Refashion: el marketplace que reúne a diseñadores y usuarios de ropa sostenible
La plataforma busca combatir la “moda rápida” al reunir a emprendedores y personas comunes que puedan vender y comprar ropa de segunda mano, o bien, de pymes locales que respeten el comercio justo y promuevan prendas cuya materialidad sea de bajo impacto ambiental. Creada por la docente de la Facultad de Diseño de la UDD, Mary Isabel Buenaventura, la start-up proyecta su internacionalización a México en 2023 en su afán de crear “el primer ecosistema de moda sostenible en Latinoamérica”.
La viralización mundial de las fotos del desierto de Atacama convertido en un basural, producto de miles de toneladas de ropa arrojada a ese paisaje natural, fue el gran estímulo que sintió la emprendedora Mary Isabel Buenaventura para crear una plataforma que, ante todo, concientizara acerca del perjuicio causado por el “fast fashion” o “moda rápida”, una de las industrias más contaminantes del planeta.
“Al año se pierden 500 billones de dólares en el mundo por no poder reciclar la ropa usada”, dice Buenaventura, quien así creó en 2022 Refashion, una plataforma donde compartía información sobre el drama que produce la moda rápida y creaba un canal de comunicación entre los promotores de la moda circular, para luego, a inicios de diciembre, lanzar este marketplace que reúne a diseñadores y a clientes que quieran comprar y vender ropa de segunda mano o bien ropa de primera mano pero con parámetros de sostenibilidad económica, social y ambiental.
Refashion, agrega Mary Isabel, nació para resolver varios vacíos que había en el mercado. Por una parte, los emprendedores locales que fabrican ropa con variables ambientales no tenían una vitrina específica para mostrar estos productos y, por otro lado, cualquier persona común y corriente que quisiera vender su ropa usada tampoco contaba con un espacio virtual para hacerlo.
En el primer caso, Refashion brinda el espacio a prendas de primera mano con algunos requisitos que tienen que cumplir para ingresar a la plataforma. “Tiene que haber cadenas de suministro locales, que sea hecha en Chile, que sus trabajadoras o trabajadores sean de Chile o de la región, y que la ropa sea de un material con bajo impacto ambiental, de materiales reciclables. Lo ideal sería que cumplieran todas estas características, pero si cumplen una, ya es suficiente”, explica Buenaventura, quien es docente de la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo (UDD).
“No importa que sea ropa de marca, no importa el género. La ropa puede ser para hombre, mujer, niños y niñas. Debe ser ropa que le regalarías a un amigo y que quisieras revender. Debe tener fotos buenas, además de acompañar descripciones detalladas para que alguien se pueda interesar en el producto”.
Según las estimaciones, el proyecto genera un impacto positivo al medio ambiente y a las personas, ya que, si alguien se puso una camiseta solo 2 o 3 veces y luego la pone en circulación para ser usada por otra persona, estaría ahorrando el 80 por ciento de la huella de carbono de esa prenda, y los 1.500 litros de agua que cuesta fabricarla por el algodón que se consume.
Pese a que la idea se fraguó en noviembre de 2021, a la fecha Refashion ya cuenta con 600 prendas en la plataforma y 300 emprendedores o personas inscritas para ofrecer sus productos. La inscripción es totalmente gratuita, y Refashion lo único que hace es cobrar una comisión del 20 por ciento al vendedor ni bien se concreta la transacción.
El meteórico crecimiento de Refashion obedece, en parte, a la obtención del Fondo Build Start-Up de CORFO, además de ser elegida como embajadora del programa Invierte Mujer de UDD Ventures-CORFO, organismo que le brinda asesoría técnica y financiera para seguir su proceso de escalamiento.
Además, Refashion cuenta con la ventaja del incremento del comercio electrónico (187% respecto del 2020) producto de la pandemia. Según los cálculos, se espera que la industria de la moda sostenible crezca 11 veces más rápido que el retail en general, a raíz de la nueva conciencia en torno al desastre ambiental que producen los “basureros de ropa”.
“Para el caso de ropa de primera mano, tiene que haber cadenas de suministro locales, que sea hecha en Chile, que sus trabajadoras o trabajadores sean de Chile o de la región, y que la ropa sea de un material con bajo impacto ambiental, de materiales reciclables. Lo ideal sería que cumplieran todas estas características, pero si cumplen una, ya es suficiente”.
¿Cómo usar la plataforma?
Con respecto a la ropa usada, cualquier persona puede ofrecerla a través de Refashion, previa “curatoría” de la empresa en aras de cumplir ciertas condiciones. Lo central aquí es que las prendas tengan buen estado, sin importar cuántas veces hayan sido usadas. “No importa que sea ropa de marca, no importa el género. La ropa puede ser para hombre, mujer, niños y niñas. Debe ser ropa que le regalarías a un amigo y que quisieras revender. Debe tener fotos buenas, además de acompañar descripciones detalladas para que alguien se pueda interesar en el producto”, explica Mary Isabel Buenaventura.
Refashion permite hacer las transacciones de ropa en todas las regiones de Chile. El usuario interesado en prendas puede hacer una búsqueda específica según el tipo de ropa, la marca y hasta el vendedor/a asociado/a. El vendedor, por su parte, debe registrarse en la página, crear una cuenta, actualizar sus datos personales y dejar disponible el modo de pago. De ahí en más, ambos, comprador y vendedor, quedarán conectados y definirán qué método de entrega: envío o presencial. “Por supuesto que recomendamos hacerlo presencial para evitar la huella de carbono que se produce en los envíos”, narra la fundadora y CEO de Refashion.
No en vano, uno de los próximos objetivos de Buenaventura es disponer de puntos de acopio de las prendas para ahorrar en logística. La tarea gigante rumbo a 2023 es, eso sí, lograr la internacionalización de Refashion. Ese primer eslabón de su expansión se produciría en México como centro de operaciones, uniendo a la moda con el cuidado del medioambiente. Con ello, Mary Isabel no solo quiere salvar a miles de prendas de ser arrojadas en vertederos, sino que, sobre todo, crear el primer ecosistema de moda sostenible en América Latina.