Un reciente estudio de la Fundación Ellen MacArthur, plantea que los envases retornables pueden ofrecer importantes ventajas medioambientales y una vez ampliados con el enfoque adecuado, pueden competir con los envases de un solo uso desde el punto de vista económico.

Los datos entregados por el estudio sobre las mayores oportunidades para reducir la contaminación plástica al implementar sistemas de recarga en envases reutilizables son impactantes, sobre todo si consideramos que cambiar a envases reutilizables en lugar de envases de un solo uso podría reducir en un 20 % la cantidad total de plástico que se vierte anualmente en el océano de aquí a 2040.

Sin embargo, la revolución de la reutilización que propone este estudio ya se viene dando desde hace al menos seis años en Chile. Específicamente, es el modelo de Mercado Circular, empresa chilena que desarrolla tecnología para eliminar de toda la cadena, los embalajes y envases plásticos de uso único, a través de máquinas sustentables de refill.

En esta línea, los beneficios de un modelo circular no sólo son ambientales. Uno de sus mayores impactos es económico, pues la adopción de envases reutilizables puede generar ahorros de hasta un 50% en el valor de los productos en relación al mercado y en menor grado, en la cadena de valor, ya que los productos salen desde la planta en un contenedor, que es el que finalmente lo deposita en las máquinas en los puntos de recarga.

Y así suma y sigue la lista de oportunidades y ventajas que nos abre un modelo circular. Lo importante no es sólo que las empresas puedan incorporar estos modelos en un trabajo colaborativo con los desarrolladores de este tipo de tecnología. También es fundamental que podamos contar con profesionales preparados para la transición hacia la anhelada economía circular y que los consumidores adopten estos nuevos hábitos que implican la recarga y reutilización.