Innovador proyecto permitirá transformar un pasivo ambiental minero en un activo paisajístico en el borde costero de Huasco
Se trata de una iniciativa liderada por investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, que junto con la Universidad de Santiago y la Compañía Minera del Pacífico (CMP), buscan establecer un modelo replicable de “Rehabilitación e Integración Paisajística de Relaves Mineros”. El piloto, que incluye entre otras cosas la aplicación de fitotecnologías y manejo del paisaje, se está realizando en el área de disposición final de relaves filtrados derivados de la extracción y producción de mineral de hierro y pellets de la Planta de Pellets de Huasco de CMP.
Cada vez existe mayor conciencia de que cuando se trata de medio ambiente y sustentabilidad no se trata de cosas o intervenciones aisladas, sino que de interacciones donde toda acción tiene múltiples efectos. Es por esto que para los problemas medioambientales las soluciones deben ser también diversas, complementarias y apuntando a mantener o recuperar los equilibrios a nivel ecosistémico, social y también productivo.
Un proyecto que está siendo desarrollado en la Provincia de Huasco, región de Atacama, busca precisamente eso, es decir, abordar distintos aspectos de forma integral para “transformar un pasivo ambiental minero, convirtiéndolo en un activo paisajístico con beneficios para los ecosistemas y las comunidades”, según explica el director de la iniciativa “Modelo de Rehabilitación e Integración Paisajística de Relaves Mineros”, el profesor de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), Osvaldo Moreno Flores.
“Es un proyecto I+D (Investigación y Desarrollo) liderado por la PUC, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), la Universidad de Santiago (Usach) y la Compañía Minera del Pacífico (CMP). El objetivo principal es investigar, desarrollar e implementar soluciones de diseño de arquitectura del paisaje orientadas a mitigar impactos visuales, rehabilitar la funcionalidad ecológica, promover el uso sustentable del territorio y favorecer la accesibilidad hacia otras zonas de interés productivo y turístico”, señala Moreno, doctor en Arquitectura y Urbanismo, Magíster en Paisaje, Medio Ambiente y Ciudad.
El especialista comenta que, en general, en Chile y Latinoamérica es escaso el desarrollo de “soluciones de rehabilitación e integración paisajística que puedan responder de manera integral a los conflictos socioambientales derivados de impactos en el paisaje y el territorio. Generalmente las medidas dispuestas se plantean desde una lógica fragmentada y técnicamente específica para cada tipo de componente afectado, perdiendo la posibilidad de establecer una mirada prospectiva y estratégica. Y es allí donde el aporte de este modelo resulta clave”.
En ese sentido, Moreno subraya que una de las premisas bases en la formulación del modelo es la potencial replicabilidad en otros tipos de relave y también en otras situaciones de disposición de faenas, actividades de extracción y producción minera en el territorio.
“Generalmente las medidas dispuestas se plantean desde una lógica fragmentada y técnicamente específica para cada tipo de componente afectado, perdiendo la posibilidad de establecer una mirada prospectiva y estratégica. Y es allí donde el aporte de este modelo resulta clave”.
Relave filtrado
Para efectuar este modelo se está tomando como caso piloto el área de disposición de “relaves filtrados” derivados de las extracción y producción de mineral de hierro y pellet de la Planta de Pellets de Huasco de CMP.
Los relaves son considerados pasivos ambientales, es decir, residuos provenientes de procesos mineros, que están compuestos por agua y fragmentos de roca molida y restos de minerales. Al usar la técnica de filtrado de un relave se reduce su humedad a menos de un 20% y con ello se elimina la posibilidad de escurrir, al tiempo que permite recuperar gran cantidad de agua para reúso.
El proyecto de relaves filtrados desarrollado por CMP, que inició sus estudios en 2018, se encuentra a un 50% de avance y durante el último trimestre del presente año iniciará su operación. El proyecto incorpora innovaciones de punta que por primera vez se llevan a cabo en el país para la minería del hierro.
Juan Palma González, director del Área Docente del Centro de Minería de la PUCV, explica que “la tecnología de depósito de relave filtrado considera someter al relave, antes de ser depositado, a un proceso de filtración, mediante equipos especiales de filtros, donde se asegure que la humedad sea menor a un 20%. De acuerdo a lo indicado en el Decreto Supremo 248, Título I, Capítulo II, Artículo 6°, letra m, deberá asegurarse que el relave así depositado no fluya a otras áreas distintas a las del emplazamiento determinado”.
Una vez filtrado, explica Palma, el relave es trasladado mediante cintas transportadoras y camiones hacia el área de emplazamiento del depósito de relave, donde finalmente se deposita, se extiende para que pierda humedad y se compacta con maquinaria pesada como bulldozer o rodillos compactadores, en capas que pueden variar entre 30 cm y 60 cm.
“Este proceso es el que recupera el mayor volumen de agua del relave, si se compara con el relave convencional, relave espesado o relave en pasta. El agua recuperada puede reutilizarse en los procesos de molienda y concentración magnética, por ejemplo”, agrega el académico de la PUCV.
Esta técnica reduce considerablemente los eventuales impactos ambientales porque “los depósitos de relave filtrado son los que tienen menos agua en su interior, con lo cual hay menos posibilidades de infiltración en el suelo y de generación de drenaje minero, respecto de otro relave sin filtrar”. El profesor Palma añade que, junto a lo anterior, al estar más compactados, tienen permeabilidades más bajas y admiten infiltración en volúmenes muy menores de agua por lluvias; además, son más estables en términos mecánicos, debido al proceso de compactación a que son sometidos, combinado con una geometría adecuada. “En resumen, respecto de otros relaves, generan menos impactos al agua, suelo y aire”.
Sobre la opción del relave filtrado, el Gerente de Desarrollo de Proyectos de CMP, Carlos Gomez, comentó que “se optó por un método de disposición ambientalmente seguro, que no originara un pasivo ambiental y que se integrara al paisaje, lo que nos llevó a trabajar con una innovadora iniciativa multidisciplinaria, que convocara a las universidades con mayor experiencia en la materia”.
En cuanto al proyecto del modelo, agregó, “el objetivo planteado requería resolver un problema recurrente de conflicto entre la disposición de relaves y las zonas pobladas, en particular aquellas más sensibles, mejorando la situación base y valorizando el paisaje, lo que permite una total compatibilidad entre el depósito de relaves, las zonas urbanas aledañas y el diverso ambiente costero”.
“Se optó por un método (relave filtrado) de disposición ambientalmente seguro, que no originara un pasivo ambiental y que se integrara al paisaje, lo que nos llevó a trabajar con una innovadora iniciativa multidisciplinaria, que convocara a las universidades con mayor experiencia en la materia”.
Turismo y economía local
El proyecto “Modelo de Rehabilitación e Integración Paisajística de Relaves Mineros”, se está desarrollando en el borde costero sur de la comuna de Huasco, y una de las características que destacan tanto los académicos como desde CMP es que el cierre parcial avanza durante la etapa de operaciones de la planta y no espera hasta el cierre final de la misma para la remediación. Es decir, “incorporara un claro criterio de reversibilidad del impacto ambiental y restitución paulatina de los servicios ecosistémicos, durante la etapa de operación”, describe Paulina Andreoli, Gerenta de Medio Ambiente de CMP. Agrega que un requisito fundamental para ellos era que “el proyecto debía ser de muy baja emisión de material particulado y asegurar que en la etapa postcierre no habría impactos ambientales remanentes ni en la calidad del aire, ni en el paisaje, ni en el agua subterránea, asegurando que la vegetación local se repondría durante la operación”.
Así, el proyecto, que abarca poco más de 50 hectáreas, tiene un horizonte de desarrollo hasta alcanzar 7,6 millones de metros cúbicos. Lo anterior implicó secuencialmente etapas de levantamiento y análisis de información, formulación y diseño del Modelo Conceptual, pruebas piloto en laboratorio y a escala real, monitoreo de la rehabilitación e integración paisajística en el cierre progresivo del depósito de relave. En este momento está finalizando la segunda etapa, para iniciar en 2023 las pruebas piloto en laboratorio y a escala real.
El investigador líder de la iniciativa sintetiza señalando que el proceso tiene tres partes: “En primer lugar -explica Moreno-, se aborda la investigación y desarrollo de soluciones de diseño de arquitectura del paisaje para la rehabilitación del relave mediante el uso sustentable de la superficie resultante de su estabilización –asociado a programas de recreación, turismo y educación ambiental, entre otros– configurando un espacio de vanguardia, que a su vez se constituya como hito turístico a nivel regional y nacional”.
Al respecto, dice que es importante considerar que la rehabilitación se desarrollará durante la operación del depósito, realizando cierres parciales de las capas del relave, mientras es llenado. “Los cierres parciales consideran la estabilización de las paredes del depósito con un material granular, para evitar su erosión hídrica o eólica, siendo luego cubierto con arena y a continuación revegetado y estabilizado con especies de vegetación nativas y/o adaptadas al contexto. Las aguas de contacto –provenientes de escorrentías en torno al depósito– son conducidas y cosechadas a través de un canal de contorno que las dirige hacia la Planta de Pellets, para su recuperación y uso”.
En segundo lugar -dice- contempla indagar y aplicar soluciones de mitigación y compensación de impactos en el paisaje, de los diversos componentes de infraestructuras relacionadas con el relave – tales como caminos de servicio y correas transportadoras – para integrarlas de manera armónica al paisaje, en correspondencia a lo establecido en el estudio de impacto ambiental. “En términos ecológicos, mediante la recuperación, reproducción y propagación de vegetación nativa, se plantea rehabilitar y potenciar las funciones de hábitat presentes en el área de estudio”.
Y en tercer lugar, considera desarrollar alternativas de diseño para solucionar requerimientos de accesibilidad y movilidad de las comunidades hacia zonas de interés productivo -especialmente relacionadas con actividades de extracción y secado de algas- y zonas de interés turístico asociadas a atractivos presentes en el borde costero, comprendidos como ámbitos con potencial para la generación de emprendimientos que pueden diversificar la economía local, en compatibilidad con un manejo sustentable del paisaje.
“Los depósitos de relave filtrado son los que tienen menos agua en su interior, con lo cual hay menos posibilidades de infiltración en el suelo y de generación de drenaje minero, respecto de otro relave sin filtrar”.
Aplicación de fitotecnologías
Un aspecto relevante de este Modelo de I+D es la rehabilitación de la funcionalidad ecológica de la zona. Para esto, señala el académico de la PUC, “se considera la aplicación de fitotecnologías para restituir las condiciones preexistentes a nivel de vegetación y suelos, mediante el uso de especies de vegetación nativas y/o adaptadas al contexto, las cuales se reproducirán y propagarán en viveros en la localidad, generando a su vez conocimiento e innovación a nivel local”.
Con el apoyo de investigadores de la PUCV y la Usach, se ha llevado a cabo un proceso de análisis y levantamiento de la vegetación existente en la zona, donde se han identificado cerca de 19 especies -como suspiro, sosa, chunco-, realizando recolección de semillas que luego se reproducen en vivero para posteriormente plantarlas en el área de proyecto. “Es importante señalar -comenta Moreno- que esta zona tiene un alto endemismo, es decir, son exclusivas de allí, y gran parte de las especies en proceso de reproducción tienen esa cualidad, lo que significa que esta iniciativa no sólo contribuye a conservar un paisaje, sino en realidad a potenciarlo y superar las condiciones previas de vulnerabilidad”.
En lo que se refiere a la “integración paisajística”, el profesor de la Escuela de Arquitectura de la PUC señala que integrar infraestructuras, faenas y pasivos ambientales mineros constituye en la actualidad un ámbito de atención fundamental en las prácticas sustentables de la actividad productiva minera.
En este caso, “el Plan Maestro se conforma a partir de un sistema integrado de circulaciones, equipamientos y áreas de manejo ecológico, el cual organiza y relaciona las diversas medidas de mitigación y compensación de impactos en el paisaje producidos por el depósito de relave filtrado. De esta forma, las medidas no quedan establecidas como elementos dispersos, sino que pasan a formar parte de una visión estratégica vinculada a una escala territorial”. Entre los equipamientos se cuentan, por ejemplo, miradores, zonas de uso público, aula ambiental exterior, salas de exposiciones, estacionamientos, senderos, un centro de interpretación, etc.
“Este sistema busca recuperar, conservar y poner en valor los atributos biofísicos, culturales y estéticos del paisaje de borde costero, fomentando el uso turístico sustentable a nivel regional y nacional, la educación ambiental y el uso recreativo por parte de los habitantes de la comuna, incluyendo además el mejoramiento de la accesibilidad para las comunidades de recolectores de algas que actualmente habitan este territorio”, resume el director del proyecto.