Comisión de Recursos Hídricos del Senado releva urgencia de crear una política nacional de agua
La iniciativa Escenarios Hídricos 2030 (EH2030) presentó ante la Comisión especial de Recursos Hídricos del Senado la publicación “Transición Hídrica: el futuro del agua en Chile” que propone, de manera inédita, un nuevo modelo de gestión del recurso, incluyendo un portafolio de más de 200 medidas, acciones y soluciones para afrontar brecha y riesgo hídrico.
Representantes de la iniciativa Escenarios Hídricos 2030 (EH2030) presentaron los resultados de la publicación “Transición Hídrica: el futuro del agua en Chile” ante la Comisión especial de Recursos Hídricos, Sequía y Desertificación del Senado lanzada recientemente. Esta propone, de manera inédita, un nuevo modelo de gestión del recurso y presenta un portafolio de más de 200 medidas, acciones y soluciones para reducir la Brecha Hídrica y mitigar el Riego Hídrico en los territorios.
El documento es el resultado de un proceso de diálogo multisectorial de más de 55 entidades públicas, privadas, ONGs y de la academia, coordinadas por Fundación Chile, Fundación Futuro Latinoamericano y Fundación Avina, que desde el año 2016 trabajan en la construcción de escenarios, medidas, acciones y soluciones concretas que contribuyan a movilizar a los sectores público y privado a tomar decisiones para asegurar la seguridad y sustentabilidad del recurso.
Diego Luna Quevedo, representante en Chile de Fundación Futuro Latinoamericano contó en su presentación que el modelo de gestión del agua en Chile está haciendo crisis. “Si mantenemos la situación tendencial de comó venimos gestionando el agua, estaremos poniendo en riesgo a las comunidades, a los ecosistemas y también a los sectores productivos de Chile, con las implicancias sociales que eso tiene. En Chile no tenemos una política hídrica con consensos mínimos de los sectores, con la necesaria validación, social, técnica y política”.
Manifestó también que el proyecto Escenarios Hídricos 2030 apunta a replicar el proceso de creación de la Política Energética 2050, que se dio de manera dialogada entre sectores, trascendió gobiernos y se convirtió en una política de Estado.
La senadora Isabel Allende, presidenta de la Comisión de Recursos Hídricos, Sequía y Desertificación, ratificó la necesidad de avanzar en ese camino: “Necesitamos tener una política hídrica amplia e integral. Coincidimos con la esencia del informe que refleja la ausencia del Estado en relación a este tema y que pretende asegurar una distribución equitativa del agua. Hay que dar un paso más para seguir trabajando y garantizar que Chile no quede en un estrés hídrico, que se garantice el consumo humano y se puedan realizar las actividades productivas”.
La sesión, presidida por la senadora Allende, contó con la participación de sus otros integrantes: las senadoras Yasna Provoste (DC), Adriana Muñoz (PPD), Luz Ebensperger (UDI) y el senador Juan Castro (RN).
Transición Hídrica
A partir del trabajo en seis cuencas representativas (Copiapó, Aconcagua, Maipo, Maule, Lebu y Baker), Escenarios Hídricos 2030 identificó las causas de la brecha y riesgo hídrico en Chile, mostrando que un 44% de los problemas responden a una deficiente gestión del recurso, proveniente de una débil y fragmentada institucionalidad, como también de una falta de coordinación, información y fiscalización. La segunda causa es el aumento de la demanda de sectores productivos y el sobre otorgamiento de derechos de agua (17%). La contaminación del agua alcanza un 14%, la disminución de la oferta del agua un 12%, el daño ambiental de los ecosistemas hídricos un 6% y un 5% se debe al aumento de frecuencia de desastres naturales.
El modelo propuesto por EH2030 se basa en cuatro ejes de acción definidos para iniciar lo que llamaron “Transición Hídrica”. En primer lugar y como centro de la propuesta se encuentra la mejora en la gestión e institucionalidad del agua, como el engranaje fundamental que moviliza y habilita soluciones en el corto, mediano y largo plazo.
Ulrike Broschek, subgerenta de Sustentabilidad y líder de Escenarios Hídricos 2030, señaló que “tenemos una institucionalidad fragmentada, con baja capacidad de coordinación. Necesitamos una institucionalidad que lidere los planes de acción, generar una nueva gobernanza a nivel de las cuencas, con ese territorio como unidad básica de gestión para que se logre una coordinación en las intervenciones que se realicen. Necesitamos una política hídrica de Estado con mirada de largo plazo y que ponga metas claras con indicadores para poder hacer seguimiento al avance de la implementación de las medidas”
Al respecto, la senadora Yasna Provoste señaló que “si no hacemos algo radical respecto de la gestión hídrica vamos a quedarnos sin agua, esta es una situación que requiere remover la conciencia de quienes toman decisiones respecto de lo que pasa con el agua y nosotros creemos que este modelo que se ha propuesto con una mirada integradora de lo que ocurre en las cuencas debiera ser un modelo que permita avanzar y hacer una transición , poniendo al centro a las personas y no a los intereses económicos”
El segundo eje para la Transición Hídrica apunta a proteger y conservar los ecosistemas hídricos. Al respecto, Ulrike Broschek destacó que “hay un daño y deterioro de las fuentes de agua y necesitamos poner esto como base de la futura gestión porque estas fuentes de agua nos dan un recurso a menor costo y de mayor calidad, que además nos entrega resiliencia frente al cambio climático”. Luna Quevedo agregó que “a nivel internacional, la OCDE, IPBES, el Banco Mundial y el BID, las recomendaciones van en esta línea, y se están haciendo grandes inversiones para recuperar los ecosistemas, proteger las fuentes de agua”.
En ese sentido, en el portafolio de más de 212 Medidas, Acciones y Soluciones (MAS) presentadas por EH2030 considera un amplio abanico de prácticas ancestrales y acciones de conservación. Del total de MAS evaluadas, se identificó que un 80% posee un impacto social bajo, mientras el 84% genera un aporte ambiental, es decir, son iniciativas que contribuyen a la recuperación de vegetación, hábitat, especies endémicas y procesos hidrológicos, mejorando la calidad del agua y permitiendo la conservación del recurso.
“Es algo muy novedoso la presentación de medidas que tienen bajo costo y que tienen que ver con la conservación natural. Necesitamos proteger nuestros ecosistemas como son los bofedales, humedales, riveras y los ríos que permiten una reposición natural. Eso es muy ilustrativo y de lo que se habla muy poco”, destacó Isabel Allende.
El tercer eje de trabajo apunta al uso estratégico del recurso, por cuanto se estima que la eficiencia por parte de los sectores productivos de alto consumo, podría reducir la brecha en un 50% al 2030. El último eje es la migración e incorporación de nuevas fuentes de agua, donde el sector productivo deben desacoplarse de las fuentes de agua natural en la cuenca, dejándola disponible para otros usos.
Infraestructura y desalación
Los representantes de EH2030 enfatizaron en la necesidad de ampliar el abanico de soluciones de cara al déficit hídrico e ir mas allá foco que ha puesto, tanto el gobierno como el sector productivo, en el levantamiento de infraestructura, como embalses y desaladoras. Especial interés por los integrantes de la Comisión generó la evaluación que los expertos hicieron de la desalación de agua de mar y sus externalidades, dado el auge que ha tenido esta tecnología como alternativa para la búsqueda de nuevas fuentes de agua para el sector productivo, especialmente en la industria minera.
“La desalación genera un alza en el costo del agua para el consumo humano y eso es algo paradójico puesto que el consumo humano representa solamente el 2% del total nacional. Lo que se preguntan las comunidades es por qué están pagando por un agua de mar que se debe tratar debido a la sobreexplotación por parte del sector productivo. Hay una proliferación de proyectos, sin una coordinación, ni planificación en el territorio, lo que tiene altos costos sociales y económicos, una pérdida de recursos”.
EH2030 anunció que su trabajo estará enfocado en avanzar en la implementación de las soluciones en al menos una cuenca piloto y a desarrollar un Plan Nacional de Seguridad Hídrica.