RePhone: la empresa que regala una segunda vida a los celulares usados
La empresa de Felipe Broitman y Cristóbal Valdés ocupa un sotfware a través del cual los celulares que compran en el extranjero son examinados, reparados, y vuelvan a insertarse en el mercado. Con ello consiguen hasta un 40% de ahorro para el cliente en comparación con un aparato nuevo. El aporte medioambiental, por cierto, es indesmentible: por cada celular nuevo que se deja de comprar, se ahorran 910 litros de agua y se dejan de emitir a la atmósfera 80 kilos de dióxido de carbono.
Por cada celular nuevo que se deja de comprar se ahorran 910 litros de agua y se dejan de emitir a la atmósfera 80 kilogramos de carbono. Es la leyenda que figura en la cinta de los celulares reacondicionados que vende la empresa RePhone.
La marca nació en 2011 a cargo de Felipe Broitman y Cristóbal Valdés. Ambos venían de estudiar fuera del país y trabajaban en compañías ligadas a la industria telefónica. En un momento Broitman vio un comercial por la televisión, donde una persona pagaba su cuenta en un restorán con su celular, el que de pronto se convertía en billetes. “El mensaje era ‘véndenos tu celular, te lo vamos a buscar a tu casa y te depositamos'”, explica el fundador de RePhone.
Broitman trabajó con esa empresa alrededor de tres meses hasta que decidió emprender su propio proyecto: junto a Valdés aplicaron ese mismo modelo en Chile. Consiguieron primero que todo que Falabella recolectara IPhone 3g de segunda mano en sus oficinas para que ellos pudieran comprarlos, reacondicionarlos y volver a hacerlos circular. El cliente iba a vender su fono y Falabella le daba a cambio una gift card.
Ese esquema, sin embargo, se agotó con el tiempo. “Eran teléfonos muy antiguos, no tenían ningún valor para nosotros. Desde el punto de vista ambiental sí, porque sacamos miles de teléfonos del cajón, pero no tenía posibilidad de crecer. Al final los mandábamos para afuera y tuvimos que reinventarnos”, dice Broitman, CEO de RePhone.
Lo que hicieron, en cambio, fue empezar a comprar los teléfonos en el extranjero para en Chile reacondicionarlos. Y les funcionó. En poco tiempo consolidaron su sello sustentable y comenzaron a explorar la industria del retail: hoy están en Abcdin, Hites, Falabella, La Polar y Ripley, así como también en Rappi, Market Place, Groupon y Mercado Libre.
Según el cálculo estimado, en el mercado latinoamericano circulan 188 millones de celulares. En Chile, en tanto, la cifra bordea las nueve millones de unidades. “Entonces nuestra idea es alargar la vida útil del celular, venderlos en vez de dejarlos en el cajón. Trabajamos mucho con operadoras telefónicas y compañías de seguros. La sustentabilidad está pasando a ser una variable de compra, aunque todavía no es el más decidor”, cuenta Broitman, quien agrega que los celulares reacondicionados tienen 13 meses de garantía y cuentan con la ventaja de poder ahorrar hasta un 40% respecto de la adquisición de un teléfono nuevo.
Pero, ¿cómo se hace el proceso de reacondicionamiento de los teléfonos? Broitman explica que cuentan con un software que hace una inspección similar al de grandes corporaciones como Apple, donde se enchufan siete aparatos a la vez y van pasando por 50 puntos de examinación. “El teléfono queda impecable”, asegura el CEO de RePhone, cuya empresa también tiene un sistema de venta por internet en la página www.rephone.cl. También cuentan con Instagram (@rephone_chile) y Facebook.
Lo importante, según Broitman, es que el celular puede adquirir una nueva vida en manos del cliente, y éste puede devolverlo para que RePhone lo reacondicione. “El cliente ahí puede agarrar su plata o comprarnos otra unidad a nosotros”, comenta el fundador de la marca.
“Nuestro objetivo en Chile es ser líderes en comercialización de Smartphone reacondicionados de alta gama y uno de los principales propósito es crear en Latinoamérica un mercado formal para teléfonos reutilizables. Queremos que nuestros clientes nos reconozcan como una empresa sustentable, que mantiene un compromiso con el medioambiente, donde en vez de generar basura con los teléfonos celulares, generar una segunda vida con ellos”, cierra Broitman.