Académico Humberto Verdejo: “La reforma a la distribución eléctrica será como pasar del televisor de tubos a un LED de última generación”
La legislación chilena para la distribución de energía eléctrica tiene más de 40 años, por lo que los expertos señalan que una actualización es indispensable para avanzar hacia la transición energética y los compromisos de descarbonización del país. En ese contexto, las comisiones de Desafíos del Futuro, y de Minería y Energía del Senado encargaron a un grupo de expertos un estudio sobre los ejes centrales que debiera tener esa modificación legal. Los resultados de ese informe ya están en manos de dichas comisiones y han suscitado consenso generalizado entre los actores de la industria. El académico que coordinó la investigación, Humberto Verdejo, de la Usach, explica a País Circular que “si no abrimos la reforma a la distribución, no vamos a llegar al usuario con los beneficios de los precios bajos, de la posibilidad de elegir y, sobre todo, la mejora en seguridad y suministro”.


Chile se ha impuesto una serie de objetivos a corto y mediano plazo en relación a la energía eléctrica para contribuir a la lucha contra el cambio climático, desde descarbonizar la matriz hasta extender su uso a todo el nuevo parque automotor. Los últimos años ha crecido considerablemente en el país la generación a partir de energías renovables no convencionales y lentamente vemos en las calles más vehículos eléctricos. Sin embargo, aún existen muchos desafíos pendientes -en normativa e inversiones, entre otros- para que esta transición energética y sus beneficios lleguen a todos los rincones del país.
Uno de los grandes desafíos es realizar a la brevedad una reforma integral a la distribución eléctrica. Así lo establece un informe de expertos encargado por las Comisiones de Minería y Energía, y Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación del Senado, dado a conocer recientemente. La mesa de trabajo, que sesionó entre octubre de 202 y enero de 2021, estuvo integrada por actores de la industria, de la sociedad civil y del mundo académico, bajo la coordinación del Doctor en Ingeniería Eléctrica Humberto Verdejo Fredes, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago, Usach.
“La principal conclusión a la que llegamos es la urgencia de avanzar en la reforma de distribución, porque queremos llevar la transición energética hasta el último usuario de la cadena de suministro. Hemos avanzado en generación, tenemos dificultad en la transmisión, pero si no abrimos la reforma a la distribución no vamos a llegar al usuario con los beneficios de los precios bajos, de la posibilidad de elegir y, sobre todo, la mejora en seguridad y suministro; que los cortes ya no duren 12 horas (promedio anual en el país)”, comentó Verdejo en conversación con País Circular.
Asimismo, subrayó que “tenemos un compromiso de llegar al 2050 con una hora de cortes (promedio anual) y para eso -2050 está aquí a la vuelta- es importante realizar las inversiones ahora, y de una manera responsable y sostenible, que le dé el paso a la transición energética y no solamente nos quedemos en el discurso”.
Las conclusiones del Informe fueron presentadas por el profesor Verdejo hace unas semanas en un seminario organizado por las dos comisiones del Senado que lo encargaron, y que fue encabezado por los presidentes de ambos grupos, el senador José Miguel Durana, presidente (S) de la comisión de Minería y Energía, y la senadora Ximena Rincón, presidenta de la comisión de Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación. En la ocasión se realizó además un conversatorio, en el que participaron el presidente de la Asociación de Empresas Eléctricas, Víctor Tavera; el presidente de ACERA, Jaime Toledo; el presidente de Generadoras, Claudio Seebach; el gerente de Fenacopel, Patricio Molina; el académico de la U. de Chile y del Imperial College London, Rodrigo Moreno; y el director ejecutivo de ACESOL, Darío Morales. Asimismo, la actividad contó con la presencia del Ministro de Energía, Diego Pardow, quien entregó unas palabras al cierre.
En esa oportunidad, el coordinador del Informe agradeció a “todos los académicos y las académicas que participaron de este trabajo, que fue encargado en 2020, una vez que la reforma a la comercialización quedó congelada en el gobierno anterior. Esto es algo que está pendiente desde que se liberalizó el sector eléctrico en Chile y, en el fondo, la distribución sigue con la misma regulación y está de alguna manera ‘congelada’”.

“A mi parecer, el principal temor ha sido que pudiese ser un proyecto de alta conflictividad, pero como lo vimos en el panel realizado en el Congreso, hay consenso de la necesidad y la urgencia; así que probablemente esto no sea una tramitación conflictiva”.
Verdejo recordó que la llamada “ley corta de distribución”, de 2019 (Ley 21.194), establecía -en el artículo octavo transitorio- que dentro de los seis meses siguientes a la publicación de dicha ley, el Presidente de la República debía enviar al Congreso un proyecto de reforma integral al segmento de distribución eléctrica. “Desafortunadamente, por distintos motivos y coyunturas, eso no ocurrió (…) El hecho es que esto se viene trabajando desde 2019 y hay que poner el pie en el acelerador”, sostuvo el académico de la Usach.
Si bien se intentó avanzar en algunos aspectos parciales -como portabilidad eléctrica, calidad de servicio, generación distribuida-, “los hechos han demostrado que la reforma a la distribución debe ser estructural, no puede ser parcializada”, subrayó Verdejo.
Consultado sobre las posibles razones del retraso de esta reforma integral, el especialista dijo creer que “principalmente la mala experiencia de los medidores inteligentes dejó un manto de duda respecto a la necesidad política de avanzar en relación a esta modernización de la reforma de la distribución. Pero eso ya es cuento aparte, es decir, ya pasamos una pandemia, pasamos un montón de vicisitudes y creo que ya estamos en condiciones de volver a retomar el tema con la cabeza fría. A mi parecer, el principal temor ha sido que pudiese ser un proyecto de alta conflictividad, pero como lo vimos en el panel realizado en el Congreso, hay consenso de la necesidad y la urgencia; así que probablemente esto no sea una tramitación conflictiva”.
Sobre el alto nivel de consenso mostrado en el seminario “Reforma integral a la distribución eléctrica”, realizado en la sede del Senado en Santiago con presencia de decenas de representantes del sector eléctrico, el doctor Verdejo abogó porque “el Ministerio de Energía y el gobierno tomen esta oportunidad en que la sociedad civil, la academia y los gremios están de acuerdo. Este espacio de común acuerdo se da pocas veces, sobre todo en un segmento de un sector que es tan técnico, por lo tanto, creo que el Ministerio tiene una oportunidad para ganarse una medalla en muy poco tiempo”.
“Espero que el Ministerio de Energía y el gobierno tomen esta oportunidad en que la sociedad civil, la academia y los gremios están de acuerdo. Este espacio de común acuerdo se da pocas veces, sobre todo en un segmento de un sector que es tan técnico”.

Los 6 pilares
El reporte de los expertos estableció seis pilares fundamentales para llevar adelante una reforma integral de la distribución, cinco de los cuales fueron resumidos de la siguiente manera por el académico de la Usach: “primero, en el modelo de remuneración de las empresas de distribución, de tal manera que incorpore los incentivos correctos para mejorar la seguridad y calidad de suministro; segundo, fortalecer el rol de fiscalización de la SEC; tercero, acceso a la información por parte del usuario, lo que también implica educación; cuarto, monitoreo continuo a la red y; finalmente, la comercialización, de tal manera que el usuario pudiese tener la misma opción de elegir un proveedor de electricidad como se hace en el caso de las comunicaciones”.
El sexto componente es la “protección a los más vulnerables”, asunto en el cual “afortunadamente ya avanzamos un paso”, señaló Verdejo, en referencia al trabajo de la Comisión de Minería para definir un esquema de subsidio. No obstante, agregó que este punto es indispensable porque se está fomentando el uso de electricidad para calefacción en invierno, mientras que el aumento de las temperaturas en verano hará más creciente el uso de aire acondicionado.
Sobre el pilar de la educación e información al usuario, el especialista comentó que “no podemos pedirle a las personas que hagan eficiencia energética si no saben lo que están pagando o por qué pagan, eso ha sido un tema recurrente al momento de socializar estos elementos”.
Se trata de una reforma profunda, reconoció el académico, debido a que “llevamos 40 años con lo mismo, entonces los temas se fueron acumulando y ya llegamos a un punto en que hay que destrabarlo de una vez por todas”.
El país está tan atrasado en distribución que, para entender de qué se trata, el doctor Verdejo usa la siguiente comparación: “Hacer esta reforma es como pasar del televisor de tubos a un LED de última generación; esa es la magnitud del cambio del que estamos hablando”.
Asimismo, el coordinador del reporte habló de los enormes desafíos del país en suministro y resiliencia, y recordó que hay comunas donde las familias tienen muchas horas de interrupción de suministro durante el año. “Con la regulación vigente estamos atados de manos; los compromisos de la carbono neutralidad y al transición energética tienen que llegar al usuario final”.
En relación al “Proyecto de Ley de Transición Energética” ingresado por el gobierno en el Congreso en julio pasado -denominado segundo tiempo de la transición energética-, que pone énfasis, entre otras cosas, en el almacenamiento, para evitar la pérdida de los excedentes de energías renovables no convencionales, Verdejo señaló que es una iniciativa que se puede tramitar paralelamente a la reforma de distribución. “El proyecto de almacenamiento que está en el contexto del proyecto de transición energética apunta a resolver un problema coyuntural del mercado mayorista y, si no avanzamos en la distribución, el mercado mayorista también se va a ir limitado en su descarbonización, porque la energía limpia tiene que llegar hasta el último usuario (…) Estamos buscando el mismo objetivo, que es la transición energética y cumplir los compromisos autoimpuestos por el gobierno a 2050”.