Desempeño de sustentabilidad en empresas de Latinoamérica: Chile entre los últimos, pero con un grupo de compañías de nivel mundial
Esta semana, RobecoSAM presentó en Ginebra su Corporate Sustainability Assessment (CSA) 2018, que analiza el desempeño de las empresas de Latinoamérica en sus prácticas de gobierno corporativo, factores ambientales y sociales (ESG). En Chile, el promedio de las compañías que participaron activamente en la encuesta está a la par que el promedio mundial, pero hay un número significativo de empresas que tienen poca o ninguna transparencia en su desempeño ambiental, social y de gobernanza, disminuyendo fuertemente la puntuación global del país.
Periodista
En su último Corporate Sustainability Assessment (CSA), RobecoSAM vuelve a analizar el desempeño de las empresas de Latinoamérica en sus prácticas de gobierno corporativo, factores ambientales y sociales (ESG). El objetivo es proporcionar datos del nivel de gestión de la sostenibilidad de las principales empresas de la región que cotizan en bolsa, buscando destacar sus fortalezas y oportunidades de mejora en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, donde se evaluó a 240 compañías, 81 de ellas de nuestro país, la mayor presencia en el análisis.
Y los resultados no son alentadores. El CSA 2018, que fue presentado esta semana en el Foro de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos en Ginebra, muestra que América Latina sigue rezagada en lo que respecta a la gestión general de la sostenibilidad. La puntuación total promedio para la región fue de 29 puntos, el más bajo de todas las regiones y muy lejos aún de Europa (53 puntos), Asia-Pacífico (45), América del Norte (35) y del promedio global, que se situó en 42 puntos.
¿Cómo se sitúa Chile en este escenario? Colombia y Brasil son los únicos países que se encuentran sobre el promedio mundial, con 61 y 45 puntos respectivamente, y si bien los promedios de los cinco países disminuyeron en relación al CSA 2017, Chile cayó hasta los 23 puntos ubicándose debajo de Perú (31) y solo por encima de México (21).
Sin embargo, esto tiene algunas explicaciones. En primer lugar, tanto Chile como México concentran en conjunto el 75% de las empresas latinomericanas evaluadas por RobecoSAM, por lo que al tener un universo más grande de medición se afecta también su promedio. Y en segundo término, en Chile solo 29 de las 81 empresas consideradas participaron activamente en la encuesta, mientras que las restantes 52 empresas fueron evaluadas principalmente en base a la información pública disponible.
Y al hacer el foco en esas 29 empresas, las noticias son más auspiciosas. Las compañías que participaron activamente de la medición registran un promedio de 57 puntos, lo que las ubica en el promedio de las empresas que participan activamente en la encuesta a nivel global, y solo superadas a nivel regional por Colombia y Brasil.
“En Chile hay un grupo de empresas líderes, pioneros, que están avanzando bien, o en el promedio del mundo. Entre ellos hay varios bancos, compañías del sector energético, del retail y aerolíneas, son las empresas que están destacadas en el índice de sostenibilidad del país. Pero no estamos logrando escalarlo más allá un de grupo pequeño de empresas grandes, y ese es el problema”.
“Esto demuestra claramente -dice el informe- que en estos grandes mercados hay ejemplos de líderes que están integrando la sostenibilidad en sus negocios; sin embargo, hay también una cantidad considerable de empresas que está haciendo muy poco por avanzar desde un enfoque de ‘business as usual’ hacia una orientada a la gestión sostenible”.
Un pequeño grupo lidera el cambio
“Lo que estamos viendo en Chile es que hay un grupo de empresas líderes, pioneros, que están avanzando bien, o en el promedio del mundo. Entre ellos hay varios bancos, compañías del sector energético, del retail y aerolíneas, son las empresas que están destacadas en el índice de sostenibilidad del país. Pero no estamos logrando escalarlo más allá de un grupo pequeño de empresas grandes, y ese es el problema”, explica Ingrid Koch, gerente de operaciones del Centro Vincular de la Universidad Católica de Valparaíso, que actúa como “knowledge partner” de RobecoSAM en América Latina.
¿Significa esto que el resto de las empresas simplemente no considera estos factores de sustentabilidad? No necesariamente, dice Koch. “Las 29 compañías que contestaron activamente la encuesta están más avanzadas, pero el resto no sabemos como están. Podrían tener cosas buenas, pero no hay información pública, y eso implica también un tema de transparencia. Pueden estar haciendo muchas cosas, pero si no es público sus inversionistas no lo saben, los stakeholders no lo saben, entonces el tema de comunicar y ser transparentes con la información es el gran desafío”, explica.
Esta visión también es reforzada por el Informe de Progreso de América Latina 2018 del CSA, que indica que “dado que muchos inversionistas utilizan la información pública disponible para tomar sus decisiones de inversión, estas empresas -no solo en Chile y México, sino en toda la región- deben ser el centro de atención a corto plazo si América Latina espera competir con otras regiones respecto a inversiones sostenibles”.
Resultados por dimensión y criterios
De acuerdo al CSA 2018, en el rendimiento de las dimensiones económica, medioambiental y social, Colombia, Perú y México muestran una tendencia al alza, mientras que las puntuaciones de Brasil y Chile disminuyeron.
Puntuación promedio por dimensión y país
Aunque las clasificaciones en Brasil disminuyeron respecto de 2017, es el único país junto con Colombia que ha logrado resultados, en las tres dimensiones, por encima de los promedios regionales y mundiales. Perú mostró en la dimensión económica resultados ligeramente por debajo de la puntuación promedio regional, y en la dimensión social superó incluso la puntuación promedio mundial. Chile y México, por otro lado, obtuvieron resultados por debajo de los valores promedio regional y mundial en las tres dimensiones.
“Nuevamente -explica el informe- esto se debe en parte al gran universo evaluado en Chile y México en comparación con los otros países, y al gran número de empresas inmaduras que reportan poca o ninguna información sobre su gestión y desempeño ambiental, social y de gobernanza”.
“En Chile, uno de los grandes desafíos es entender que como empresas necesitamos ser transparentes, ese es el gran tema. Muchas empresas consideran esta información como estratégica y no ven la necesidad de mostrar más allá de lo que la ley pide, y aún no entienden las exigencias del mundo actual, donde las partes interesadas quieren entender cómo funcionan las empresas, no entienden el vínculo con la reputación que tiene esto. Entonces, estamos bastante atrasados en entender que es importante comunicar”, dice Ingrid Koch.
Al mirar la medición de cada uno de los criterios específicos de la encuesta, en materia económica (gobernanza), Colombia aparece como un claro líder en la región, y en promedio está 16 puntos por encima del país siguiente (Brasil). En el caso de la gestión de la cadena de suministro y la influencia de las políticas, la diferencia es de 27 y 24 puntos, respectivamente, señala en informe.
“El criterio más débil de todos los países fue gobierno corporativo, que evalúa la estructura y las actividades de supervisión de la junta directiva. Estos criterios se evaluaron en la versión española de “Sustainability Yearbook 2017”, pero desafortunadamente no se ven mejoras importantes, a pesar de ser uno de los más considerados por los inversionistas internacionales al tomar decisiones de inversión”, agrega.
Criterios económicos
Respecto de los criterios medioambientales, el CSA 2018 muestra que el desempeño ambiental se está convirtiendo en un problema material en todas las industrias, y las empresas latinoamericanas en general muestran el desempeño más débil en esta dimensión.
“Desde la perspectiva del cambio climático, las bajas puntuaciones en los criterios de la estrategia climática son especialmente preocupantes: muestran que América Latina no se está preparando para los impactos y riesgos del cambio climático, ni para las oportunidades que un clima cambiante puede traer a ciertas industrias”, afirma el reporte.
Criterios medioambientales
Finalmente, en materia de desempeño social, asociado a la reputación y el valor de marcas de las compañías, las empresas latinoamericanas mostraron el mejor desempeño en los criterios de atracción y retención de talentos, mientras que el criterio más débil se encuentra en los derechos humanos, “que sigue siendo visto como un tema emergente gestionado activamente por pocas empresas líderes, principalmente en Colombia y Brasil. Las empresas en Chile, México y Perú muestran importantes brechas en este tema, lo que podría generar significativos riesgos operativos, regulatorios y de reputación, según la industria y el contexto geográfico”, afirma el reporte.
Criterios sociales
La región se queda atrás
Según el CSA 2018, los resultados generales muestran que las empresas latinoamericanas se están quedando atrás en el desempeño de sostenibilidad en comparación con otras regiones del mundo.
Hoy las empresas colombianas son líderes claros en términos de desempeño general de sostenibilidad en la región, seguidas por compañías de Brasil. Chile, México y Perú muestran un rendimiento general promedio mucho más bajo, entre 30 y 40 puntos por detrás de Colombia.
“Este informe muestra claramente que existe una gran brecha entre las empresas que participan activamente en el CSA y aquellas que eligen no participar y se evalúan únicamente sobre la información pública disponible. Las empresas que participan activamente tienden a ser las más maduras en términos de integrar criterios de sostenibilidad en su toma de decisiones y estructuras de gestión”, señala el reporte.
Esta brecha, agrega, “es especialmente notable en países como Chile, donde el promedio de las compañías que participan activamente está básicamente a la par que el promedio mundial, pero hay un número significativo de empresas que tienen poca o ninguna transparencia en su desempeño ambiental, social y de gobernanza, resultando en una disminución del 60% en la puntuación promedio del universo completo”, concluye.