Este martes fue presentada la alianza colaborativa “4MA: Arquitectura Integradora de Ecosistemas”, conformada por cuatro arquitectas chilenas líderes de sus respectivas oficinas. Bajo un enfoque de género que busca visibilizar la relevancia de las profesionales nacionales, esta red asociativa busca complementar cada una de las especialidades de las arquitectas para realizar proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas en ciudades de Latinoamérica, y cuyo gran horizonte son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Surgida a partir del instrumento “Red Asociativa” de CORFO Metropolitano, la plataforma http://4mujeresarquitectas.cl reúne a destacadas arquitectas nacionales y sus respectivas empresas: Patricia Durán, fundadora de DMAS Arquitectos; Paulina Villalobos, directora de DIAV Lighting; Andrea Boudeguer, directora de BAU Accesibilidad, Empresa B; y Ana María Dávila, gerenta general de Archiplan.
Cada profesional contribuirá con propuestas desde su propia especialidad para ayudar a hacer ciudades sostenibles, pero el objetivo es hacer sinergia para presentar proyectos en conjunto. En el caso de Durán, su área de estudio es Arquitectura Digital Avanzada; Villalobos en Diseño de Iluminación Arquitectónica; Boudeger en Asesoría y Certificación en Accesibilidad Universal; y Dávila en Planificación General Urbanística.
“La Arquitectura Digital Avanzada busca mejorar los procesos de diseño, y con ello mejorar la calidad de la construcción y los espacios que habitan las personas. Nuestra idea es integrar la tecnología para aplicar el plan BIM (una iniciativa del Estado para incrementar la productividad y sustentabilidad en la construcción) de la manera más fácil. Hay que decir que la construcción es la industria menos digitalizada y la menos eficiente, y eso conlleva problemas: plazos que no se cumplen, mayor contaminación, mal manejo de los residuos, etcétera”, dice Patricia Durán.
Su oficina DMAS Arquitectos lidera a nivel regional la implementación de la citada BIM. Ejemplo de su aplicación es el proyecto del Casino Marina del Sol de Chillán, que cuenta con 21.500 metros cuadrados construidos.
Por su parte, la formación de Paulina Villalobos pasa por el Diseño en Iluminación Arquitectónica. Se trata, dice ella, de una disciplina del siglo XXI que llega para resolver el gran impacto que genera la falta de diseño y planificación de la iluminación en las ciudades.
“Desde finales de los años 50, la iluminación urbana deja de ser diseñada para las personas y pasa a ser pensada para los autos. La iluminación no se regulaba; no se podía “bajar” o “subir, estaban 100 por ciento encendidas, aunque no pasara nadie por ahí. Con el cambio masivo a LED se descubren impactos negativos que antes no se consideraban. Y también hay nuevos descubrimientos, como que el sistema de ritmo circadiano del ser humano depende de los niveles de iluminación y las frecuencias de la luz”, explica Villalobos, quien critica que la iluminación “no esté en el plano regulador de ningún tipo de planificación territorial”, siendo que la ciudad es sobreiluminada con luz fría que altera la condición natural de las personas.
A cambio, Villalobos propone “incorporar los criterios de iluminación en el diseño de la ciudad, ya que la eficiencia en la luz ha provocado que las ciudades no sean sostenibles: la eficiencia lumínica se preocupa solo del consumo energético”. Ella ha destacado con su oficina DIAV Lighting en la iluminación del Parque Fluvial La Familia, de los edificios CV Galería y Titanium, además de la Plaza de Luz y Arte del Museo Artequín.
El punto de vista de Andrea Boudeguer, en tanto, es su vocación por incorporar la accesibilidad universal a las ciudades. De otro modo, dice ella, no es posible pensar en ciudades sostenibles. “Esa es la base desde la cual nosotros partimos. La accesibilidad tiene que ver con la movilidad, con la inclusión de las personas, y con los productos y servicios. Cuando se incorpora la accesibilidad en el diseño universal reduce los costos en términos de infraestructura”, sostiene Boudeguer, para quien la accesibilidad no refiere únicamente a estructura física para personas con discapacidad, sino también transporte, comunicaciones y hasta sitios web accesibles.