A un ritmo intenso se está desarrollando en la Comisión de Medio Ambiente del Senado la discusión en particular del proyecto de ley que fija la Ley Marco de Cambio Climático, aprobado en la sala de la Cámara Alta el 6 de octubre de 2020, y que busca crear un marco jurídico para afrontar los desafíos del cambio climático, alcanzar la carbono neutralidad y aumentar la resiliencia del país a los efectos adversos de la crisis climática.
Desde enero de 2021, sin contar el receso legislativo de febrero, la referida Comisión ha analizado artículo por artículo las indicaciones propuestas por los senadores y senadores para mejorar el proyecto de ley. En el debate parlamentario el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la Universidad de Chile ha jugado un papel principal, en tanto forma parte del comité técnico que evalúa la ley junto a asesores parlamentarios y miembros del Ministerio de Medio Ambiente.
En enero se han debatido el tema de los principios y fundamentos del cuerpo legal. Durante marzo, el debate se ha concentrado en los artículos que versan sobre los instrumentos de gestión del cambio climático, los planes sectoriales y el involucramiento de los gobiernos regionales y locales en la implementación de la futura ley. A falta de 120 indicaciones por discutir en la Comisión, la ley debiera estar en condiciones de ser votada nuevamente, aprobada y promulgada en un plazo cercano. “La discusión ha sido muy positiva y acorde a los desafíos que plantea el cambio climático”, dice Pilar Moraga, investigadora del (CR)2 e invitada permanente a participar de las sesiones de la Comisión.
-¿Qué imagen tiene acerca del tenor del debate que se está desarrollando en la Comisión?
-Bueno, primero que todo es una modalidad de trabajo inédita en la Comisión: acercar el conocimiento científico a la toma de decisiones. Esto de incorporar a un centro científico como asesoría científica es muy coherente con la problemática del cambio climático. Esto ha permitido abordar temas que son bastante técnicos. En toda ley hay cuestiones más técnicas y otras más políticas. En ese sentido, el (CR)2 ha sido bien facilitador en la comprensión del alcance de las disposiciones que se están proponiendo. Ha sido importante en establecer la meta de carbono neutralidad; la relación de los distintos instrumentos de gestión del cambio climático con los NDC; los planes sectoriales. Se nota un trabajo fluido. Se nota la celeridad en la discusión.
-¿Cómo evalúa la inclusión de términos como equidad y justicia climática?
-Es algo muy destacable incorporar temas de equidad y justicia climática respecto de grupos vulnerables. Los principios de la ley tienen que ver con elementos más políticos. También valoro que se haya incorporado el enfoque ecosistémico como principio, el principio precautorio y preventivo, la consagración del principio de no regresión. Éste tiene una lectura acorde con el principio de progresividad. El problema es que éste último muchas veces implica avanzar lento, de modo de no perjudicar a los sectores productivos o al sector privado. La lectura articulada que se hizo implica que ese principio de progresividad no va a significar no avanzar. No puede atentar contra el principio de no regresión, es decir, no se pueden bajar los estándares ambientales. El quedarse estancado hoy puede significar un retroceso. Hay un desafío mayor en la interpretación de los principios porque si pensamos que los compromisos de los Estados nos están llevando a un aumento de 4 grados, quedaremos en la misma situación, significaría retroceder