Un nuevo ciclo presidencial se inició el 11 de marzo, quizás el último de acuerdo al actual régimen constitucional del nuestro país. Las esperanzas de todos los chilenos, y las miradas del mundo están puestas en lo que hará el nuevo presidente, una nueva coalición de gobierno y los cambios que una nueva constitución propicie. Y todo ello, en el contexto mundial de crisis ambiental, social, económica y política a nivel nacional e internacional.

El candidato Gabriel Boric ofreció el primer gobierno ecológico y para ello su ambicioso programa incluye definir una Estrategia de Adaptación Transformadora a la Crisis Climática, una Ley Marco de Economía Circular y Gestión de Residuos, la generación de Comisiones de Transición Justa para impulsar procesos de reparación social y ambiental en comunidades vulneradas e implementar una Política Nacional de Seguridad Hídrica que garantice el derecho humano al agua y el saneamiento, con un enfoque de protección y restauración de los ecosistemas, así como, impulsar la tramitación expedita del proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), iniciar una reforma al sistema de evaluación de impacto ambiental (SEIA), crear un Sistema Integrado de Observación del Océano y rediseñar el Programa Nacional de Tenencia Responsable de Animales de Compañía, entre otras.

En materia energética propuso un modelo de soberanía energética con tres prioridades programáticas: descarbonización, descentralización y pobreza, y vulnerabilidad energética, en donde destacan la propuesta de acelerar la descarbonización, profundizar y recalibrar aspectos de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde y terminar el nuevo gobierno con 500 MW instalados de generación distribuida residencial, considerando sistemas unitarios y comunitarios.

El plan del ahora Gobierno del presidente Gabriel Boric, queda en las manos, mentes y corazones de la ministra Maisa Rojas, quien, sin militancia ni experiencia política, deberá aprovechar su connotada carrera científica y académica como experta en cambio climático, junto al subsecretario Maximiliano Proaño, abogado, militante de Convergencia Social, exasesor legislativo en materias energética y medioambiental en el Congreso.

Hay mucho trabajo por hacer y la crisis ambiental global nos recuerda a diario su urgencia y la necesidad de acción, sin ninguna distinción, pues en este medioambiente de todos, es donde tenemos la gran oportunidad de reunirnos y hacer del desarrollo sostenible una política de Estado, y que nos deja a todos la obligación de sumarnos desde nuestras respectivas posiciones, remar juntos, y darles la bienvenida a las nuevas autoridades.