El rol de los bancos centrales en la descarbonización
El cambio climático como riesgo a la estabilidad financiera.
Una revolución está en camino en los Bancos Centrales, una revolución verde. En todas partes los gestores de políticas públicas están pensando y ponderando como lidiar con el cambio climático y sus consecuencias y esto también incluye al rol que sobre esta materia deben tener los Bancos Centrales.
Hace no muchos años Mark Carney, en ese tiempo Gobernador del Banco de Inglaterra, en forma visionaria, causó controversia, al advertir sobre la posible inestabilidad financiera, derivada de los “activos varados”, definidos como activos financieros, como por ejemplo, reservas de petróleo u otros activos que a consecuencia del cambio climático, dejarían de ser activos y convertirse en pasivos. A nivel local pensemos en las plantas generadoras de electricidad a carbón, que al año 2040, o quizás antes, cuando dejen de operar, no tendrán valor.
El avance del conocimiento sobre el cambio climático, nos lleva a la conclusión indubitada, de que el cambio climático esta y seguirá afectando a nuestra economía y que muy probablemente va a cambiar varios paradigmas sobre los cuales se ha construido nuestra economía. Cambios que los Banco Centrales no pueden ignorar. Un elemento básico del mandato entregado a los Bancos Centrales, que es la estabilidad financiera, está siendo amenazada por el cambio climático de una forma estructural y permanente, que, repito, debe ser atendida, más temprano que tarde.
Finalmente, la pregunta que debemos hacernos, es como los Bancos Centrales, deben actuar frente al cambio climático.
El primer elemento que debemos considerar, y por ciento el más importante, es el reconocimiento cuales son los riesgos económicos y financieros que trae aparejado el cambio climático. En su rol de guardianes de la estabilidad financiera, estos deben actuar para proteger estos efectos como se tratara de cualquier otro riesgo, en el sentido de ponerle un precio a estos riesgos. Lo que cualquier analista de riesgo estaría de acuerdo.
Otra postura más agresiva y controversial, es si los Bancos Centrales, deben actuar más allá de una postura defensiva, reaccionando antes el riesgo, contribuyendo directamente en la descarbonización, y esto se puede traducir en re dirigir el capital hacia la transición energética, como podrían ser préstamos dirigidos hacia operaciones “verdes” , con condiciones preferentes, emisiones de bonos verdes, prestamos de dinero con tasas de interés indexadas al cumplimiento de indicadores de sustentabilidad, etc.
Aun cuando se puede argüir, y con buenas razones, que los Bancos Centrales deben ser “neutrales”, el cambio climático y sus consecuencias sobre los mercados bajo las mirada de los Bancos Centrales, es una buena razón para que se aparten de su neutralidad, a fin de cuentas, las distorsiones que se pueden generar justifica que tomen un rol más activo y menos neutral.
En todo caso no sería la primera vez que los Bancos Centrales, y por buenas razones, juegan un papel de catalizador en nuestra economía, evitando riesgos financieros, por una parte, y por otra anticipándose a los mismos.