¿Cómo se enseña moda sostenible en Chile? Académicos dan cuenta de los avances y plantean el desafío de lograr un enfoque sistémico
Quienes ahora cursan carreras vinculadas a la moda son los llamados a cambiar radicalmente una industria que, junto con su encanto, se ha convertido en una de las más contaminantes del planeta. Así lo plantean tres docentes a los que País Circular consultó para conocer lo que se está haciendo y lo que falta por hacer en la formación de estos profesionales: Bárbara Pino, Directora del Observatorio Sistema Moda MODUS de la UDP; Sofía Calvo, creadora de QT y profesora de la carrera de Diseño mención Moda y Gestión, de la UDD; y Karim Lela, Director de la Escuela de Diseño, Arte y Comunicación de AIEP. Lela adelantó que los alumnos de las carreras de Vestuario del instituto participarán la próxima semana en una nueva versión de “Trastienda Solidaria”, un ejercicio concreto de moda circular.
La industria de la moda es, por supuesto, todo el glamour que se puede ver en las grandes pasarelas a nivel mundial; es, asimismo, una actividad económica que mueve miles de millones de dólares al año, muchas veces sobre la base de procesos productivos irrespetuosos con el medio ambiente y las personas. Las cifras son elocuentes: a nivel mundial es responsable del 20% de la contaminación de las aguas y del 10% del todas de emisiones de CO2, por mencionar solo dos puntos. Y también hay imágenes elocuentes al respecto: toneladas de textiles en vertederos ilegales del desierto de Atacama, y el derrumbe de un edificio en Bangladesh donde murieron 1.134 personas que trabajaban en precarias condiciones para marcas internacionales de ropa.
En ese contexto, el desafío para la industria es transitar lo más rápido posible a un modelo sostenible, sin perder su encanto. En esta tarea hay múltiples actores que tienen importantes roles que cumplir, entre ellos, las y los jóvenes que hoy se preparan para ser diseñadores de moda, modistos, u otras múltiples ocupaciones que son parte del engranaje de esta industria.
En institutos y universidades que imparten carreras de moda en Chile se observan interesantes avances en esta línea, aunque hay mucho por hacer. Para conocer al respecto, conversamos con tres académicos del área, quienes coincidieron en que no basta con incluir en la malla curricular algunas asignaturas o talleres sobre sostenibilidad, sino que se debe abordar de forma transversal a toda la carrera.
Bárbara Pino, Doctora en Geopolítica de la Moda, quien dirige el Observatorio Sistema Moda MODUS de la Universidad Diego Portales (UDP), sostiene que “el hecho de que el tema de la sostenibilidad esté presente en la enseñanza de la moda ya es un gran avance. Se está dejando de lado la mirada de solo producir prendas, para comprender que es algo bastante más grande, que tiene que ver con cadenas de producción, con derechos humanos de los trabajadores, con materiales, con un ciclo de vida y creo que eso, aunque es incipiente, al menos se está realizando. Hasta hace muy pocos años, en los 2000, o 2010 incluso, esto no existía”.
No obstante, “falta mucho”, agrega. “Falta hacer comprender lo que significa el sistema, las repercusiones que tiene. Estamos acostumbrados a analizar o estudiar -no solo de moda, sino que en general- todas las cosas como su fueran compartimientos estancos, es decir, cada cosa la ponemos en su cajón y no somos capaces de interrelacionarlas, y cambiar eso es el gran desafío que existe. Hacer comprender que, por ejemplo, los alumnos no necesariamente tienen que llegar a estudiar moda con la idea de hacer indumentaria, sino que también pueden estar interesados en otra parte del ciclo productivo completo de la moda, y eso creo que todavía es menos que incipiente”.
Sofía Calvo, quien es periodista y una reconocida divulgadora de moda sostenible a través del sitio QT (Quinta Trends), de libros y podcasts, enseña sobre este tema en la carrera de Diseño Mención Moda y Gestión de la Universidad Del Desarrollo (UDD), y en el Diplomado Moda Futura: estrategia y gestión sostenible para la moda, de la misma casa de estudios. Su opinión coincide con la de Pino en que aún falta profundizar en la mirada sistémica y multidisciplinaria para una moda sostenible. Si bien aclara que no tiene una visión muy pormenorizada sobre cómo se están enseñando estos contenidos en la educación superior, comenta que tiene la impresión de que hay “una mirada que no necesariamente considera todos los factores asociados a la moda circular. Es decir, que se enseña desde una perspectiva muy vinculada a generar productos circulares o con ciertos componentes que eventualmente podrían facilitar la circularidad, sin comprender que la moda circular, que está dentro del contexto de la economía circular, también habla sobre servicios y sistemas circulares”.
“Creo que esa mirada más desde los sistemas o de los servicios que no están necesariamente ligados a los productos físicos, es algo que todavía falta ahondar, porque obliga a verlo de forma interdisciplinaria, donde no solamente la ecuación está dada por el diseño, sino que por otra serie de variables y actores, y áreas de conocimiento”, agrega Calvo.
A su vez, Karim Lela, Director de la Escuela de Diseño, Arte y Comunicación de AIEP, a la que pertenecen las carreras de Técnico en Diseño de Vestuario y Diseño de Vestuario Mención Alta Costura, explica los esfuerzos que están haciendo por incluir esta temática en toda la malla: “En AIEP, como institución, somos Empresa B, y eso marca una pauta, eso hace que la sostenibilidad esté presente en todo nuestro quehacer. (…) En la enseñanza de las carreras de Vestuario se va incluyendo desde el inicio, a nivel teórico, la responsabilidad en el mundo textil, la moda circular, darle una segunda vida a todos los materiales. Y también está la parte práctica de moda circular, que los estudiantes hacen de manera bastante libre, siempre con un docente que va guiando los procesos creativos. En este momento estamos unificando criterios, de tal modo que las carreras de Vestuario en todas nuestras sedes tengan una visión común en materia de sostenibilidad”.
Además de ese enfoque global, en el séptimo semestre de la carrera de Diseño de Vestuario Mención Alta Costura de AIEP, la malla incluye un módulo especial de moda y sostenibilidad, enfocado en el cuidado del medio ambiente y la moda circular, con una duración de 36 horas. Según explica Karim Lela, este módulo “es parte de una certificación internacional que tenemos con la NABA (Nueva Academia de Bellas Artes), una escuela de diseño de Milán, con quienes tenemos un convenio”.
“El objetivo es que la transversalidad de estos temas realmente redunde en profesionales que ven la sostenibilidad como un ‘desde’, como una parte integral de su desarrollo profesional y, al mismo tiempo, uno puede empezar a incorporar otros conceptos en la malla, que van más de la mano con los modelos regenerativos, o de negocios regenerativos, o sistemas regenerativos productivos, etc.”
Perspectiva transversal
En la carrera de Diseño Mención Sistema Moda, de la UDP, si bien hay ramos que tienen que ver con sostenibilidad en la moda, este enfoque trasciende esas clases, no está encapsulado, comenta la Dra. Pino. “En el modelo que proponemos, la sostenibilidad debe ser transversal a todas las materias (…) Consideramos que cualquier ramo, por ejemplo Sociología de la Moda o Merchandising de la Moda, tiene que estar cruzado por la sostenibilidad. Creo que, en el fondo, hay que ir un paso más allá y transversalizar los saberes y meterles este pensamiento crítico sostenible a cualquier tipo de proceso y no encapsularlo en un solo ramo”.
“Cuando se comienza a diseñar una prenda, ya se debe estar pensando en quién la va a fabricar y cómo va a terminar su vida útil esa prenda. Este tipo de cosas se van insertando en los encargos que le vamos haciendo a los alumnos, y no es difícil medirlo, porque se puede poner dentro de la rúbrica. Por ejemplo, algo muy básico, que la prenda tiene que estar pensada en términos de calidad, de donde se podría fabricar, cuál es la calidad de la tela que se va a utilizar, qué va a pasar después con esa tela, por qué se toma esa decisión, etc. (…) con esas cosas se va generando un pensamiento crítico en los estudiantes”, agrega la Directora de MODUS UDP.
Sofía Calvo, de acuerdo a su experiencia en la academia, también cree que la mejor forma de incorporar una perspectiva sostenible en la enseñanza es de manera transversal, es decir, “que dentro del plan de trabajo o de la malla curricular la sostenibilidad se vea desde distintas perspectivas, en todas las asignaturas”. Así está planteado en la UDD, señala, pero a veces al estudiante le cuesta integrar estos conceptos de manera más natural”.
Para hacer frente a ese desafío, agrega la creadora de QT, en la UDD están haciendo una modificación de la malla curricular, que se aplicará desde el próximo año. El objetivo es que la transversalidad de estos temas realmente redunde en profesionales que ven la sostenibilidad como un ‘desde’, como una parte integral de su desarrollo profesional y, al mismo tiempo, uno puede empezar a incorporar otros conceptos en la malla, que van más de la mano con los modelos regenerativos, o de negocios regenerativos, o sistemas regenerativos productivos, etc.”
“Para nosotros la experiencia de Trastienda Solidaria ha sido súper beneficiosa. Primero, porque ayuda a los estudiantes a tomar conciencia de la responsabilidad que hay que tener con el medio ambiente y, segundo, porque luego pueden llegar a ser parte de los Paris LAB, que son estos laboratorios donde las personas pueden llevar su ropa, zapatillas, etc., para que las customicen [personalicen] y darles nueva vida, evitando que se desechen”.
“Trastienda Solidaria”
Una de las formas en que los estudiantes de carreras de moda se van empapando con el tema de la sostenibilidad es a través de la práctica, realizando talleres, desafíos u otras actividades con una perspectiva que incluya responsabilidad hacia el medio ambiente y hacia las personas. A modo de ejemplo, Bárbara Pino cuenta que en la UDP tienen diversos talleres donde uno de los desafíos para los estudiantes es trabajar con telas o prendas que no sean nuevas. “Por ejemplo, que solo el 10% del outfit que van a diseñar sea con textil nuevo, el resto tiene que ser -por ejemplo- tela de una prenda usada, o un textil que encontró en su casa u otro lugar pero que no es primera mano, y tiene que comprobar ese origen”, explica la Doctora en Geopolítica de la Moda.
En el AIEP, además de sus talleres internos, el año pasado concretaron una alianza con Paris y Fundación Banco de Ropa, que les permitió entregar ropa de autor a organizaciones sociales de las ciudades de Antofagasta, Valparaíso, Rancagua, Concepción y Santiago. La iniciativa fue bautizada “Trastienda Solidaria”, y consistió en que Paris les donó más de 2.200 chaquetas de mezclilla para que los estudiantes hicieran upcycling con ellas, es decir, reutilizarlas de forma creativa para crear prendas nuevas. Participaron cientos de estudiantes, cada uno de los cuales recibió dos chaquetas para transformar, una para su uso y otra para ser donada a las organizaciones solidarias. “Para nosotros ha sido súper beneficioso. Primero, porque ayuda a los estudiantes a tomar conciencia de la responsabilidad que hay que tener con el medio ambiente y, segundo, porque luego pueden llegar a ser parte de los Paris LAB, que son estos laboratorios donde las personas pueden llevar su ropa, zapatillas, etc., para que las customicen [personalicen] y darles nueva vida, evitando que se desechen”, explica Karim Lela.
El director de la Escuela de Diseño, Arte y Comunicación de AIEP cuenta que los resultados fueron tan positivos que organizaron una nueva versión de “Trastienda Solidaria” con Paris, para los primeros días de junio, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio). Y habrá una tercera versión, en octubre. De este modo, sostiene Lela, la actividad se irá extendiendo en las sedes donde AIEP está comenzando a impartir las carreras de Técnico en Diseño de Vestuario y Vestuario Mención Alta Costura, como La Serena, Temuco y Los Ángeles, entre otras. En cada ciudad, añade el académico, se buscan socios comunitarios locales para las donaciones.
“Es algo bien novedoso, es atractivo, donde resulta un producto que tiene mucho valor porque tiene una autoría, es una prenda única. Las chaquetas están en excelente estado, los estudiantes hacen una intervención en un workshop con la guía de los docentes, y lo que crean es una prenda que no es seriada, no es repetida, y que tiene una personalidad; resultan unos trabajos bien potentes”.
El profesor Lela considera que para progresar hacia una moda sostenible las tiendas de retail tienen un importante rol como motor de cambio a gran escala y, en ese sentido, destaca lo que está haciendo Paris y su programa de Moda Circular, que lleva más de una década. “Se trata de una tendencia internacional y debemos sumarnos a ella”, subraya el docente de AIEP.
“Los estudiantes van comprendiendo que, de alguna forma, van a tener un rol en cambiar este sistema que, por lo demás, está súper estructurado y que recién está comenzando a ser cuestionado. (…) Siempre les digo que, como estamos en un momento de cambio rotundo y este sistema de la moda tiene que cambiar, se necesitan nuevos talentos creativos que estén dispuestos a generar ese cambio desde la industria, que debe ser más sostenible, más justa”.
Efecto mariposa
Sofía Calvo cree que muchas veces a los estudiantes les cuesta asimilar una perspectiva sostenible en el sentido de entender que no se trata de un “valor agregado”, sino que de un “desde”, porque hay “mensajes contradictorios desde la industria, que toma este desafío con un ritmo desigual. Hay muchas empresas y marcas que lo están haciendo bien, pero no todas”.
Añade que el desafío es que los alumnos puedan ver que deben ampliar la perspectiva de la sostenibilidad más allá de la generación de nuevos productos, incluyendo el mejoramiento de sistemas productivos, la creación de nuevos modelos de gestión, la creación de servicios, etc. “En la clase de Sostenibilidad, durante el semestre los estudiantes van abriendo sus perspectivas a nuevas realidades que, al final, constituyen nuevas oportunidades laborales. (…) Les digo que es una excelente noticia, porque previendo todos los cambios regulatorios que van a ocurrir y las transformaciones que va a tener la industria, se van a necesitar profesionales con un perfil mucho más flexible e interdisciplinario”, destaca la divulgadora de moda sostenible y creadora de Quinta Trends.
Bárbara Pino de la UDP plantea que -en general- los estudiantes parten con una idea bastante centrada en las pasarelas, “en el clásico espectáculo que da la moda”, pero a través de los cursos se van dando cuenta de que esto es como un “efecto mariposa”, es decir, “que cada decisión que ellos toman puede tener un impacto; la conciencia va cambiando, van sopesando sus decisiones”.
“Los estudiantes van comprendiendo que, de alguna forma, van a tener un rol en cambiar este sistema que, por lo demás, está súper estructurado y que recién está comenzando a ser cuestionado. (…) Siempre les digo que, como estamos en un momento de cambio rotundo y este sistema de la moda tiene que cambiar, se necesitan nuevos talentos creativos que estén dispuestos a generar ese cambio desde la industria, que debe ser más sostenible, más justa”.
“Se trata de un cambio a nivel global, con profesionales que estén conectados con lo que pasa en todo el mundo, y creo que ahí son ellos, esta nueva savia que va a transformar esta industria con los pies bien puestos en la tierra. Creo que ese es el llamado”, concluye la Directora de MODUS UDP.
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