Ark Solar Light: la empresa de torres de iluminación solares con foco en las pymes
Fundada por el chileno Cristian Barrera y el estadounidense Richard Cohen, esta startup arrienda o vende torres de iluminación que se alimentan de paneles solares de alta gama, con baterías de similar calidad. Actualmente desarrollan la tecnología desde Estados Unidos, donde reside Cohen, pero a futuro pretenden fabricar los productos en Concepción, ciudad donde vive Barrera, ingeniero eléctrico de profesión.
En 2013, el ingeniero eléctrico Cristian Barrera viajó a Estados Unidos para aprender a hablar inglés. A falta de tres semanas para terminar sus estudios, regresó anticipadamente a Chile, aunque mantuvo las ganas de radicarse en el país del norte. En ese momento fue recibido por el que sería su futuro socio en Ark Solar Light, el estadounidense Richard Cohen, quien le mostró el proyecto de unas torres de iluminación solares que aún estaban -se podría decir- en un nivel rudimentario.
“Yo empecé a perfeccionar esas torres. Si él las tenía en versión 2 o 3, ahora debemos estar en la versión 12. Yo regresé a Chile, seguimos en comunicación con él y me envió dos torres solares que se las mostramos a BHP Billiton. Ellos las miraron y las compraron altiro”, recuerda Cristian Barrera, socio cofundador de Ark Solar Light.
Después de ese proceso inicial, ambos emprendedores pasaron malos momentos, ya que -aseguran- la idea les fue usurpada. Ahora, empezando casi de cero, Ark Solar Light está renaciendo y se involucró básicamente con pymes de Concepción para promover la venta y arriendo de sus equipos de torres solares, que ayudan a mitigar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
“Nuestro factor diferenciador es la calidad de nuestros panales solares y la infraestructura que disponemos para que la tecnología sea instalada. Nosotros nos llamamos así porque somos una ‘arca de luz solar'”. Queremos aportar al medio ambiente”, expresa Cristian Barrera, cuya empresa funciona paralelamente en Chile (en Concepción, específicamente) y en Estados Unidos.
“No quisimos trabajar con grandes empresas, sino poner el foco en las pymes, y en pymes de Concepción”, revela Barrera. Actualmente sus tres unidades de torres solares están en 5 empresas (la mayoría constructoras), dos de las cuales las arriendan para sus faenas. “Entregamos tanto el equipo como el soporte del equipo. Les hacemos llegar un informe de ingeniería diciendo cuánto CO2 dejan de emitir por usar nuestra tecnología”, apunta el ingeniero eléctrico.
De cualquier modo, subraya Barrera, si existiera interés de alguna empresa por contar con más equipos, hay 20 torres solares disponibles en Estados Unidos -fabricadas por Ark Solar Light- que podrían ser enviadas rápidamente a Chile.
Las torres de Ark Solar Light pueden estar 14 horas seguidas operando sin tener nada de carga y, dice Barrera, “eso tiene que ver con la calidad de los materiales que se usan y los instrumentos que hay. Lo que sucede con otras ofertas es que la calidad de los paneles no son los adecuados”.
Por ejemplo, señala el fundador de Ark Solar Light, “supongamos que un panel es una ventana. Si a esa ventana, llega una línea de sombra, en otros paneles no generará nada de energía. En cambio, si asumimos que la ventana es uno de nuestros paneles, y una sombra tapa la mitad de la ventana, la energía va a llegar igual”. Las baterías, añade él, tienen la misma calidad, puesto que son de carga profunda.
Tampoco es un problema que en Concepción la radiación solar sea, obviamente, menos intensa que en el Norte Grande, porque, comenta Barrera, “con el análisis y la ingeniería los paneles se pueden potenciar y validar en terreno”.
Actualmente, Cristian Barrera tiene visualizado el trabajo de una empresa que recicla grandes volúmenes de plástico en Concepción, y muestra su deseo de, a futuro, trabajar con ésta para poder fabricar los paneles solares a partir de plástico reciclado. En el fondo, en un plazo cercano, el objetivo es empezar a confeccionar toda la tecnología en Concepción. Por ahora todo se realiza en Estados Unidos.
Barrera se muestra contento por hacer un aporte al cuidado del medio ambiente desde su trinchera. Cuenta que su socio Richard Cohen solo conocía Chile en el mapa, pero luego de conocer la zona central y, sobre todo, el desierto de Atacama se dio cuenta del potencial de las energías renovables y, en particular, de la energía solar.
“El aporte al ambiente se está desarrollando en las personas a través del reciclaje, pero el aporte en todo el quehacer puede ser muy importante y por eso apostamos por la tecnología adecuada para satisfacer la demanda con información real derivada de fuentes creadoras de equipos solares”, manifiesta Cristian Barrera.
Para el emprendedor penquista, “hoy tenemos la mirada puesta en el aporte y cuidado del medio ambiente con equipos de calidad y un respaldo de la ingeniería aplicada en cada componente, además de considerar el avance paso a paso con las pymes. Esto nos da un espaldarazo a que la protección del planeta depende de cada granito que pueda incorporar en la solución”.