Puelo y Futaleufú: los primeros ríos ad portas de ser protegidos mediante reserva de caudal
Aún pendiente la toma de razón de Contraloría, la Dirección General de Aguas emitió un decreto en el que protege ambos ríos para preservación ecosistémica bajo esta figura legal, impulsada en 2022 de la mano de la reforma al Código de Aguas. Varias agrupaciones, nucleadas en la iniciativa Ríos Protegidos, celebran los avances conseguidos hasta ahora, aunque son cautos en decir que todavía falta un paso. Si se concreta el logro, no se podrían construir proyectos a gran escala en ambas cuencas de los citados ríos. La iniciativa Ríos Protegidos, sin embargo, apunta más allá y promueve a futuro la figura legal de “río protegido”.
El 8 de septiembre de 2023, la Dirección General de Aguas (DGA) emitió un decreto que hizo sonreír a varias agrupaciones nucleadas a favor de la protección de los ríos de Chile: en aquel documento, la DGA decretó la reserva de caudal de los ríos Puelo y Futaleufú -ambos ubicados en la Región de Los Lagos- para fines de preservación ecosistémica, de tal modo que proyectos de gran escala que intervengan dichos cuerpos de agua queden absolutamente descartados.
Esta fue una demanda muy sentida por las entidades interesadas en la protección de ambos ríos, donde destaca la campaña Puelo Reserva de Agua, del año 2019, con el apoyo técnico de la organización Puelo Patagonia; y la campaña Por las Aguas del Futaleufú, guiada por Futaleufú Riverkeeper, Bestias del Sur Salvaje, Programa Austral Patagonia, Centro Investigación Ecosistemas de la Patagonia y The Pew Charitable Trusts. Sin embargo, la solicitud planteada ante la DGA cobró mayor fuerza gracias a que la reforma al Código de Aguas, de 2022, facultó al Estado a “constituir reservas de aguas, superficiales o subterráneas” para “asegurar el ejercicio de subsistencia y de preservación ecosistémica” de éstas. Del mismo modo, el otro antecedente es que Endesa renunció a los derechos de aprovechamiento de agua sobre ambos ríos en 2016.
Sin embargo, en la iniciativa Ríos Protegidos, que fue lanzada oficialmente en noviembre pasado en el marco del Festival Somos Cuenca, prefieren hablar de “avances”, ya que aún está pendiente la toma de razón de Contraloría para asegurar la protección de los ríos bajo esta figura legal. Si se concreta el proceso completo, los ríos Puelo y Futaleufú serían los primeros ríos en ser protegidos bajo reserva de caudal. Este hito fue celebrado, a comienzos de diciembre, con un gran encuentro en Futaleufú, al que asistieron alcaldes, senadores e incluso el director de la DGA, Rodrigo Sanhueza.
“Es una tremendísima señal que a partir de la visita del director de la DGA hayan tomado en cuenta esta solicitud. Hicieron el estudio correspondiente, sabiendo que es una herramienta y un decreto nuevo, que por primera vez se aplicará en Chile. Es un decreto firmado por la ministra de Obras Públicas, por lo que tiene todo el respaldo y garantía del ministerio para empujar esta herramienta. Muestra una coherencia en el compromiso de la institucionalidad para responder al interés de las comunidades y de la sociedad organizada”, comenta a País Circular Paulo Urrutia, director ejecutivo de Bestias del Sur Salvaje, agrupación que forma parte de la iniciativa Ríos Protegidos.
“La importancia de este decreto es que la reserva de caudal es para fines de preservación ecosistémica, no para otorgar derechos de aprovechamiento de aguas a nivel productivo, como se solía hacer normalmente antes de la reforma del Código de Aguas. Esto se enlaza con la diversidad, con los servicios ecosistémicos y con la parte humana desde las necesidades de la comunidad”.
¿Qué implica la reserva de caudal?
Durante esta semana, las entidades que participan de Ríos Protegidos sostendrán reuniones para conocer más en profundidad el contenido de ambos decretos de reserva caudal, con la asesoría de un equipo científico. Lo que sí está claro es que la reserva de caudal comprende un porcentaje del río destinado para preservación ecosistémica, lo que sólo permitiría actividades sustentables y de valor histórico que ya se realizan en ambos ríos como son las actividades deportivas y recreativas (como el rafting y el kayak, por ejemplo) y el turismo. Este volumen de agua preservada varía según cada mes, como se extrae del decreto de la DGA, de acuerdo a las estaciones del año en que hay más o menos disponibilidad de agua.
“La importancia de este decreto es que la reserva de caudal es para fines de preservación ecosistémica, no para otorgar derechos de aprovechamiento de aguas a nivel productivo, como se solía hacer normalmente antes de la reforma del Código de Aguas. Esto se enlaza con la diversidad, con los servicios ecosistémicos y con la parte humana desde las necesidades de la comunidad más que para un sector productivo que quiere aprovechar el agua para lucrar”, indica a este medio Nicole Colin, coordinadora científica de la iniciativa Ríos Protegidos y académica del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile.
Por su parte, la directora regional de la DGA de la Región de Los Lagos, Fabiola Pizarro, señala a País Circular que estos decretos “limitan el otorgamiento de derechos de aprovechamiento de agua para la extracción del recurso. Se permite, en cambio, constituir derechos que cumplan con esta preservación ecosistémica, como el turismo, rafting y, en fin, actividades no extractivas”.
De hecho, según Paulo Urrutia, de Bestias del Sur Salvaje, “uno de los elementos más importantes de este decreto es que en la práctica no haría factible un proyecto hidroeléctrico. No es una herramienta restrictiva, sino garante parea el bien de la comunidad, después de que estos ríos hayan sido fruto de tanta amenaza hidroeléctrica. Las comunidades nos dicen que tienen ahora una tranquilidad, ya que tendrán libre el río con el que se relacionan, con el que trabajan”. Durante la jornada en Futaleufú, la integrante de las Asociaciones Ovejeras de la Patagonia y de la Asociación Gremial de Guías Locales de Patagonia Verde, Adriana Ojeda, celebró la medida en cuanto ”las aguas del Futaleufú lo son todo, son la identidad de la lana de las tejedoras, el sustento de la economía del territorio agroecológico, pero la fuente de una vida familiar sustentable”.
Es más, agrega Urrutia, ambos decretos de la DGA incluyen en el texto elementos muy “innovadores” como “relevar los aspectos culturales y relacionales en torno al río. No es algo que la DGA, que es un organismo muy técnico, lo releve habitualmente”. Del mismo modo, en los considerandos del decreto, también se incorpora el potencial turístico de las cuencas del Puelo y del Futaleufú para actividades recreativas; en el caso del Futaleufú, como uno de los sitios de importancia mundial para la práctica del rafting.
“Son actividades recreativas que van de la mano con la protección del ecosistema. Esto definitivamente no permitiría instalar una central hidroeléctrica, ni extracción de agua para la minería o una planta industrial”, complementa Nicole Colin, coordinadora científica de Ríos Protegidos.
“El decreto de reserva de caudal muestra una coherencia en el compromiso de la institucionalidad para responder al interés de las comunidades y de la sociedad organizada”.
Hacia la figura de “ríos protegidos”
Si bien las agrupaciones están a la espera de la toma de razón de Contraloría para asegurar las reservas de caudal para el Puelo y el Futaleufú, la iniciativa Ríos Protegidos aboga por una protección mayor y permanente. Actualmente el proyecto se encuentra trabajando en una propuesta de ley que cree la figura de “río protegido” -análogo al del sistema de áreas protegidas de Chile- que permita cautelar los valores socioecológicos de los ríos para que fluyan libres y sanos; de modo tal, que existan diferentes rangos de protección de acuerdo al grado de intervención del río. Dicho de otra manera, se busca la integridad ecológica del río, así como también determinar las limitaciones y/o prohibiciones que garanticen su protección.
Para Nicole Colin, esta figura de “río protegido” es mucho más integral que la reserva de caudal pronta a aprobarse. De acuerdo con Colin, la reserva de caudal puede ser un modelo replicable para otros ríos, pero es un modelo que con un cambio de gobierno, un cambio en el Código de Aguas u otra modificación, podría ser caducado.
“Nosotros queremos generar una figura específica para la conservación de ríos, que vaya más allá de la reserva de caudal. Queremos asegurar la protección a través del tiempo, y eso se puede hacer a través de una ley”, dice Colin a este medio.
En la jornada de encuentro en Futaleufú también habló Nicole Mansuy, directora ejecutiva de Fundación Ngenko, otra de las organizaciones participantes de la iniciativa Ríos Protegidos. “Buscamos avanzar en la protección de los pocos ríos que aún siguen fluyendo libres y sanos en nuestro país, y también en encontrar vías para que la necesidad de restaurar los ríos degradados se posicione en la agenda pública. Creemos que la ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) abre espacios para ello”, acotó Mansuy.
De hecho, hay elementos que la reserva de caudal no garantiza, como lo son la calidad del agua, la vegetación y bosque de riberas, la accesibilidad a los cuerpos de agua. Todos estos tópicos podrían ser abordados de una manera holística creando la figura de “río protegido” a través de una nueva ley o de un cuerpo normativo existente.
En definitiva, cita Paulo Urrutia, este hito de la primera reserva de caudal del país “puede catalizar procesos de transformación a nivel nacional, al ser nosotros hijos de una historia de activistas que querían mantener fuera la amenaza hidroeléctrica y empujar un modelo que contagie a otros territorios. Hay formas de relacionarse con el agua que son distintas a lo largo del país”. Sin embargo, con la figura de “río protegido”, se daría curso a una “bandera de lucha cuando hoy tenemos ríos fragmentados, donde la posibilidad de acceder a la naturaleza es más reducida. Y aquí entramos a los temas de la equidad, de la justicia social, de quién puede acceder a la naturaleza. Volverlo un recurso de lujo es complejo en una sociedad que aspira a ser más democrática”.