Recybatt: la empresa nortina que abrirá la primera planta de reciclaje de pilas en Chile
La empresa fundada por la copiapina Daniela Vergara recupera el zinc y manganeso de las pilas alcalinas para venderlos como materias primas a otras industrias. Situada en la capital de Atacama, en el desierto más árido del mundo, Recybatt figuró entre los 500 proyectos socioambientales más destacados de los Premios Latinoamérica Verde -los “Oscar del medioambiente”- en la categoría de manejo de residuos sólidos, y recién fue seleccionada para representar a Chile en un seminario internacional de la APEC relativo a emprendimientos ambientales liderados por mujeres. La primera planta nacional de reciclaje de pilas, proyectada para Santiago, permitirá reciclar más de una tonelada mensual de estos productos.
Se calcula que cada chileno o chilena consume aproximadamente siete pilas al año, y al país ingresan en el mismo período 100 millones de unidades. El problema es que el 80 por ciento de ellas terminan en el vertedero y generan un cuantioso impacto ambiental debido a sus metales pesados. Se cree que una sola unidad de pila puede llegar a contaminar 175 mil litros de agua.
La copiapina Daniela Vergara Feliú solo tenía vagas nociones de esta cifra demoledora, si bien siempre se mostró interesada en temas medioambientales. Sin ir más lejos, siendo traductora y profesora de inglés, llegó a trabajar en una compañía minera como encargada de una campaña de reciclaje. Pero quedó boquiabierta al comprobar la cantidad de pilas que se despilfarraban y no tenían un tratamiento adecuado. Un amigo químico le esbozó alguna solución al respecto, y desde ahí elucubró la idea de dejar aquel empleo y embarcarse en formar su propia empresa.
Domiciliada en la capital de Atacama, en el desierto más árido del mundo, Recybatt (@recybattchile) nació como proyecto en 2017 y luego se adjudicó unos fondos del Programa The S Factory de Start-Up Chile de Corfo, con lo que el motor empezó a carburar. Este año, sin embargo, fue el salto definitivo del proyecto tras validar el producto a base de ensayo y error. Recybatt es una empresa de upcycling de pilas bajo un modelo colaborativo de economía circular y triple impacto, cuya finalidad es rescatar el zinc y el manganeso de las pilas, para venderlas como materias primas a otras industrias.
Hasta ahora, Daniela Vergara ha podido reciclar 600 kilos de pilas que recolecta desde diferentes puntos de acopio distribuidos en la Región de Atacama. El zinc se usa preferentemente como abono y como bloqueador solar, mientras que el manganeso puede ser materia prima de pigmentos de pinturas industriales.
“Funcionamos como una mini planta de reciclaje de pilas. Estas pasan por un proceso de hidrometalurgia (lixiviación) para recuperar el zinc y el manganeso. Por ahora recolectamos las pilas en la región. Los puntos de acopio de los colegios, eso sí, están cerrados producto de la pandemia”, explica la joven fundadora de Recybatt.
“Funcionamos como una mini planta de reciclaje de pilas. Estas pasan por un proceso de hidrometalurgia (lixiviación) para recuperar el zinc y el manganeso. Por ahora recolectamos las pilas en la región”.
La nueva planta de pilas en Santiago
El modelo que trabaja Vergara en su emprendimiento ha sido elogiado desde diferentes puntos del globo. Hace muy poco Recybatt fue incluido dentro de los 500 proyectos socioambientales más destacados por los Premios Latinoamérica Verde, coloquialmente conocidos como los “Oscar del medioambiente”, en la categoría de manejo de residuos sólidos.
Del mismo modo, Recybatt fue seleccionada por los ministerios de economía de Chile y Taiwán para representar a nuestro país en el Seminario APEC Women-led Start-Up Accelerator Workshop, cuya temática es un taller de aceleración para emprendimientos liderados por mujeres a nivel internacional. El evento se realizó por estos días por única vez de forma virtual debido a la pandemia. “Tuve la mala suerte de que no pude viajar, pero estamos ampliando nuestra red de mujeres emprendedoras ahora en el sudeste asiático. Hay posibilidades de conocer a inversionistas para el escalamiento de la empresa”, cuenta Daniela.
Además, hoy mismo Recybatt firmará un convenio con CONAF, que le permitirá desde septiembre empezar un piloto para recolectar las pilas de las cámaras trampas usadas en el monitoreo de fauna de todos los parques nacionales de Atacama. “Si bien se supone que los parques reabrirán en octubre a público, ellos ya desde septiembre van a activar los contenedores. La idea es partir a la brevedad”, comenta la emprendedora nortina, que cuenta con varios estudios y diplomados en educación medioambiental.
Pero el objetivo más ambicioso de Recybatt es el que o empujará hacia su crecimiento definitivo. Aunque instalada en Copiapó, todo el foco de la empresa está puesto en abrir la primera planta de reciclaje de pilas de Chile. Será en la Región Metropolitana, en un sitio por definir. Tendrá formato modular y aún falta dar con buena parte del financiamiento para que se haga realidad.
¿Dónde donar pilas en Santiago?
Según Vergara, la instalación de esta planta modular -inspirada en una diseñada por la Universidad de La Plata de Argentina, aunque funcionaría con otro proceso- le permitirá recuperar un volumen macizo de pilas en una zona de mayor población, por lo que, calcula, podrá reciclar más de una tonelada mensual, en vez de los 600 kilos que suma hasta ahora en Atacama. En el norte, igualmente, debiese haber en un plazo cercano otra planta de reciclaje de pilas operativa en Copiapó. El proyecto, así, funcionaría con dos grandes plantas de reciclaje.
Por de pronto, Recybatt tiene alianzas con algunas organizaciones para recolectar pilas en la Región Metropolitana. Quienes quieran donar sus pilas lo pueden hacer a través de dos organizaciones: Recologico.cl (@recologico.cl) y Fundación Recíclame Chile (@reciclame_chile). Incluso, ambas pueden hacer retiro domiciliario de las pilas en desuso.
El único requisito, dice Daniela, es que sean pilas alcalinas para rescatar el zinc y el manganeso. “Tienen que venir limpias, separadas en una botella plástica para disponerlas en los contenedores”, explica. A futuro, piensa ella, también quieren reciclar las baterías de celulares, ya que el proceso es similar, pero se deben emplear otros químicos para separar otros metales como el litio, por ejemplo.
Lo que sigue intacto en el sello del proyecto es su triple impacto ambiental, social y económico. Por eso, en Copiapó, trabajan con recicladores de base de la comuna y con ONG para recolectar las pilas. Con ello, logran generar ingresos para esos trabajadores. Asimismo, uno de los pilares de la empresa es su apuesta por el enfoque de género. De hecho, está vigente un convenio con la oficina regional del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género para contratar mano de obra de mujeres en situación de vulnerabilidad para toda la cadena de valor, desde la recolección hasta la operación de las pilas. Hoy el 90 por ciento del personal de Recybatt son mujeres.