Una oportunidad para el futuro de las ERNC en Chile
“En el año 2008 la capacidad instalada en ERNC eran de 354 MW y hoy son casi 7.000 MW, concentrados en energía solar fotovoltaica, con 3.300 MW, y eólica, con 2.500 MW, que en su conjunto representan un 26.4% de la capacidad instalada”.
En tiempos en que la reactivación económica está en el centro de las preocupaciones, Bloomberg New Energy Finance ubicó a Chile en el primer lugar del ranking de países más atractivos para la inversión en energías renovables, en su reporte Climatescope 2020, que considera a 137 países.
Esta distinción responde en gran medida a las condiciones de nuestro país para el desarrollo a largo plazo de proyectos de energías limpias, principalmente solares; a la robustez del sector energético y de nuestro marco regulatorio; y a la inversión en construcción y desarrollo de este tipo de energías por casi 30 mil millones de dólares, según ha detallado el Gobierno.
Sin embargo, mantener esta posición de liderazgo presenta importantes desafíos. El primero de ellos, las dificultades que enfrentan los proyectos de energías renovables no convencionales (ERNC) de mediana y pequeña escala para acceder al financiamiento por parte de la banca local, la que exige garantías que no siempre pueden otorgar los desarrolladores de proyectos. Se requieren mayores grados de flexibilidad por parte de la banca local y la búsqueda de instrumentos innovadores que permitan avanzar en este tipo de financiamiento. En este sentido, un dato relevante es que la mayoría de los proyectos de ERNC han cumplido sus metas, lo que ha permitido a Chile alcanzar la meta de un 20% de ERNC en nuestra matriz energética, cinco años antes de lo programado.
En el año 2008 la capacidad instalada en ERNC eran de 354 MW y hoy son casi 7.000 MW, concentrados en energía solar fotovoltaica, con 3.300 MW, y eólica, con 2.500 MW, que en su conjunto representan un 26.4% de la capacidad instalada.
Un segundo punto relevante es la participación del Estado, y así ha sido, dando certeza regulatoria a los inversionistas y promoviendo activamente el desarrollo de políticas públicas.
Es notable que para el cumplimiento de las metas de ERNC no ha sido necesaria la inversión del Estado, puesto que las bajas en los precios de las tecnologías fueron suficientes para impulsar esta industria.
En este crecimiento, la energía solar y la eólica han sido las protagonistas, pero también se deben promover otras energías limpias, como la geotérmica y la mareomotriz, en las que Chile tiene un gran potencial y deberían ser utilizadas. Asimismo, es primordial recordar que la energía más barata que es aquella que no se utiliza, por lo que no se debe descuidar la eficiencia energética.
En resumen, la destacada nominación de Bloomberg New Energy Finance es una gran noticia que pondrá los ojos de muchos inversionistas en nuestro país. Es por esto, que debemos entender esta distinción como una oportunidad para sumar nuevas condiciones que permitan mantener a Chile en esta posición por muchos años.