La Municipalidad de Vitacura ha sido históricamente pionera en las políticas de sustentabilidad a nivel nacional, especialmente, en materia de economía circular. Entre otras cosas, construyó el primer Punto Limpio de todo Latinoamérica y también fue la primera comuna en contar con un servicio de recolección de reciclables desde los hogares.

Este sistema consistía en que a cada vecino interesado se le entregaba un contenedor de color amarillo donde depositaba los residuos potencialmente reciclables, para ser recolectados por la Municipalidad y llevados a la empresa contratada para separarlos, quien recuperaba el material para su reciclaje. Sin embargo, una vez asumido como Director y aprovechando la vasta experiencia de la nueva Alcaldesa Camila Merino en el mundo público y privado, revisamos este antiguo proceso y detectamos que se lograba reciclar solo el 17% de lo entregado y tenía un costo anual para la Municipalidad de más de 170 millones de pesos. Es decir, terminaba casi todo en la basura y era extremadamente caro.

¿Por qué era tan poco eficiente? La obsoleta tecnología de la planta de separación de residuos, la excesiva contaminación cruzada, las limitaciones del mercado de reciclables en Chile, el uso de camiones compactadores y la inclusión permanente por parte de vecinos de materiales no reciclables en ningún sistema, tales como residuos orgánicos, materiales contaminados y ¡hasta pañales de guagua!

Es por eso que, mediante un trabajo conjunto entre varias direcciones municipales, reuniones con expertos, y habiendo revisado todas las alternativas de reciclaje en la Región Metropolitana y mejores experiencias internacionales (Alemania, Finlandia, Suecia, etc.), optamos por cambiar a un sistema de separación en las casas y recolección diferenciada.

¿Cómo funciona? Cada vecino recibe tres bolsas de género para separar en sus casas en las siguientes categorías: (i) papeles y cartones; (ii) vidrio y (iii) botellas PET y aluminio. De manera similar, se adaptó este nuevo sistema para edificios. Reasignamos los recorridos de los camiones recolectores para que cada uno retire exclusivamente un tipo de residuo y lo entregue directamente a la empresa que recicla ese material, sin tener que pasar por una empresa intermediaria de separación. De esta manera, pudimos subsanar las deficiencias del antiguo sistema y garantizar la trazabilidad de los materiales reciclados. Además, la implementación no ha involucrado nuevos recursos sino la redistribución de los existentes, y proyecta un importantísimo ahorro al dejar de pagarle a la empresa que separaba. ¡E incluso vamos a vender el material reciclable!

Con todo lo anterior, la implementación de este sistema no ha estado exenta de inconvenientes, tanto en su operación (bolsas, camiones, etc.) como en el cambio de hábito que implica en cada hogar el aprendizaje de los tipos de residuos aceptados y, por último, en transparentar que sólo se retirará aquello que podemos asegurar su reciclaje. Sin embargo, el tremendo esfuerzo de vecinos, recolectores y municipio ha mostrado excelentes resultados, alcanzando tasas de reciclaje promedio superiores al 300%, llegando incluso a más de 470% en algunos días, al comparar con la información del sistema antiguo. Y, considerando que alrededor del 30% de los vecinos participa podemos pensar en crecimientos muchísimo más grandes.

Con todo esto, Vitacura vuelve a ser pionera y traza el camino para que otras municipalidades puedan hacerlo, ya que nos motiva a que en todo Chile se recicle de forma efectiva y los sistemas sean transparentes.

Como país tenemos un tremendo desafío en la implementación de la ley REP, con metas muy ambiciosas y una implementación que no estará exenta de problemas. Lo importante, más allá de cumplir las metas, es cumplir su espíritu, que es reciclar más y mejor. Y para ello, en Vitacura estaremos encantados de compartir nuestra experiencia.