Cambio Climático: 20 municipios preparan sus planes locales para enfrentar el calentamiento global en sus territorios
Inundaciones, sequías, incendios, aluviones, presencia de islas de calor…. Todas las comunas del país enfrentan puntos críticos frente a los nuevos escenarios que plantea el cambio climático. Pero hasta ahora, solo seis municipalidades de la Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático cuentan con un Plan Local de Cambio Climático, herramienta diseñada a partir de 2015 por la ong Adapt Chile, que les permite una mejor gestión del territorio para afrontar los problemas del calentamiento global. En abril próximo se sumarán 20 más, con el objetivo de realizar acciones de adaptación y mitigación para enfrentar los desafíos previstos frente a este fenómeno.
Al sur de Santiago, La Pintana no presenta condiciones territoriales sujetas a impactos catastróficos como aluviones, pero sí se producen islas de calor, socavones por escurrimientos de aguas lluvia y congestión vehicular por vías inundadas. En el otro extremo de la Región Metropolitana, Colina tiene como factor de riesgo la presencia de microbasurales, los que frente al aumento sostenido de las temperaturas podrían provocar incendios o ser vector de focos de infecciones o de una emergencia sanitaria. Las inundaciones también aparecen como una amenaza en esa comuna.
Este análisis de vulnerabilidad comunal al cambio climático figura en el Plan Local de Cambio Climático (PLCC) de los dos municipios citados. Este instrumento de planificación territorial fue diseñado a partir de 2015 por seis de las comunas que integran la Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático, y busca potenciar la gestión del territorio en lo que respecta a la mitigación y adaptación ante el calentamiento global. La red fue impulsada por la ong Adapt Chile, que además brinda capacitaciones a los equipos técnicos de las municipalidades para elaborar su PLCC.
Además de La Pintana y Colina, otras cuatro comunas cuentan con su PLCC: Santiago, Independencia, Lampa y Providencia. En total, la red tiene 57 municipios miembros en 14 regiones distintas, de los cuales 35 cuentan con un Perfil Climático Municipal, que corresponde a una recopilación de información basal para la preparación de una estrategia de adaptación. Cerca de 20 de esas 35 comunas publicarán su Plan Local de Cambio Climático Local en abril, adelanta Jordan Harris, director nacional de Adapt Chile.
“El perfil es un antecedente, un primer paso, un compilado de información que nosotros les exigimos a los municipios para ser parte de la red. Ellos ahí detallan las características territoriales, las acciones previas que han desarrollado respecto del cambio climático, y eso sirve como insumo para la elaboración del PLCC”, complementa Harris.
El proceso de creación de los planes en los seis municipios reseñados se realizó en el marco del proyecto “Academias de Cambio Climático: Planes Locales de Cambio Climático para Gobiernos Locales”, el cual fue diseñado e implementado por Adapt Chile, y apoyado por la Unión Europea a través del programa EUROCLIMA, en colaboración con la Cooperación Regional Francesa para América del Sur y la Fundación Avina en Chile.
Tras una serie de capacitaciones realizadas por Adapt Chile, cada equipo técnico municipal dictó talleres con otros funcionarios municipales y miembros de la comunidad. Fruto de esos cursos, surgió un diagnóstico de adaptación y un elemento clave dentro del PLCC: identificar los puntos críticos de riesgo al cambio climático, para posteriormente intervenirlos.
“Que existan planes locales de cambio climático es fundamental, porque los municipios son la primera autoridad que tiene contacto con la problemática de la ciudadanía. Si hablamos desde lo regional o nacional está muy bien, porque tiene que haber un “paraguas”, pero eso tiene que ir afinándose al territorio”
Si bien las estrategias de intervención varían según las condiciones geográficas de cada una de las seis comunas, el objetivo común de Adapt Chile fue “instar a los municipios a tener una variedad de medidas para mejorar las capacidades técnicas de sus equipos, cambiar los sistemas de gestión y adquirir nuevas tecnologías. Hay otra línea que apunta a la incidencia de la comunidad en el territorio: identificar las zonas críticas es importante para tener proyectos que puedan estar alertas ante ese desafío”, explica el director nacional de Adapt Chile.
Independencia, comuna pionera
En 2014, Independencia fue uno de los primeras comunas en sumarse a la Red de Municipios ante el Cambio Climático, y en 2015 ya contaba con su PLCC que integró en su concepción a los distintos actores de su territorio, desde los vecinos y las organizaciones sociales hasta las empresas, el comercio, el conocimiento académico, los actores del sector salud y los funcionarios municipales. No solo se hizo un diagnóstico del territorio en base a la información ya existente, sino que se levantó información en terreno con las problemáticas que a diario enfrentan sus habitantes.
“Que existan planes locales de cambio climático es fundamental, porque los municipios son la primera autoridad que tiene contacto con la problemática de la ciudadanía. Si hablamos desde lo regional o nacional está muy bien, porque tiene que haber un “paraguas”, pero eso tiene que ir afinándose al territorio, a resolver las problemáticas de la ciudadanía”, explica Donatella Fuccaro, encargada de medio ambiente del municipio de Independencia y presidenta de Fundación La Ciudad Posible.
Los objetivos principales del plan fueron la incorporación de la variable cambio climático en todos los instrumentos de gestión territorial; la educación a la ciudadanía en el tema de adaptacion y mitigación en el cambio climático, y que este sea un tema transversal a todas las áreas del municipio, desde la Secplac hasta las áreas de salud, educación y dirección de obras; y en tercer lugar, gestionar de la manera más eficiente posible los recursos naturales del territorio.
A esto se sumó, dice Donatella Fuccaro, la decisión de involucrar a todos los actores del territorio, mediante la creación de alianzas público-privadas. “Está clarísimo que tanto a nivel global, nacional, regional y local, si no logramos que todos los actores del territorio se involucren va a ser una tarea muy difícil de lograr. Ya es una tarea difícil, e imposible si todos los que de alguna forma son parte no se suman”, afirma.
En base a esos tres objetivos se crearon líneas de acción, medidas específicas y sistemas de medición de avance, lo que permitió determinar cuáles son las medidas de adaptación más urgentes de implemetar en el corto, mediano y largo plazo, y cómo estas deben hacer sinergia con las medidas de mitigación. Ordenadas las líneas prioritarias, en 2015 comenzaron el trabajo apoyándose, fundamentalmente, en el apoyo internacional para el financiamiento de proyectos.
“Por ejemplo -dice Fuccaro- una de las prioridaes de este plan y de la estrategia energética local que hicimos en 2016, fue enfocarse en movilidad sostenible. Y lo hicimos pensando en el peatón, dadas las características de Independencia, la bicicleta, el transporte público y en último lugar el auto privado. Por eso hoy Independencia tiene una recuperación de veredas de un 70%, pensando que es también permite ahorros de energía y de evitar emisiones de gases de efecto invernadero. Tiene relación también con calidad de vida y salud, y permite traslados con mayor seguridad pensando que nuestra comuna tiene un alto porcentaje de adultos mayores”.
A esto se sumará una red de coclovías en desarrollo, un sistema de bicicletas públicas, el corredor de Independencia para el transporte público y ahora se ha sumando la electromovilidad. En educación ambiental, no solo se está incorporando la sustentabilidad en la educación sino que los proyectos de instalación de paneles solaes, hornos solares y otras iniciativas similares incorporen talleres de capacitación para que los vecinos conozcan a cabalidad estas herramientas.
En esa misma línea, se creó en Independencia un centro energético comunitario, un espacio de educación y capacitación que está pensado, sobre todo, en la gran cantidad de migrantes que llegan a la comuna, para generar nuevas fuentes laborales y economía local a partir de la capacitación en armado y mantenimiento de paneles solares y termopaneles.
Y en materia de residuos, no solo trabajan en reciclaje -pasaron de un punto limpio móvil en 2013 a seis en la actualidad, más dos puntos fijos- sino que su foco apunta principalmente a educqar en basura zero y consumo responsable. “Estamos viendo como nos enfocamos a la basura orgánica, recuyperando esos residuos orgánicos para hacer compostaje, lombricultura y biogás. Estamos instalando cuatro biodigestores, a escala pequeña, como demostrativo para generar calor y luz en este centro energético comunitario, involucrando a la comunidad y demostrando de forma práctica que lo que se piensa que es basura es una fuente de energía, de calor y de regeneración de suelos”, explica Fuccaro.
Colina, vulnerabilidad hídrica
Otro municipio que viene trabajando desde disntintas áreas es Colina, que desarrolló una serie de talleres participativos cuyo resultado fue la identificación de zonas de riesgo en el territorio. También emergieron las fortalezas y debilidades de la gestión municipal para amortiguar los efectos del cambio global.
Según se lee en el PLCC de Colina, al momento de hacer el diagnóstico inicial ese gobierno local tenía “poco conocimiento de los impactos actuales y proyectados del cambio climático, lo que se refleja en la ausencia de una política local de cambio climático o de ordenanzas que, de manera explícita, consideren el cambio climático como factor de riesgo para el desarrollo sustentable de nuestro territorio”. En ese sentido, prosigue el documento, “si bien existe una disponibilidad de información referente al manejo de desastres naturales y emergencias frente a eventos del clima, y a pesar de que el municipio mantiene una base de información de eventos climáticos que han sucedido en la comuna, esta no ha sido integrada en la planificación del territorio”.
“Dentro de los logros del proyecto de instalación de paneles solares en viviendas cabe mencionar que cada casa experimentará, a partir de 2019, ahorros en la cuenta de la luz por un total de $320.808 anuales, y que en su conjunto logra una reducción de un total de 68,9 ton CO2/año”
Entre los antecedentes recopilados, el informe reconocía en 2015 una vulnerabilidad al cambio climático en el contexto del agua en Colina, en parte, porque el municipio no llevaba “un registro del consumo y gasto del recurso hídrico en la comuna”, tratándose de una zona predominantemente rural y agrícola. Esa situación limitaba, cita el documento, “el desarrollo de planes de eficiencia hídrica y su gestión de manera más estratégica”.
En cuanto a la economía local, no se habían hecho estimaciones del impacto en este ítem que tendrá el cambio climático para la fuerza de trabajo, toda vez que la base económica de Colina es la agricultura. Asimismo, tampoco se habían llevado a cabo estudios para conocer el grado de incidencia del calentamiento global en el desarrollo de las industrias en la comuna.
El disgnóstico también expuso las fortalezas de la comuna. Entre ellas, que los vecinos y vecinas “conocen su territorio” y “los riesgos producidos por la naturaleza” y el ser humano. Además, el municipio tiene un Departamento de Emergencia que elabora un plan de emergencia coordinado con la Onemi ante imponderables climáticos. En materia de mitigación se reconcoen proyectos de gestión integral de residuos sólidos, arborización y desarrollo de áreas verdes, intercambio de luminaria por tecnologías más eficientes y un trabajo en conjunto con las empresas, incentivándolas al reciclaje y el cumplimiento de las normativas aplicables a cada actividad económica.
Energía solar y gestión del riesgo
Con estos antecedentes, extraídos del proceso de participación de los vecinos y vecinas, el PLCC de Colina fue diseñado con cuatro grandes objetivos, con miras al año 2033: incluir en el Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) la variable de riesgo o cambio climático; fortalecer el Plan de Emergencia Municipal actual; conocer los ecosistemas y su vulnerabilidad; y conocer el gasto y consumo del recurso hídrico.
Tras iniciarse la aplicación del plan en 2017, Colina reconoce avances como la materialización de un proyecto adjudicado a través del Fondo de Inversión Estratégica para instalar sistemas solares fotovoltaicos en 55 hogares de seis condominios en la comuna.
“Dentro de los logros del proyecto cabe mencionar que cada vivienda experimentará a partir del año 2019 ahorros en la cuenta de la luz por un total de $320.808 anuales, y que en su conjunto logra una reducción de un total de 68,9 ton CO2/año, produciendo un total de 173.493 KWh/año de energía limpia, permitiendo que el municipio reduzca su aporte de gases de efecto invernadero al cambio climático”, cuenta Carolina Hernández, directora de Medio Ambiente, Aseo y Ornato de la Municipalidad de Colina.
“El nivel promedio de los funcionarios con los que trabajábamos alguna noción tenían de cambio climático, pero no dimensionaban el tamaño del problema, ni las formas en que afecta no solo al territorio, sino a la misma gestión municipal”
Adicionalmente, se trabaja con la comunidad en eficiencia energética, en instalar en la instalación de mecanismos de agua caliente sanitaria con energía solar, el recambio de todas las luminarias de la comuna a tecnología leed, en la instalación de paneles solares para viviendas vulnerables y en tener metas de reducción de gases de efecto invernadero.
En el nuevo Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) se incorporarán iniciativas de protección de bioviversidad y se trabajará en el proyecto “Corredores de Montaña” financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), ya están identificados los puntos críticos de riesgo en la comuna frente a escenarios climáticos extremos, y se trabaja en eficiencia hídrica desde distintos frentes.
Además, Hernández dice que el municipio ha reportado datos ambientales en la plataforma CDP Cities durante tres años. “CDP ayuda a las ciudades a reunir y entender los datos necesarios para tomar medidas contra el cambio climático”, detalla. En 2019, prosigue la directora de Medio Ambiente municipal, Colina seguirá trabajando en la Red de Municipios ante el Cambio Climático.
Los 20 planes climáticos que vienen
“Estamos en la última etapa de trabajo con cerca de 20 municipios para poder publicar sus Planes”, cuenta Jordan Harris. Esta nueva etapa con nuevas comunas suma dos años de existencia y también fue desarrollada por Adapt Chile. Se realizó en el marco de otro proyecto financiado por la Unión Europea llamado “Fortalecimiento y Expansión de la Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático”, y consistió en extender las capacitaciones a otras regiones del país.
“Estas capacitaciones se hicieron en el contexto de la ‘Semana del Cambio Climático’ y se mezcló con otras actividades de ciencia y política, donde los científicos y los municipios generaron áreas de colaboración para investigación aplicada. También hicimos talleres de comunicación y cambio climático a los equipos de periodistas de los municipios, y así entregarles una herramienta que derive en estrategias comunicacionales con respecto a este tema. Trabajamos también en otros talleres con los Comités Regionales de Cambio Climático (CORECC)”, reseña Harris.
En general, dice Harris, “el nivel promedio de los funcionarios con los que trabajábamos alguna noción tenían de cambio climático, pero no dimensionaban el tamaño del problema, ni las formas en que afecta no solo al territorio, sino a la misma gestión municipal”. Dice que la idea es que los alcaldes se convenzan de que el cambio climático no es un tema de protección del medioambiente, sino de desarrollo. “Nosotros dirigimos los talleres a los equipos técnicos de los municipios; los alcaldes no participaron. Solo recuerdo al de Los Ángeles que participó activamente”, recuerda.
Entre los casos destacables que presentarán su Plan en abril, en un día aún no determinado, pero que se comunicará con antelación, Harris cita el de Vitacura, Peñalolén, Torres del Payne, Quilicura, Temuco y Chillán Viejo. Él reconoce que, en general, cuesta trabajar más con los municipios que cuentan con menos recursos.
“Eso es una verdad. Se produce porque los municipios con menos recursos tienen menos personal. En general, sucede que el mismo encargado de coordinar el grupo para hacer el PLCC, realiza todos los programas medioambientales y se encarga del aseo y ornato al mismo tiempo. Para ellos es más difícil encontrar el tiempo. Pero también hay municipios de pocos recursos que cuentan con una enorme motivación del encargado técnico, o tienen una voluntad increíble de un alcalde o alcaldesa, y ellos han realizado un trabajo muy interesante”, cierra Harris.