Aun cuando no todos comparten el mismo pensamiento político, los alcaldes y alcaldesas de las cuatro comunas de la provincia del Marga Marga -Daniel Morales de Limache, Valeria Melipillán de Quilpué, Javiera Toledo de Villa Alemana y Jorge Jil de Olmué- se hermanaron en una causa común para un punto que les atañe: pronunciarse en contra del proyecto termoeléctrico Central Los Rulos, al que acusan de encarnar un severo peligro para la salud de las personas y para la biodiversidad de la zona si se logra su aprobación definitiva.
En una soleada mañana en la pérgola del Parque Brasil de Limache, comuna donde se emplazaría la central termoeléctrica de la empresa Inkia Energy, las máximas autoridades comunales de la provincia y el gobernador regional de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, acogieron el llamado de las organizaciones ambientalistas de la zona y representantes de pueblos originarios que suman varios años de resistencia frente al proyecto.
En su alocución, Mundaca adujo que se trata de una termoeléctrica que emitirá material particulado en la zona y que afectará irreversiblemente el entorno natural marcado por la existencia de la Reserva de la Biósfera de la UNESCO La Campana-Peñuelas, un territorio protegido de incalculable valor en biodiversidad que cuenta con 280 mil hectáreas de superficie, y que comprende 10 comunas de la Región de Valparaíso (incluidas todas las de la provincia de Marga Marga) y una de la Región Metropolitana.
“Es una termoeléctrica que funcionará con gas natural y con petróleo diésel como combustible de reemplazo. Se sumaría a las 20 termoeléctricas que existen en el país y que son la principal fuente de gases de efecto invernadero. Como va a expeler además material particulado al medioambiente, pondrá en peligro la Reserva de la Biósfera La Campana-Peñuelas. Es un proyecto degradante que va a comprometer las funciones bióticas y abióticas del medio natural”, sostuvo Mundaca a País Circular.
En su intervención, el alcalde de Limache, Daniel Morales, cuya comuna acogería el proyecto, sostuvo que “nuestra oposición es contundente y clara. La institucionalidad ambiental tiene que cambiar, la comunidad debe tener una voz vinculante, porque tenemos derecho a opinión solamente y no somos escuchados”. Mientras, su par de Olmué, Jorge Jil, precisó que su comuna “será la más perjudicada porque los contaminantes van a afectar al Parque La Campana, pero quiero ser enfático en que el trabajo tiene que ser por todo el valle del Marga Marga. En general como olmueínos no somos tomados en cuenta porque no tenemos peso político”.
En tanto, la alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillán, valoró la convergencia de los cuatro municipios de la provincia en función de una misma bandera de lucha para ejercer presión ante el Comité de Ministros que deberá sesionar hasta el 26 de septiembre como último plazo.
“Somos representantes de alcaldías transformadoras, de los mismos movimientos sociales, y tenemos que ir de la mano con nuestros compañeros que están en la calle y que nos entregaron el mandato. Esperemos que esta convocatoria llegue a oídos del Presidente Piñera y de sus ministros, y que respeten la voluntad popular”, indicó a País Circular Melipillán, quien teme que la sentencia de dicho comité los condene a convertirlos en una nueva “zona de sacrificio” en la región.
Similar impresión manifestó Javiera Toledo, alcaldesa de Villa Alemana, para quien es “súper esperanzador que los cuatro alcaldes podamos trabajar en políticas medioambientales en conjuntos. La política tiene que ser colaborativa, ya no podemos ser islas administrativas, sino velar por la co-gestión, actuar en bloque”, explicó a este medio.