Patricia Espinosa fija meta para la COP25: “Es absolutamente indispensable que logremos un resultado en Santiago en relación al Artículo 6”
La secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) afirmó que será clave la resolución en Chile del único tema pendiente del Acuerdo de París: el artículo que fija los mecanismos indispensables para regular los mercados de carbono que hagan viable su implementación, y movilicen los flujos financieros necesarios para una acción climática más ambiciosa. Un escenario complejo, ya que esta semana las negociaciones en Bonn sobre esta materia quedaron en punto muerto. Aunque no endosa responsabiliadad a Chile en ello -ni la tiene-, en el gobierno asumen que resolverlo, o no, puede marcar el éxito o el fracaso de la cumbre en nuestro país.
Periodista
Ayer, en Bonn, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Patricia Espinosa, y la ministra del Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, dieron una conferencia en el marco del cierre de las negociaciones que durante dos semanas sostuvieron en esta ciudad alemana los equipos políticos y técnicos para preparar la negociación sobre el Acuerdo de París que se desarrollará en diciembre en el marco de la COP25 en Santiago. Y en ella, Espinosa fijó una meta clara para esta cita: resolver la discusión en torno al Artículo 6 del Acuerdo de París.
Se trata del gran tema pendiente del Acuerdo de París, luego que en la cumbre del año pasado en Katowice, Polonia, se lograra aprobar a última hora, y tras una extensión del plazo de las negociaciones, el “Libro de Reglas” para la implementación del Acuerdo, que establece las reglas comunes para los países, mecanismos de transparencia y financiamiento. Sin embargo, quedó pendiente el llamado Artículo 6 del Acuerdo de París, indispensable para regular los mercados de carbono que hagan viable su implementación y movilicen los flujos financieros necesarios para una acción climática más ambiciosa.
Este está relacionado con los mecanismos de mercado, o de flexibilidad, para potenciar la cooperación entre países y facilitar el cumplimiento de sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), que son básicamente los compromisos de mitigación de cada uno de ellos. Esto incluye mecanismos como el uso de iniciativas de mitigación transables, para reducir emisiones a partir de la mitigación, y reconoce las iniciativas no-mercado como una forma de asistir a los países en el cumplimiento de sus NDC.
Este hecho, y que no se haya consensuado una declaración final -de carácter más político- que incorporara explícitamente el llamado a la urgencia del IPCC de limitar el incremento de temperatura a un máximo de 1,5ºC frente a los riesgos inminentes del calentamiento global, hicieron que la cumbre en Polonia fuera vista como un fracaso. “Nadie va a quedar satisfecho después de estas negociaciones”, llegó a advertir António Guterres, quien tuvo que viajar de urgencia a Katowice para involucrarse en la recta final de las negociaciones ante la urgencia de la crisis.
En ese escenario, ayer Espinosa fue clara tras las reuniones en Bonn: “Yo he enfatizado -y sé que la ministra (Schmidt) lo ha hecho también- que es absolutamente indispensable que logremos un resultado en Santiago en relación a Artículo 6”.
Negociación clave en punto muerto
El problema es que en Alemania, más que avanzar, las discusiones en torno a este tema se trabaron, según reconoció la propia Espinosa. “Vemos que están surgiendo algunas ideas nuevas sobre la mesa, y en opinión de algunas delegaciones están agregando dificultad para lograr identificar algunos entendimientos comunes que nos puedan llevar a un resultado exitoso en diciembre en Santiago”, señaló.
“Sabemos que lo que tenemos al día de hoy sobre la mesa -agregó-, en cuestión de compromisos de los gobiernos, no es suficiente. Y también sabemos que el tiempo se nos está acabando, y que las decisiones para poder tener alguna posibilidad de lograr la transformación profunda que se requiere para alcanzar la meta del 1.5 ºC se tienen que tomar ayer, básicamente. La oportunidad que vamos a tener en la COP de Chile es extraordinaria”
Y si bien no se trata de un endoso de responsabilidad a la Presidencia de la COP25 de Chile en cuanto a alcanzar un acuerdo en torno al Artículo 6 en Santiago, ya que las negociaciones vienen ya entrampándose en los últimos años y dependen exclusivamente de las complejas negociaciones en el marco de la CMNUCC, si podría terminar por marcar el resultado de la Cumbre del Clima en nuestro país.
La ministra Schmidt ya ha señalado a sus equipos cercanos que el éxito o fracaso de la COP25 en Santiago estará marcada por si se logró o no resolver este artículo, lo que no parece una tarea fácil. En Bonn no se avanzó nada, más bien hubo retrocesos. La negociación se inundó de nuevas propuestas para su implementación, y se reflotaron algunas que incluso ya habían sido descartadas en Katowice. Lo único claro, por ahora, es que a Santiago solo llegarán textos para sentarse nuevamente a negociar, y no acuerdos.
Por ello, se están comenzando a analizar nuevas estrategias para mostrar resultados exitosos, y estas podrían ir por la línea de sumar a más países que adelanten la actualización de sus NDC (el plazo es 2020), tal como pretende hacer Chile para marcar liderazgo en esta materia, o por la vía de destrabar acuerdos en materia de finanzas climáticas.
Esto en un escenario, dijo Patricia Espinosa, donde “hay un gran escrutinio sobre qué es lo que este proceso está produciendo, de qué manera los gobiernos están actuando para enfrentar lo que son ya muy evidentes efectos del cambio climático, que están costando mucho sufrimiento, vidas humanas y pérdidas económicas en todas las regiones del planeta”.
“Sabemos que lo que tenemos al día de hoy sobre la mesa -agregó-, en cuestión de compromisos de los gobiernos, no es suficiente. Y también sabemos que el tiempo se nos está acabando, y que las decisiones para poder tener alguna posibilidad de lograr la transformación profunda que se requiere para alcanzar la meta del 1.5 ºC se tienen que tomar ayer, básicamente. La oportunidad que vamos a tener en la COP de Chile es extraordinaria”.
En esa línea, afirmó que será clave la cumbre sobre acción climática convocada para el 23 de septiembre por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien fue claro en exigir a los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil que lleguen con planes concretos y realistas para mejorar sus contribuciones concretas a nivel nacional para 2020. Los resultados de esa cumbre, dijo Espinosa, serán presentados por el propio Guterres en la COP25 en Santiago, para que sean ser aprovechados en el proceso institucional que se lleva en torno al Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París.
Esto forma parte de una fuerte presión que están poniendo tanto la secretaría general de la ONU como la CMNUCC para que existan expresiones más claras de ambición en las metas de mitigación, lo que se suma a lo que están haciendo algunos movimientos civiles como el que encabeza la sueca Greta Thumberg.
Esto ha llevado a países con economías más fuertes de Europa, como Alemania, Francia y Reino Unido, a fijar metas de carbono neutralidad para 2050 -y Chile ha hecho lo propio-, pero se trata de una acción que es vista con recelo por otros países del Hemisferio Norte, sobre todo en el escenario de una crisis económica que parece estar en ciernes, y que hace complejo que los tomadores de decisión se embarquen en compromisos que después podrían no saber cómo enfrentar.
Impulsar el rol del sector privado
“Nuestro foco para aumentar la ambición es abrir la COP25 a distintos actores”, dijo la ministra Schmidt, y agregó que “esto no puede ser algo que logremos solamente los gobiernos, y por lo tanto estamos incorporando con mucha fuerza la participación de los agentes no estatales y el sector privado, que tiene mucho que aportar en la transformación que tenemos que hacer hacia el desarrollo sustentable”.
Además del llamado al sector privado en los compromisos de acción climática, teniendo como foco principal expandir las temáticas para la acción climática en la COP de Santiago, la ministra Schmidt también destacó “la importancia de incorporar a la ciencia no solamente en los diagnósticos de los efectos del cambio climático, sino que de manera muy especial en la innovación y el traspaso de tecnologías que nos permitan actuar con mayor ambición y celeridad en la mitigación y la adaptación que necesitamos realizar. La importancia de una transformación a tecnologías limpias, a la electromovilidad, así como también incrementar las finanzas para la acción climática”.
En esa línea, la ministra del Medio Ambiente afirmó que se convocó a la Coalición de Ministros de Hacienda y Finanzas por el Cambio Climático (co-presidida por Chile y Finlandia y compuesta por 32 países que han apoyado los llamados Principios de Helsinski), que permitan impulsar medidas de financiamiento que permitan contar con mayores recursos e incentivos para la participación del sector privado en la acción climática.
En este sentido, Patricia Espinosa destacó el rol clave que cumple el financiamiento en el proceso de transformación que requieren las economías y las sociedades para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, señalando que tradicionalmente ha sido un reto involucrar a los ministros de finanzas en esta discusión.
“Es fundamental que superemos esta visión tradicional de que el tema de cambio climático, los temas ambientales, corresponden únicamente a la cartera de Medioambiente. Hay que lograr llegar a una visión en donde se vea y se asuma que el tema de cambio climático, y los riesgos que implica, deben ser abordados como un tema transversal en las políticas de planificación y presupuesto en todos los países por parte de los gobiernos. Eso puede generar una buena base, un entorno a nivel nacional o local adecuado que permite un incremento en acción climática”, dijo.
La incorporación de los mecanismos de financiamiento fue una de las demandas más importantes del mundo privado en Bonn, nuevamente sobre la urgencia de definir en la COP25 de Santiago los mecanismos establecidos en el Artículo 6 del Acuerdo de París.
“Hay una gran expectativa del sector privado, es una herramienta que permitirá incrementar los niveles de acción climática en todas las regiones del mundo, que aquellos que quieran hacer uso de esos instrumentos lo puedan hacer, pero es importante que nuestro régimen tenga ese instrumento que nos permita tener un apoyo adicional para tener mayores niveles de ambición, y especialmente movilizar recursos financieros para la acción climática”, señaló la secretaria general de la CMNUCC.
“Nuestro objetivo es incrementar nuestra NDC fruto de las acciones que estamos tomando, donde también está el cambio en electromovilidad, con la flota de buses eléctricos más importante del mundo fuera de China (…) Esto nos permite sellar con acción la ambición de Chile, e impulsar a otros países a actuar de esta manera para lograr la carbono neutralidad”
Blue COP, NDC y Acuerdo de Escazú
En la conferencia de prensa realizada ayer en Bonn, la ministra Carolina Schmidt aprovechó de reafirmar y entregar mayores antecedentes respecto de algunos lineamientos que se han esbozado en torno a la COP25 en Santiago.
Uno de ellos fue enfatizar que la Cumbre del Clima en Chile será una “COP Blue”, con una fuerte intención de relevar el rol de los océanos en la mitigación, algo que -al menos hasta ahora- no ha aparecido en ninguno de los NDC de los países ni ha tenido una preponderancia mayor en las negociaciones en esta materia.
“Nuestra intención es incorporar la temática de los océanos en la acción climática dentro de la discusión de la COP, y para eso vamos a partir con los diálogos que nos permitan -según la decisión de las partes- un formato que permita que los océanos puedan ser base de incremento de las NDC, para su actualización en el proceso que deberá ocurrir el año 2020 de acuerdo a lo señalado por el mismo Acuerdo de París”, adelantó la ministra Schmidt.
Respecto de la nueva NDC que Chile busca presentar en la cumbre, afirmó que el país ya ha avanzado en materias como fijar una meta de carbono neutralidad para 2050 en su propuesta de Ley Marco de Cambio Climático, así como con el compromiso de descarbonizar la matriz energética al año 2040.
“Nuestro objetivo es incrementar nuestra NDC fruto de las acciones que estamos tomando, donde también está el cambio en electromovilidad, con la flota de buses eléctricos más importante del mundo fuera de China, y tenemos un plan para 100% de transporte público al 2040. Esto nos permite sellar con acción la ambición de Chile, e impulsar a otros países a actuar de esta manera para lograr la carbono neutralidad”, afirmó.
Según ha trascendido, el Ministerio del Medio Ambiente ya tendría una primera propuesta de NDC, la que aún no habría sido socializada ampliamente. Allí será clave el rol que cumplan en su construcción, por ejemplo, el Ministerio de Hacienda y el sector privado, en términos de que puedan aportar y comprometerse a la construcción de una NDC ambiciosa pero que al mismo tiempo no ponga en riesgo el desarrollo productivo.
Finalmente, la ministra respondió nuevamente a la decisión de no firmar -por ahora- el Acuerdo de Escazú, pero se mantuvo en lo que ha sido la línea oficial frente al tema: “Chile tiene un fuerte compromiso con la participación ciudadana, el acceso a la información y la justicia ambiental. De hecho toda nuestra legislación cubre más allá de los requerimientos incluso del Tratado de Escazú. Este tratado se abrió para su suscripción en el mes de septiembre, Chile ha declarado que se encuentra bajo análisis legal por parte del departamento de Relaciones Exteriores”