internacional”, apunta Carolina Carr
Cita el caso que a EcoCarga le ha tocado afrontar, como los cientos de permisos y diligencias que ha debido hacer ante las autoridades del Instituto de Salud Público para poder dispensar cloro gel, un nuevo producto que paulatinamente se ha ido añadiendo al portafolio, en formato recargable. “Una vez que se logre levantar ese primer hito, podemos introducir de manera más fácil otros productos de desinfección”, dice Carrera, quien apunta a incluir otros productos que hoy son relevantes para higienizar las manos y luchar contra la pandemia como el amonio cuaternario y el alcohol gel.
Por estas razones, a Carolina Carrera le interesa sensibilizar sobre el tema de las regulaciones para poder potenciar la industria. “Todo el mundo tiene clara la importancia de la industria del reúso, pero los proyectos y empresas se cuentan con los dedos de la mano. Cada regulación y legislación varía según el país. Pero hoy existen tecnologías para ir quitando las barreras e introducir conceptos de modelos de reúso. Hay que volver a poner de moda el reúso, como antes los abuelitos recargaban aceite y leche, y contaminaban bastante menos que nuestra generación”, cierra Carrera.