Xavier Lohir: “La información sensible de los productores es un desafío de cada día para el sistema de gestión”
Xavier Lhoir, director de operaciones de la organización belga Valipac, la única que monitorea el cumplimiento de las metas de reciclaje de envases y embalajes no domiciliarios en su país, explica cómo han logrado una gestión exitosa para las 7.200 empresas productoras con las que operan, y cuáles son los desafíos que enfrentan luego de 20 años de experiencia. Lhoir está en Chile para participar en un seminario sobre la Ley REP, cuya implementación ha tomado como modelo a Bélgica en varios aspectos. “Chile tiene la posibilidad de generar directamente un sistema de economía circular”, afirma.
En Bélgica se recicla el 88,8% de los residuos industriales (no domiciliarios) de embalajes, es decir, casi 780 mil toneladas al año de cartones, papeles, plásticos, aluminio, otros metales, madera y vidrios. Las cifras las entrega con absoluta certeza Xavier Lhoir, director de operaciones de Valipac, la única organización autorizada para encargarse del sistema de gestión en el marco de la norma sobre Responsabilidad Extendida del Productor (REP) para residuos de envases y embalajes industrialesen ese país. Se trata de una organización sin fines de lucro que recibe la información de cuánto material de este tipo colocan en el mercado las empresas productoras (7.200 en total), y luego la compara con las cantidades que los 220 gestores de residuos con los que trabaja llevan efectivamente para reciclaje.
Esta función de monitoreo es básica para garantizar que se cumplen las metas establecidas por la legislación belga, que obliga a los productores a hacerse responsables de reciclar y recuperar un porcentaje de los materiales de embalaje que colocan en el mercado. Actualmente el objetivo es de 80%.
En su labor, Valipac recibe datos considerados estratégicos para las empresas, cuya divulgación podría atentar contra la libre competencia, un asunto que por estos días se debate en Chile con el inicio de la implementación práctica de la Ley de Fomento al Reciclaje y de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), y la constitución de los primeros sistemas de gestión que se deberán hacer cargo de la recolección, transporte, almacenamiento y valorización de residuos.
¿Cómo maneja Valipac la información sensible de los productores?
Es un desafío de cada día para Valipac. Cuando nos mandan informaciones sensibles -y cada partnertiene datos sensibles- ponemos todo nuestro esfuerzo en los procedimientos, los sistemas de información y software que garantizan un control total de la confidencialidad de esos antecedentes. Tenemos un sistema de monitoreo que llamamos de “caja negra”, es decir, si me piden información sobre un gestor yo no voy a dar nada, ni siquiera a las autoridades. Las autoridades pueden pedir detalles de la información, pero tienen que ir a verla a Valipac, no se la enviamos.
Todos los datos que hacemos públicos, en la página web o en nuestros informes, son informaciones agregadas, no hay nada sobre la cantidad que un productor específico ha puesto en el mercado, porque es algo sensible. La distribución, por ejemplo, es un sector muy competitivo, y no podemos dar ninguna información al competidor o a las autoridades. Si hacemos eso entonces podemos cerrar Valipac. Nuestro trabajo se basa en la confianza que tenemos en cada una de las personas que trabajan con nosotros; eso es fundamental.
“Uno de los riesgos más grandes que veo de la competencia -de varios sistemas de gestión- es el “cherry picking” (selección a la medida), donde solo te llevas lo que tiene mayor valor y el resto lo dejas, lo que no tiene valor nadie lo recolecta y de esa manera nunca vas a cumplir las metas”
¿Cómo logran generar esa confianza?
Valipac es un sistema de gestión colectivo que opera desde 1998 y fue creado por iniciativa de la industria belga, no por las autoridades. Los miembros de la industria, que debían cumplir con la ley, eligieron usar este sistema porque consideraron que era la única forma de hacerlo de manera sencilla, sin un costo muy alto para ellos. Decidieron dejar a un lado los conflictos cotidianos entre ellos para trabajar juntos en el tema de los envases. Eso es crucial, porque los industriales desde el principio vieron de manera muy positiva el sistema colectivo para este tema, mientras siguen siendo competidores en todo lo demás.
¿Cómo se toman las decisiones en Valipac?
Como somos una organización sin fines de lucro podemos decir que los dueños son los 7.200 productores-colaboradores que pagan por nuestro sistema de gestión. Para la toma de decisiones tenemos un directorio de cuatro personas (CEO, director financiero, director de innovación y director de operaciones) y un comité ejecutivo en el que participan miembros de las federaciones profesionales (por ejemplo, de la industria química, alimentaria, etc.). Tenemos un método de consenso, cada cambio tiene que estar aprobado por cada una de las partes: los productores, generadores y gestores de residuos. Somos los únicos en Europa que incluimos en esto a los gestores, porque tenemos una visión diferente, queremos un sistema consensual y pensamos que es la única forma de llegar a una evolución, a una cultura diferente. Es la colaboración la que hace que Valipac sea un éxito.
¿Qué ventajas tiene el sistema de gestión colectivo que podrían hacerlo recomendable para Chile?
No tengo experiencia en cuanto a la participación de varios sistemas de gestión que compitan entre sí, pero creo que es complejo desde el punto de vista administrativo. Uno de los riesgos más grandes que veo de la competencia es el “cherry picking” (selección a la medida), donde solo te llevas lo que tiene mayor valor y el resto lo dejas, lo que no tiene valor nadie lo recolecta y de esa manera nunca vas a cumplir las metas.
Creo que la primera etapa es que los productores se junten y conversen para desarrollar algo en conjunto, porque con 20 sistemas no creo que vaya a funcionar. No puedo decir qué es lo mejor para Chile, pero las autoridades vieron nuestro modelo y les gustó; nosotros estamos disponibles para compartir nuestra experiencia y por eso estoy acá.
“El presupuesto total de Valipac es de 13 millones de euros al año, pagados por las 7.200 empresas productoras. La tarifa promedio es de 18 euros por tonelada, porque la más baja es de 14,5 euros (reciclables de cartón, metal, madera, otro) y la más alta es de 53 euros (envases no reciclables). Los envases reutilizables no pagan, y eso incentiva a los productores para usar ese tipo de recipiente”
“Chile puede desarrollar una economía circular”
Lhoir está en Chile para participar en el seminario “Ley REP y Sistemas de Gestión: el turno de la industria”, organizado por la Asociación de Industriales del Plástico (ASIPLA), SOFOFA, Rigk y la Cámara Chileno Alemana de Comercio (Camchal). El encuentro, que tiene lugar hoy, se produce a tres días de que la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, diera a conocer el anteproyecto del decreto que fija las metas de valorización y recolección del sector envases y embalajes, en el marco de la Ley REP, promulgada en 2016 en el país.
En el anteproyecto se establece que a partir de 2022 entrarán en vigencia los objetivos de reciclaje, que en el caso de los residuos no domiciliarios debe llegar ese año a un total general de 30%, sin diferenciar entre metal, papel y cartón, y plástico. En tanto, para 2030 sí establece metas separadas: 70% de los metales, 85% de papel y cartón, y 55% de plástico.
¿Qué le parecen las metas que se ha propuesto Chile?
En el caso del plástico, en Bélgica reciclamos un 53% en 2017. Entonces, la meta chilena del 55% para 2030 podría parecer ambiciosa, pero veo con mucho optimismo lo que el país quiere desarrollar, porque tiene la posibilidad de generar directamente un sistema de economía circular. Creo que esa es la fortaleza de Chile. En Bélgica partimos con un sistema lineal de puesta en el mercado y reciclaje que hemos aplicado durante 20 años, y ahora tenemos que cambiar la mentalidad, desarrollar una industria del reciclaje (actualmente lo hacen en otros países, especialmente de Asia), de cierta manera estamos al mismo nivel que Chile en cuanto al desafío de la circularidad.
¿Cómo funciona el sistema de gestión de Valipac?
Recibimos la información sobre los materiales puestos en el mercado por 7.200 productores –empresas grandes, pequeñas y medianas-, que son los responsables del 90% del volumen (en toneladas) de los residuos de envases y embalajes que se producen a nivel no domiciliario en el país. Por otra parte, un total de 220 gestores de residuos nos mandan los datos en cuanto a residuos de envases no domiciliarios que ellos recolectaron en las empresas -sus clientes- y mandaron a reciclar. Con esas dos cifras podemos calcular si se cumplen las metas. Los gestores tienen un contrato con Valipac, donde se establece que se les paga por la información, por los costos administrativos de obtener esos datos (2 euros por tonelada), y así tenemos la posibilidad de controlar las cifras que nos mandan, de auditarlas para asegurar que los datos son correctos.
¿Cómo se financia el sistema de gestión?
El presupuesto total de Valipac es de 13 millones de euros al año, pagados por las 7.200 empresas productoras. La tarifa promedio es de 18 euros por tonelada, porque la más baja es de 14,5 euros (reciclables de cartón, metal, madera, otro) y la más alta es de 53 euros (envases no reciclables). Los envases reutilizables no pagan, y eso incentiva a los productores para usar ese tipo de recipientes (como los barriles para la gasolina).
De ese presupuesto, 55% se entrega de nuevo a la industria por medio de incentivos para los generadores (comercios, por ejemplo), para fomentar el reciclaje, los contenedores segregados, etc. El 45% restante es para pagar a los gestores, sueldos y gastos operacionales.
“Esta es una oportunidad para un país como Chile para desarrollar algunas empresas que apoyan al sistema, y para la industria demostrar que las metas son posibles, para dejar atrás el sistema lineal y hacer una economía circular, por ejemplo, integrando más material reciclado a nuevos envases”
La implementación de todo el sistema implica nuevos empleos, ¿cuántos puestos de trabajo pueden llegar a crearse?
Es muy difícil establecer una cifra. Hay empleos a distintos niveles, por una parte los gestores tienen un incremento de sus actividades al darle un servicio a sus clientes para los distintos tipos de residuos de envases; en las mismas empresas la separación de los residuos va a generar algún tipo de actividad y tendrá que haber personas que tengan la responsabilidad del control, también se necesitan más personas para el transporte, el reciclaje…. Esta es una oportunidad para un país como Chile para desarrollar algunas empresas que apoyan al sistema, y para la industria demostrar que las metas son posibles, para dejar atrás el sistema lineal y hacer una economía circular, por ejemplo, integrando más material reciclado a nuevos envases. Debe haber más colaboración en toda la cadena de valor, y el rol del sistema de gestión es poner a todos los actores en contacto.
Nuevas metas, nuevos desafíos
El ejecutivo de Valipac comenta que las circunstancias para lograr las metas de reciclaje van cambiando muy rápidamente. Por ejemplo, menciona que en el caso del plástico hasta ahora un gran porcentaje de los residuos no domiciliarios eran enviados a China e India para su reciclaje, pero ambos países han cambiado sus normas y ya no recibirán esos materiales. Asimismo, acaban de modificar la normativa europea para contabilizar los materiales: antes se consideraban las cantidades que salían de los centros de acopio y clasificación; ahora se deben medir las cantidades a la entrada del proceso de reciclaje, y “son otras cifras porque a veces en el reciclaje hacen otra clasificación (y un porcentaje lo envían a valorización en vez de reciclaje) y eso puede provocar una pequeña corrección de las cifras a la baja”.
Además, dice Lhoir, las autoridades belgas quieren que se llegue al 65% de reciclado en plástico no domiciliario para 2030.
¿Cómo hacen frente a estos cambios de escenario?
Creo que no podemos seguir dependiendo de las decisiones de otros países y tenemos que generar una industria del reciclaje local, a nivel europeo, y creo que en los próximos años va a haber importantes proyectos e inversiones en ese sentido.
Por otra parte, como Valipac queremos empujar a nuestros partners hacia la economía circular. El monitoreo es nuestra función básica, pero cuando las metas son más ambiciosas y difíciles, tenemos que ir más allá de la contabilización de los datos. Queremos influir en las decisiones tomadas por los productores, por ejemplo, en cuanto al tipo de envases que ponen en el mercado, para que incorporen material reciclado a los nuevos embalajes industriales (no domiciliarios). Esto puede ser con tarificación, en coordinación con las autoridades, con recursos financieros, etc.
Somos actores activos en cuanto al logro de las nuevas metas, en cuanto al cambio del sistema, el comportamiento de las personas con quienes trabajamos; tenemos el rol de desarrollo técnico, de convencer, de poner a las personas en contacto y facilitar el diálogo entre todos los actores. Ahora, por ejemplo, junto a otras instituciones desarrollamos un proyecto para fabricar un film termocontraible con material reciclado. Actualmente para el embalaje industrial se ocupa solamente materia prima virgen para fabricar ese film, pero comprobamos que con 50% de reciclado se logra la misma resistencia y calidad. Queremos hacer lo mismo con otros materiales. En el caso del film stretch estamos en etapa de desarrollo técnico y creemos que es posible. Si se contabiliza todo el film industrial, no domiciliario, llegamos a una cifra mucho más importante que el film de contacto alimentario; con el no domiciliario tenemos 420 mil toneladas potencial, de las cuales podríamos llegar a 50% de contenido reciclado y eso ofrece una oportunidad muy importante para todos los actores. Solo así podremos llegar al 65% de reciclaje del plástico, creo que si no logramos implementar esto no lograremos la meta para 2030.