María José Ureta, gerenta de Economía Circular de GIRO: “La colaboración con los municipios es la piedra angular del éxito”
El Sistema de Gestión Colectivo para envases y embalajes -domiciliarios y no domiciliarios- GIRO muestra cifras alentadoras en relación al aumento de sus socios, la cantidad de hogares alcanzados con recolección separada de residuos y, especialmente, el cumplimiento de metas de la ley REP. “Hemos avanzado con paso firme”, señala la gerenta de Economía Circular de GIRO, María José Ureta, sin desconocer los desafíos que presenta la norma, entre ellos poder reconocer oficialmente las toneladas valorizadas fuera de los sistemas de gestión y flexibilizar los procesos de licitaciones. Esos retos, los aprendizajes y otros aspectos de la ley 20.920 serán el centro de las conversaciones del tercer Foro REP, que se realizará la próxima semana.


Por estos días se cumplen dos años desde que se iniciara la implementación total del Decreto Número 12 de la Ley REP, que establece las metas de recolección y valorización de envases y embalajes (EyE), tanto domiciliarios como no domiciliarios. Se trata del más masivo y ciudadano de los seis productos prioritarios que establece la ley 20.920 y, en ese sentido, la recolección ha presentado un enorme desafío para los Sistemas de Gestión Colectivos (Gransic) que agrupan a los productores regulados por esta normativa. Uno de ellos es GIRO, que actualmente cuenta con 435 empresas socias, para el cumplimiento de las metas de EyE domiciliarios y no domiciliarios.
“En nuestro tiempo de gestión hemos doblado nuestro número de socios, lo que refleja la confianza en nuestro modelo de gestión colectiva. Hemos logrado cumplir en 2023 y 2024 con las metas de recolección y valorización tanto en categorías domiciliarias como no domiciliarias, lo que nos permite seguir fortaleciendo y proyectando nuestra gestión”, comenta con satisfacción María José Ureta, gerenta de Economía Circular de GIRO.
La ejecutiva señala que, mientras la Ley 20.920 -que “establece marco para la gestión de residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y fomento al reciclaje”- es el motor que impulsa la transición hacia la economía circular en Chile, una de las metas de GIRO es que sus empresas transiten hacia ese modelo que deja atrás la economía lineal. “Al cumplir con la regulación fortalecemos la importancia de la ley entre las empresas, además de dar la tranquilidad de que están al día con la normativa”.
Por otra parte, tal como la ley establece metas crecientes de recolección y valorización, los Gransic deben ir ampliando su alcance territorial para poder cumplir con esas obligaciones e ir haciéndose cargo de los papeles y cartones, vidrios, plásticos, metales y cartones para líquidos que se generan como residuos en todos los rincones del país. En el caso de GIRO, el último año han triplicado la cantidad de viviendas a las que están llegando con el servicio gratuito de reciclaje.
“En términos territoriales, a fines de 2025 esperamos cubrir más de 101.000 hogares en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de Los Lagos, ampliando de manera significativa la cobertura del servicio domiciliario. Para nosotros este paso es también una señal de descentralización, de llevar el reciclaje más allá de las grandes ciudades, asegurando que más vecinos y vecinas puedan contar con un sistema de recolección que pase por la puerta de su casa y poner a disposición más puntos de reciclaje, como la red de puntos verdes de montaña recién inaugurados en Valle Nevado, El Colorado y Farellones”, cuenta María José Ureta, quien en esta entrevista hace una evaluación de los dos primeros años de implementación de la ley y subraya que uno de los aprendizajes es el importante rol de la colaboración con los municipios.
“Nuestros resultados muestran que hemos avanzado con paso firme: creciendo en socios, cumpliendo las metas y consolidando un sistema capaz de expandirse con eficiencia y adaptabilidad a nuevas regiones del país”, añade la gerenta de Economía Circular de GIRO, Sistema de Gestión que será uno de los protagonistas de la tercera versión del Foro REP, organizado por País Circular, y que se llevará a efecto la próxima semana (14 al 16 de octubre) en el Hotel Marriott de Las Condes.
“Uno de los mayores aciertos en la recolección domiciliaria ha sido formalizar rutas de trabajo y apoyarnos en recicladores de base que ya operaban en las comunas donde GIRO está presente”.
-¿Cómo evalúan los primeros años de funcionamiento como Sistema de Gestión colectivo?, ¿cuáles son los aprendizajes, desafíos y oportunidades?
La implementación de la Ley REP ha sido un proceso complejo, pero también muy exitoso para GIRO. Uno de los principales aprendizajes ha sido confirmar el rol fundamental de los recicladores de base y la relevancia de la trazabilidad para asegurar servicios eficientes y adaptados a cada comunidad. En un año gestionamos 3.800 toneladas de materiales reciclables, experiencia que nos enseñó que la colaboración con los municipios es la piedra angular del éxito. Cada comuna tiene sus propias particularidades y no existe un modelo único, por lo que ingresar de manera gradual y escuchar activamente a la ciudadanía es clave para asegurar la participación y mejorar los procesos en tiempo real.
Entre los desafíos más relevantes destacan los tiempos de adhesión de las empresas productoras, la participación ciudadana y la coordinación administrativa y de permisos entre los distintos sectores, que inciden en la implementación territorial.
De cara al futuro, vemos una gran oportunidad en la revisión de las metas del DS12 y la Ley REP, y en replicar lo que sabemos que funciona: el trabajo colaborativo, la articulación temprana de actores locales -como equipos municipales de medio ambiente y comunicaciones-, la construcción de soluciones sostenibles, como la implementación del punto limpio móvil de Huechuraba, que facilita la adaptación del servicio a las dinámicas familiares de la comunidad.
-¿Cómo están abordando la recolección de envases y embalajes domiciliarios, especialmente para aumentar la cobertura de manera eficaz y eficiente?
Uno de los mayores aciertos en la recolección domiciliaria ha sido formalizar rutas de trabajo y apoyarnos en recicladores de base que ya operaban en las comunas donde GIRO está presente. A esto se suma la articulación con los municipios y el fortalecimiento de programas de reciclaje preexistentes, lo que nos ha permitido desplegarnos de manera más eficiente y con un enfoque territorial adaptado a cada realidad local.
-¿Cómo han visto la participación de la ciudadanía, qué falta en este aspecto?
En la participación ciudadana hemos visto un comportamiento muy diverso, hay hogares que entregan sus materiales con frecuencia en las rutas, otros que participan solo una o dos veces al mes, y algunos que prefieren los puntos limpios. Esa variabilidad genera el desafío de contar con información detallada y constante que nos permita medir con mayor precisión los niveles de compromiso ciudadano y así diseñar estrategias que fomenten una participación más sostenida en el tiempo.
Sabemos que aún queda mucho por hacer, para abordar este desafío trabajamos con trazabilidad completa de las toneladas recolectadas y valorizadas, la participación por comuna y la eficiencia de cada servicio. Incorporamos además la dimensión social, con el impacto en empleo local y la inclusión de recicladores de base en la cadena. Actualmente estamos desarrollando métricas que traduzcan estos resultados en indicadores cercanos para cualquier persona o empresa, como su equivalencia en árboles o litros de agua ahorrados, de modo que la ciudadanía pueda dimensionar el impacto real de su aporte en términos ambientales y sociales.

“Creemos que una de las herramientas más potentes para mejorar la calidad y la cantidad del reciclaje es el sello #ElijoReciclar. Este ecoetiquetado entrega información clara y confiable a los consumidores, certificando que un envase es al menos un 80% reciclable, e indicando cómo gestionarlo correctamente”.
-En relación a la Ley REP y el producto prioritario envases y embalajes ¿qué desafíos vislumbran desde GIRO?
Desde GIRO vemos que los principales desafíos en la implementación de la Ley REP para envases y embalajes son las metas que están muy por sobre la realidad país, valoramos que sea una ley ambiciosa, con parámetros de países como Alemania o Bélgica, pero como toda implementación de una ley, el giro no se dará inmediatamente, es un músculo que merece ser ejercitado hoy con acciones concretas, que darán frutos a mediano y largo plazo.
En esa lógica, el primer punto es lograr incorporar un mecanismo que permita reconocer oficialmente las toneladas valorizadas fuera del Sistema de Gestión: Ajustando el DS12 para incluir todo el material valorizado con trazabilidad, flexibilizar los procesos del licitaciones para permitir que más gestores puedan incorporarse y re calcular las metas estimadas con data real de los años de operación actuales.
Por otro lado, es clave mejorar las brechas administrativas, ya sea en definiciones que vuelven muy burocrática la gestión oportuna de los sistemas de gestión, como también los tiempos de respuesta en las autorizaciones por parte de las autoridades y contrapartes. La fiscalización no deja de ser un tema crucial para lograr una adhesión más ágil por parte de las empresas productoras. Además, es fundamental fortalecer la participación ciudadana, que hoy todavía es variable, y avanzar en robustecer la acción conjunta con los municipios para integrar estrategias territoriales más efectivas y eficientes.
Creemos que una de las herramientas más potentes para mejorar la calidad y la cantidad del reciclaje es el sello #ElijoReciclar. Este ecoetiquetado entrega información clara y confiable a los consumidores, certificando que un envase es al menos un 80% reciclable, e indicando cómo gestionarlo correctamente. En un país que genera más de 8,1 millones de toneladas de residuos domiciliarios al año y recicla poco más del 4%, contar con más de 4.000 productos ya certificados es un paso concreto para fomentar la cultura del reciclaje, empoderar a la ciudadanía en sus decisiones de consumo y avanzar hacia una economía circular más robusta.
-¿Cómo evalúan la mesa público-privada (MEP) impulsada por Corfo para abordar este tema?
Valoramos la Mesa Ejecutiva para la Productividad (MEP) impulsada por Corfo como un espacio clave para destrabar nudos que hoy dificultan la implementación de la REP y, por ende, la productividad del sector. El hecho de que el sector privado priorice las trabas y que, junto al sector público, se construyan soluciones concretas, permite avanzar de manera colaborativa y con visión práctica. Desde GIRO vemos esta instancia como una oportunidad para alinear esfuerzos, fortalecer la articulación público-privada y acelerar los cambios que el país necesita en gestión de residuos y reciclaje.
“Uno de los principales aprendizajes ha sido confirmar el rol fundamental de los recicladores de base y la relevancia de la trazabilidad para asegurar servicios eficientes y adaptados a cada comunidad”.
-¿Cuál es, a su juicio, la relevancia de la realización anual del Foro REP, de manera global y en particular para GIRO?
El Foro REP se ha consolidado como uno de los mayores encuentros del reciclaje y la economía circular en Chile. Son tres días en los que gobierno, empresas, municipios, recicladores, emprendedores y distintos actores del ecosistema se reúnen para dialogar sobre desafíos, regulaciones y mejores prácticas en torno a la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor. Es una gran instancia para compartir aprendizajes, conocer las últimas tendencias tecnológicas y generar redes estratégicas que fortalecen el avance del país hacia un modelo más sostenible.
Para GIRO, participar de este encuentro es fundamental porque nos permite no sólo visibilizar nuestros logros y aprendizajes en la implementación de servicios domiciliarios y no domiciliarios, sino también proyectar junto a otros actores cómo seguir cumpliendo las metas y ampliar la cobertura territorial. El Foro REP es un espacio de colaboración real, donde la retroalimentación y el intercambio de experiencias se traducen en una mejor preparación para los próximos desafíos regulatorios y en la consolidación de la economía circular en Chile.